Shabaka Hutchings: ¡°En el jazz debes tomar tu propio rumbo¡±
El saxofonista y clarinetista brit¨¢nico, al frente de sugerentes proyectos como Sons of Kemet, The Comet is Coming o The Antecesors, es una figura clave del florecimiento de la joven escena londinense
¡°Son momentos inspiradores en que podemos reflexionar¡¯¡¯, dice Shabaka Hutchings (Londres, 1984) v¨ªa telef¨®nica. ¡°Aqu¨ª la situaci¨®n es distinta, aunque podr¨ªa cambiar. Podemos salir una hora al d¨ªa a pasear por el parque. Creo que el hecho de estar en casa nos permite reflexionar. Esta rutina posibilita la meditaci¨®n sin verse expuesto al mundo exterior, te ayuda a preguntarte qui¨¦n eres como persona de un modo que antes no era posible¡¯¡¯.
Figura clave en el florecimiento de una joven escena del jazz londinense, el saxofonista y clarinetista brit¨¢nico, que vivi¨® su adolescencia en Barbados, destaca en 2018 al frente de Sons of Kemet, autores del formidable Your Queen Is a Reptile, publicado en el hist¨®rico sello Impulse!. El ¨¢lbum se construye sobre una serie de hero¨ªnas negras ¡ªalgunas conocidas como Angela Davis o Mamie Phipps Clark, otras figuras hist¨®ricas de la lucha antiesclavista o del feminismo panafricano¡ª y una arrolladora oleada de bramidos y texturas impulsados por el l¨ªder, la tuba de Theon Cross y dos bater¨ªas en fruct¨ªfera conversaci¨®n.
Abierto a toda sonoridad contempor¨¢nea que sirva a sus intenciones, Hutchings gestiona otros dos proyectos: junto al teclista Dan Leavers y el bater¨ªa Max Halllett en The Comet Is Coming, autores del intr¨¦pido Trust in the Lifeforce of the Deep Mystery (2019), donde combinan arrojo psicod¨¦lico y odiseas espaciales; y al frente del quinteto sudafricano The Ancestors, regresando a las fuentes de esta m¨²sica, como en su nuevo lanzamiento We Are Sent Here by History (2020). En su reformulaci¨®n del contexto jazz, ha contado con vocalistas invitados, afines a su interpelaci¨®n del presente: el poeta Joshua Idehen, el MC Congo Natty o la rapera Kate Tempest.
PREGUNTA. ¡°El cometa viene para destruir ilusiones¡¯¡¯, reza el manifiesto incluido en?Trust in the Lifeforce... ¡°Porque el final es solo el principio¡¯¡¯. Parece profetizar la actual situaci¨®n¡
RESPUESTA. As¨ª debe ser. Es una cuesti¨®n de percepci¨®n. Un nuevo principio para una persona puede ser el final para otra. Es una de las ideas que intenta transmitir el ¨¢lbum, que estamos viviendo distintas situaciones y tenemos distintas ideas sobre lo que es el final. Un ejemplo ser¨ªa el de los nativos americanos, que vieron el fin de su civilizaci¨®n, su mundo, al establecer comunicaci¨®n con los europeos. Lo que para m¨ª puede ser la idea de un nuevo inicio, para alguien pesimista puede no serlo.
P. La joven escena jazz londinense parece fundamentarse en dos factores: instrumentistas educados en conservatorios y nuevos espacios donde tocar.
R. Se dieron muchos factores simult¨¢neamente. En los ¨²ltimos 20 a?os ya hubo artistas como Polar Bear, Acoustic Ladyland o Kaidi Tatham que trataron de llevar el jazz hacia otros ¨¢mbitos, buscando un p¨²blico nuevo que no asociase los nuevos sonidos con la tradici¨®n, tocando jazz que pudiese bailarse. Otro factor decisivo fue que los clubes de jazz perdieron las subvenciones al gobernar los conservadores. Esto traslad¨® las actuaciones a lugares no convencionales.
P. Mezcla la tradici¨®n jazz con reggae, funk, hip-hop, electr¨®nica, acid-house. ?Hasta donde puede llevarse el jazz sin que pierda su nombre?
R. No importa c¨®mo llamemos a las cosas, las palabras son secundarias. En mi opini¨®n, pensar en el jazz como un hito hist¨®rico o un g¨¦nero musical va en contra de su misma idea. Para m¨ª el jazz no es identificable por ninguna caracter¨ªstica. Cuando Miles Davis, John Coltrane, Charles Mingus o Duke Ellington se quejaban de las limitaciones del t¨¦rmino, lo hac¨ªan porque la etiqueta les obligaba de cara al p¨²blico a tocar un cierto g¨¦nero musical. Yo creo que si tomas la energ¨ªa y la intenci¨®n de lo que ellos tocaban y lo llevas lo m¨¢s lejos posible, est¨¢s cumpliendo su prop¨®sito, su sue?o. No quer¨ªan que su m¨²sica se encasillase, si no que llegase lo m¨¢s lejos posible, sin perder la noci¨®n de su origen.
P. Las instituciones acad¨¦micas siguen sin aceptar en el canon a exploradores como Ornette Coleman o Albert Ayler. Triste, ?no le parece?
