Futuro anarcofeminista
Confrontar al presente ¡®Mujer al borde del tiempo¡¯, de Marge Piercy, nos permite ver en qu¨¦ hemos avanzado en estas cuatro d¨¦cadas y lo mucho que a¨²n queda por hacer.
No es casualidad que los setenta fueran una d¨¦cada de utop¨ªas feministas. Lo dice la propia Marge Piercy, portentosa arregladora de mundos ¡ªadmite que lleva intentando corregir el relato del presente desde que, de ni?a, se dio cuenta de que la sociedad era condenadamente injusta¡ª; responsable de, quiz¨¢, la m¨¢s h¨ªbrida y cruel de todas ellas, y tal vez por eso tambi¨¦n la m¨¢s liberadora. Publicada originalmente en 1976, el mismo a?o en que vio la luz Houston, Houston, ?me recibe?, de Alice Sheldon, por entonces a¨²n James Tiptree Jr. ¡ªque ganar¨ªa el Hugo al a?o siguiente y el Nebula ese mismo a?o ¡ª, y dos a?os despu¨¦s de que lo hiciera la fundacional Los despose¨ªdos, de Ursula K. Le Guin, Mujer al borde del tiempo imaginaba un mundo en el que un brutal presente de abuso conviv¨ªa con un ut¨®pico y anarquista futuro (muy futuro: 2137) en el que toda injusticia (social, ecol¨®gica e incluso mental) hab¨ªa sido reparada.
La utop¨ªa, dice Piercy, nace del hambre de algo mejor, y por eso no es casualidad que en la d¨¦cada de los setenta, una ¨¦poca de lucha, de reconquista de espacios en plena ola feminista, en la que el cambio no s¨®lo parec¨ªa posible, sino que era probable, proliferaran. Al mundo que estaba acab¨¢ndose deb¨ªa busc¨¢rsele un sustituto. Hab¨ªa que trazar un mapa para el futuro nuevo territorio, ?y por qu¨¦ no pod¨ªa so?arse con el mejor de los mapas, con la mejor de las sociedades? No es tampoco casualidad que en todas ellas la jerarqu¨ªa, cualquier estructura de poder, fuese completamente obviada en favor de un anarquismo humanista en armon¨ªa sincr¨®nica con la naturaleza, una organizaci¨®n postribal en la que toda idea de progreso deb¨ªa ser compatible con la Vida, en may¨²sculas, de hasta el ¨²ltimo habitante del planeta. Contraponi¨¦ndolo a un presente, dec¨ªamos, brutal ¡ªConnie Ramos, la protagonista, est¨¢ internada en un psiqui¨¢trico, acusada de un maltrato que no perpetr¨®, sino que recibi¨®¡ª, Piercy llega quiz¨¢ m¨¢s lejos que nadie.
A diferencia del pesimista y parab¨®lico cl¨¢sico de Le Guin, Una mujer al borde del tiempo, escrita desde la trinchera y en plena batalla, apuesta por activar, ante la contemplaci¨®n del futuro ideal de Luciente, la andr¨®gina visitante de otro tiempo que pasea a Connie por la id¨ªlica y militante Mattapoisett, el deseo de alcanzarlo cuanto antes. Pone en marcha Luciente la conciencia apagada (por su precaria situaci¨®n existencial, extrapolable a la de cualquier oprimido a¨²n no despierto) de Connie, y lo hace en tan m¨²ltiples direcciones que a la vez que inventar¨ªa y elimina los prejuicios ¡ªen especial, de g¨¦nero¡ª de la ¨¦poca, desborda de autoestima (y posibilidades) el da?ad¨ªsimo ego de los que, como Connie, penden, en esa sociedad cruel del presente, de un hilo, convirti¨¦ndolos en medios de un fin, esa transici¨®n hacia la utop¨ªa anarquista, imparable.
Hay deseo y esperanza en cada l¨ªnea, certera e inc¨®moda, de Piercy, y es un deseo poderoso, que ha viajado intacto desde los setenta hasta nuestro presente, a¨²n fosilizado en ese pasado que describe entonces como su propio presente, por lo que, al margen de las inevitables meteduras de pata de toda obra que juega con las posibilidades del futuro a medida que pasa el tiempo ¡ªse habla, por ejemplo, de c¨®mo el ser humano pudo controlar la meteorolog¨ªa en los noventa, con nefastos resultados, algo que no ha ocurrido, pero de cuyos nefastos resultados no debe dudarse en el caso de haberlo hecho¡ª, Mujer al borde del tiempo tiene hoy la misma fuerza que hace 40 a?os. Confrontarla al presente nos permite ver en qu¨¦ hemos avanzado y lo mucho que a¨²n queda por hacer. Lo creamos o no, Connie somos a¨²n todos.
BUSCA 'MUJER AL BORDE DEL TIEMPO'
Autora: Marge Piercy
Traducci¨®n: Helen Torres.
Editorial: Consonni, 2020.
Formato: tapa blanda (512 p¨¢ginas).
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