Di¨¢logo para resolver los conflictos culturales
La Corte Iberoamericana de Arbitraje y Mediaci¨®n de las Industrias Creativas busca ofrecer al sector una alternativa a los procesos judiciales
El di¨¢logo tambi¨¦n es un arte. No cuelga en los mejores museos, ni llena salas o levanta catedrales. Ni siquiera tiene un n¨²mero que lo reconozca, como las otras siete. Y, sin embargo, siempre contribuye a la creaci¨®n, habita en su propia esencia. Puede incluso ayudar a la pintura, el cine o la arquitectura a salir adelante, cuando anden atascados en alg¨²n conflicto. Siempre y cuando, eso s¨ª, le den una oportunidad. Para ello surgi¨® la Corte Iberoamericana de Arbitraje y Mediaci¨®n de las Industrias Creativas (Ciamic): sus fundadores consideran parad¨®jico que un sector que bebe de poes¨ªa e inspiraci¨®n pelee hasta la ¨²ltima palabra en los prosaicos tribunales.
De ah¨ª que propongan una alternativa: en vez de muros, charlas. ¡°Los juzgados no est¨¢n especializados habitualmente en el derecho cultural. Y no hab¨ªa ning¨²n espacio parecido y espec¨ªfico en el ¨¢rea iberoamericana¡±, aseguraba esta ma?ana la abogada Patricia Gabeiras, en un encuentro en Madrid para presentar el organismo. ¡°No se entiende que las artes, que son el centro del di¨¢logo, salten a los juzgados¡±, agreg¨® Jes¨²s Prieto, exdirector general de Bellas Artes, miembro del mismo despacho, Gabeiras & Asociados, y ¨¢rbitro de Ciamic. Frente a las cortes tradicionales, la suya quiere cerrar las peleas con un pacto. O, por lo menos, con costes menores y mayor rapidez. Aunque, a su vez, afronta luchas complejas, contra cierto escepticismo y la dificultad de hacerse notar: desde que naci¨® en 2018 ning¨²n caso destacado ha tocado a su puerta, como reconoce la propia Gabeiras.
La organizaci¨®n, privada y sin ¨¢nimo de lucro, se dirige sobre todo a los miles de David creativos acosados por alg¨²n Goliat. Aunque, en realidad, puede acudir a ella cualquier representante del sector que sufra un conflicto en su campo. Gabeiras, por ejemplo, cree que la larga pelea que arrastran el Ministerio de Cultura y la SGAE podr¨ªa arreglarse mejor bajo este paraguas. En general, la finalidad de Ciamic es resolver todo tipo de ¡°controversia civil o mercantil, sea nacional o internacional, que tenga lugar en el ¨¢mbito art¨ªstico, del patrimonio y de las industrias creativas en Iberoam¨¦rica¡±, como reza su web. Para ello, ofrece dos remedios: un mediador, que acerque posturas y conduzca a la firma de un acuerdo; o un ¨¢rbitro, que escuche, pregunte, valore y, finalmente, decida. Como en cualquier juicio, pero en apenas seis meses, seg¨²n prometen. ¡°Su veredicto se refleja en un laudo, con fuerza de sentencia¡±, defiende la abogada.
Fue su despacho el que impuls¨® la corte; pero, a la vez, quiere que la nueva criatura sea ¡°completamente independiente de ¨¦l¡±. De ah¨ª que entre sus ¨¢rbitros se encuentren profesionales de otros bufetes, expertos reconocidos y exministros de varios pa¨ªses. Los estatutos proporcionan m¨¢s garant¨ªas: les imponen apartarse de asuntos en los que tengan intereses y les impiden aceptar o rechazar un caso seg¨²n su tama?o y relevancia.
Patricia Gabeiras relata que la idea surgi¨® justamente a ra¨ªz de dos casos que su despacho logr¨® resolver a trav¨¦s de la mediaci¨®n. E insiste en que ¡°para el 90% de quienes trabajan en el sector creativo resulta inasumible un largo recorrido en los tribunales¡±. Aun as¨ª, ninguno ha acudido todav¨ªa a Ciamic. Para darse a conocer, sus miembros est¨¢n organizando encuentros como el de hoy. Pr¨®ximamente, planean reuniones a los dos lados del oc¨¦ano con asociaciones de cine, m¨²sica o teatro, ministerios o gobiernos locales. Tambi¨¦n buscan sumar en el sector alguna empresa adherida: es decir, compa?¨ªas que incluyan este mecanismo en su gesti¨®n de conflictos, incluso en las cl¨¢usulas de sus contratos, y contribuyan con una cuota a la supervivencia de la corte. Porque, de momento, Ciamic vive gracias al 5% de facturaci¨®n que Gabeiras & Asociados destina a fines sin ¨¢nimo de lucro.
Aunque hay otro problema que el organismo afronta: la relaci¨®n con la Administraci¨®n. Si esta act¨²a a trav¨¦s de alg¨²n ente de naturaleza privada, s¨ª puede haber mediaci¨®n en una disputa. Si no, el camino hacia los tribunales es pr¨¢cticamente inevitable. De ah¨ª que Prieto subrayara la necesidad de desarrollar una ley que facilite recurrir a otras alternativas tambi¨¦n en una pelea con los organismos p¨²blicos. Sobre ello, enseguida, hubo cierto debate y alguna discrepancia entre los presentes en el encuentro. Casi pudo ser el comienzo de un conflicto. Aunque sali¨® bien: al final, todos sonre¨ªan. Al fin y al cabo, la sala estaba llena de expertos en mediaci¨®n.
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