R. Es cierto, pero se debe a que lo que hac¨ªan es m¨¢s dif¨ªcil cuantificarlo en un sentido acad¨¦mico. Es posible que alguien del mundo institucional d¨¦ con un modo de ense?ar Ornette Coleman o Albert Ayler, pero esto ir¨ªa contra el mismo esp¨ªritu de su m¨²sica. Ense?ar a tocar como Michael Brecker est¨¢ conectado a cierta t¨¦cnica, mientras que en el caso de Coleman o Ayler el esp¨ªritu y la intuici¨®n son las fuerzas dominantes. Se puede ense?ar la t¨¦cnica y el material de donde proceden la intuici¨®n y el esp¨ªritu, pero no el mundo musical que manifiesta una voz personal. ?Merece la pena pasar por una instituci¨®n o hay fuentes alternativas? Bueno, la respuesta podr¨ªa ser afirmativa, porque lo que les interesa es el dinero. Yo aprend¨ª clarinete cl¨¢sico: me ayud¨® a ser proficiente a nivel t¨¦cnico y aprend¨ª la tradici¨®n de los instrumentos negros.
P. El jazz se nutri¨® de espiritualidad y racismo; a veces del racismo inverso del p¨²blico blanco.
R. No creo que sea necesariamente cierto. Nadie por el hecho de su negritud comprende el legado del jazz; conozco a personas negras a las que les gusta el jazz, y a otras a las que no. Si observamos la popularidad de esta m¨²sica en Estados Unidos durante los ¨²ltimos cien a?os, quiz¨¢s los int¨¦rpretes sean negros, pero el p¨²blico es mayoritariamente blanco. Dicho esto, algunas cosas se hacen pensando en la comunidad, casi como informaci¨®n interna que quiz¨¢s solo resuene entre quienes pertenecen a esa cultura o la exploran. El hecho es que los negros son minor¨ªa en Estados Unidos, pero en general hacen m¨²sica que pueda ser comprendida por la mayor¨ªa. Se trata de crear m¨²sica que refleje la experiencia negra pero pueda llegar a quien quiera comprenderla.
P. ?Debe ser el jazz una progresi¨®n constante?
R. S¨ª y no. En directo me gusta repetir el mismo repertorio, algo que puede tardar un par de semanas en concretarse tras editarse el ¨¢lbum. Una vez lo tengo y funciona puedo mantenerlo unos dos a?os, el ciclo de un ¨¢lbum, pues siento que hay m¨¢s libertad dentro de esos par¨¢metros fijos. Al tocar el mismo repertorio cada noche conoces los l¨ªmites y esto te permite volar muy lejos y regresar, pues has asimilado la estructura. A partir de ah¨ª se trata de empujar hacia adelante seg¨²n cual sea la situaci¨®n, mi estado mental o f¨ªsico, el modo en que reacciona el p¨²blico.
P. ?Es libertad?
R. Para m¨ª el jazz es una actitud que produzca cada vez mejor m¨²sica, una actitud que incluye una cierta direcci¨®n hist¨®rica. Eres m¨²sico de jazz si entiendes la historia que lo ha creado. Debes tener la libertad de hacer lo que quieras y tomar tu propio rumbo partiendo de la tradici¨®n. Si te sumas a ese proceso debes saber de d¨®nde parti¨®, de Nueva Orleans y ?frica, y conectarlo con cualquier m¨²sica que te ayude a mejorarlo. Esto es para m¨ª el jazz.
P. Para los j¨®venes tal vez el hip-hop sea m¨¢s atractivo: transmite informaci¨®n, emite mensajes. ?Acuden a sus conciertos?
R. Es una mezcla que se ha ido consolidando constantemente durante los 10 a?os que llevo tocando; al principio era una mayor¨ªa blanca, hoy es mitad y mitad. Creo que tiene que ver con que actualmente las bandas son m¨¢s reconocidas en los medios. Se daba en el pasado una disparidad racial que hac¨ªa que muchos medios ignorasen el jazz tocado por m¨²sicos negros. Hoy se publica un art¨ªculo sobre Sons of Kemet o The Ancestors y esto hace que mucha m¨¢s gente se interese. O Beyonce usa uno de nuestros temas en su pel¨ªcula Homecoming y da a conocer al p¨²blico negro nuestra m¨²sica.
P. ?C¨®mo logra que cada uno de sus proyectos suene ¨²nico?
R. No busco diferenciarlos, son distintos individuos. Le ponemos nombre a las bandas, pero en realidad son una combinaci¨®n de personas. Si interactu¨® con Danalogue y Betamax en The Comet Is Coming, es un mundo musical totalmente distinto, mantenemos una conversaci¨®n muy espec¨ªfica. Si lo hago con los m¨²sicos sudafricanos es otra conversaci¨®n, la situaci¨®n es distinta. Cuando compongo tengo en mente a los instrumentistas, por lo que la m¨²sica resultante guarda relaci¨®n con sus personalidades. Las posibilidades de cada grupo gu¨ªan a la m¨²sica, m¨¢s que cualquier idea preconcebida. Si compusiese la m¨²sica pensando en c¨®mo deber¨ªa ser la banda, resultar¨ªa m¨¢s uniforme.
P. ?C¨®mo ser¨ªa un ¨¢lbum suyo en solitario?
R. Me lo han preguntado, pero no lo tengo claro. Tengo mucho trabajo por delante: acabamos de completar el ¨¢lbum de Sons of Kemet y luego vendr¨¢ el nuevo de The Comet Is Coming, lo que me ocupar¨¢ los pr¨®ximos dos a?os. Y en ese tiempo conocer¨¦ a nuevos m¨²sicos y quiz¨¢s montemos una banda. Pod¨ªa haber llamado The Shabaka Hutchings Quartet a Sons of Kemet, pero no suena tan bien. