El nazi que pretendi¨® contar su vida en Hollywood
Un documental reconstruye el intento de Paramount de rodar un filme sobre Albert Speer, el arquitecto favorito de Hitler
En invierno de 1971 el estudio de Hollywood Paramount empez¨® la producci¨®n de una pel¨ªcula basada en el best seller Memorias: Hitler y el Tercer Reich vistos desde dentro, de Albert Speer. Speer no era un cualquiera, sino que fue el arquitecto del nazismo, el hombre que cre¨® las escenograf¨ªas de los m¨ªtines de Adolf Hitler, el que erigi¨® la canciller¨ªa al gusto del F¨¹hrer y se plante¨® construir un delirante Berl¨ªn rebosante de edificios fascistas, y quien desde 1941 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial lider¨® el Ministerio de Armamento y Municiones, con 14 millones de esclavos ¨Ctrabajadores, les llamaba ¨¦l¨C a su servicio.
A pesar de todo, Speer solo fue condenado a 20 a?os de c¨¢rcel en los juicios de N¨²remberg, tiempo que emple¨® para fijar en el subconsciente colectivo la imagen del "buen nazi", y para leer y escribir a escondidas sus memorias y otros libros en los que aseguraba que no supo nada de campos de concentraci¨®n ni de la soluci¨®n final hasta casi el final del conflicto b¨¦lico. De su autobiograf¨ªa a inicios de los setenta se hab¨ªa vendido un mill¨®n de ejemplares (hoy ya m¨¢s de tres millones) y esa fue la raz¨®n del inter¨¦s de Paramount por el proyecto y de la reuni¨®n en aquel invierno de Speer, feliz por la posibilidad de ligar su nombre a Hollywood, y un joven guionista, Andrew Birkin, protegido de Stanley Kubrick, para escribir el libreto.
"Todos se comportaron como ni?os peque?os", recuerda la documentalista israel¨ª de origen belga Vanessa Lapa. Ha dedicado cuatro a?os y medio de su vida a Speer goes to Hollywood, un sobresaliente documental estrenado en la Berlinale y basado en las 40 horas de grabaciones entre Birkin y Speer en la villa en la que resid¨ªa en Heidelberg (Alemania). "Cuando present¨¦ en Nueva York El decente [su documental previo sobre Himmler]", contaba Lapa ayer en Berl¨ªn, "un hombre me cont¨® esta historia. No hay material sorprendente, pero nunca se hab¨ªan escuchado estas conversaciones. Birkin [que se hizo famoso posteriormente como guionista de El nombre de la rosa] tuvo el acierto de digitalizar las grabaciones hace a?os, aunque est¨¢n en muy mal estado".
En esas 40 horas de charlas en las que revisaron la primera y la segunda versi¨®n del guion, Birkin y Speer repasan la vida del arquitecto, algo que Speer aprovecha para hablar sin inhibiciones y alterar su biograf¨ªa. Desde que en 1931, con 26 a?os, ve por primera vez a Hitler "en un momento sin esperanza para Alemania" y se afilia un a?o m¨¢s tarde al partido nazi, hasta su ascenso por el organigrama del Tercer Reich. "Empec¨¦ dise?ando las escenograf¨ªas de los m¨ªtines", dice Speer en pantalla, "y dos a?os m¨¢s tarde ya era amigo de Hitler". En ¨¦l confi¨® el dictador para dise?ar y construir una canciller¨ªa acorde a sus ideales, y hubiera levantado todo un Berl¨ªn nazi de edificios de piedra ampulosos si no hubiera sido por la Segunda Guerra Mundial. Speer fue nombrado ministro de Armamento y Municiones en 1941, tuvo a su disposici¨®n a 14 millones ¨C¨¦l mismo aporta la cifra¨C de esclavos procedentes de campos de concentraci¨®n. "Fue un gran manipulador", dice Lapa. "En los juicios de N¨²remberg se defendi¨® asegurando que no sab¨ªa nada y que incluso intent¨® atentar contra Hitler al final de la guerra". Los jueces le creyeron, a pesar de que el fot¨®grafo espa?ol Francesc Boix le se?al¨® como visitante de Auschwitz en 1943, y que posteriores investigaciones han demostrado que se invent¨® el magnicidio frustrado. "Ech¨® la culpa de los muertos en los trenes a Fritz Sauckel, director del programa de trabajo esclavo, neg¨® haber estado en el famoso discurso de Himmler en la Conferencia de Posen en octubre de 1943 donde detall¨® el Holocausto... Por suerte, el tiempo ha puesto a Speer en su lugar".
?Por qu¨¦ no se hizo la pel¨ªcula? En Speer goes to Hollywood se escuchan dos conversaciones de Birkin con Carol Reed, director elegido para realizar el biopic, tras acabar sendas versiones del guion. "Reed es el ¨²nico que se comport¨® como un adulto y vio claro que aquello era un lavado de imagen para Speer. Y se neg¨® a ir a m¨¢s, de forma rotunda y clarividente", subraya Lapa. "En realidad, Speer ni siquiera fue un gran artista, como arquitecto solo estaba interesado en cuanto m¨¢s grande, mejor. Y no existen los nazis buenos, algo que hoy en d¨ªa, con la creciente ola de la ultraderecha, deber¨ªamos tener presente".
Donald Pleasence como Adolf Hitler
Paramount lleg¨® al punto de plantearse contratar a Mark Burns (Muerte en Venecia, House of Living Dead) para encarnar a Speer y a Donald Pleasence para resucitar a Hitler. "Birkin me dijo que recordaba que hab¨ªan hecho pruebas de c¨¢mara con Pleasence. Y se convirti¨® en mi obsesi¨®n. Durante a?o y medio estuve busc¨¢ndolas hasta que encontr¨¦ el metraje en el British Film Institute", confiesa Vanessa Lapa. En pantalla aparece Pleasence vestido y maquillado, imitando a Hitler entre bromas y veras.
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