Un ¡®Don Giovanni¡¯ contempor¨¢neo e inspirado en el esc¨¢ndalo sexual de Strauss-Kahn
El argentino Marcelo Lombardero presenta en Colombia una pol¨¦mica revisi¨®n de la famosa ¨®pera con voces latinoamericanas
¡°Hoy sabemos que el donjuanismo no es un hecho heroico, de la misma manera que tampoco existe el crimen pasional sino el feminicidio y el abuso es abuso en todo sentido¡±. Las palabras del director de ¨®pera, Marcelo Lombardero, en di¨¢logo con EL PA?S, re¨²nen las claves de la puesta en escena de Don Giovanni, su versi¨®n de esta famos¨ªsima ¨®pera que se presenta en coproducci¨®n con el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo de Bogot¨¢.
La producci¨®n es una revisi¨®n con mirada y actuaciones latinoamericanas, una pieza que ya ha se hab¨ªa estrenado con ¨¦xito en Argentina, Chile y promete causar revuelo entre el p¨²blico m¨¢s purista de la ¨®pera o alejado de versiones contempor¨¢neas. Inspirada en el caso de acoso sexual cometido por el exdirector del FMI Dominique Strauss-Kahn a una camarera, esta producci¨®n quiere resignificar la pieza del italiano Lorenzo da Ponte y Wolfgang Amadeus Mozart, basada en la obra original 'El burlador de Sevilla y convidado de piedra', de Tirso de Molina.
¡°No hay nada m¨¢s parecido a don Giovanni que este Strauss-Kahn queriendo violentar y abusar de la mucama afro en un hotel de Nueva York, sinti¨¦ndose con el poder de tomar un cuerpo de otro ser. Me inspir¨¦ en c¨®mo ese personaje poderos¨ªsimo es condenado al infierno, primero al del escarnio p¨²blico y luego al del olvido m¨¢s ostentoso que es el peor infierno que puede tener una persona medi¨¢tica como ¨¦l¡±, dice Lombardero.
No es la primera vez que este director reinterpreta cl¨¢sicos. Ya lo hab¨ªa hecho con Carmen, de Bizet, en la que se esforz¨® por evidenciar que era un feminicidio. ¡°Pasaba que uno ve¨ªa Carmen y quedaba como ¡®pobrecito don Jos¨¦ que no tuvo otro remedio que matar a la malvada por celos¡¯. No, eso no es posible. Hoy esa obra nos vuelve a hablar, se nos pone de frente y nos ayuda a pensar nuestro mundo y a resignificarlo. El teatro no cambia actitudes pero si nos deja reflexionando¡±, dice.
Lombardero tambi¨¦n hizo Lady Macbeth en el distrito de Mtsenk, ¨®pera de Dmitri Shostakovich, que presentar¨¢ los pr¨®ximos d¨ªas en M¨¦xico y Auge y ca¨ªda de la ciudad de Mahagonny, entre otras. Para ¨¦l, en la ¨®pera a¨²n se dan discusiones que ya se superaron en el teatro. ¡°Hoy ya no se puede interpretar Shakespeare de la misma manera como era en su ¨¦poca. Con Mozart y Da Ponte pasa exactamente lo mismo. Creo que uno tiene que resignificar los cl¨¢sicos, primero porque tienen mucho para decirnos, pero adem¨¢s porque la vuelta del tiempo nos exige tener una mirada un poco m¨¢s responsable¡±.
Si esto molesta al p¨²blico m¨¢s especializado en ¨®pera no es algo que le preocupe. Lombardero asegura que trabaja para ¡°emocionar al p¨²blico que va por primera vez a la ¨®pera¡± y que ¨¦l como director no pretende dar ¡°una clase de historia ni explicar, sino mostrar un espect¨¢culo vivo y que cuente¡±.
Estrenada en 1787, Don Giovanni?es una ¨®pera bufa (c¨®mica), pero tambi¨¦n evidencia las marcadas diferencias de clases y la aparici¨®n de este hombre que se aparta de la norma y es castigado. ¡°Es una ¨®pera pol¨ªtica, donde hay un elemento unificador que es un outsider?que la sociedad quiere ocultar pero que en realidad desea. Que muestra lo terrible que somos¡±, dice el director. Sin embargo- agrega-, el mito de Don Juan ha hecho que exista una fascinaci¨®n por el personaje al graduarlo de seductor. ¡°Mozart en ning¨²n momento habla de seductor¡±.
La direcci¨®n musical de esta visi¨®n contempor¨¢nea de Don Giovanni est¨¢ bajo el mexicano Jos¨¦ Are¨¢n, reconocido por su trabajo en la ¨®pera, la m¨²sica sinf¨®nica y de c¨¢mara, as¨ª como en el cine; y se hizo en coproducci¨®n con la Orquesta Filarm¨®nica de Bogot¨¢ y voces l¨ªricas de Colombia, Argentina, M¨¦xico y Venezuela.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.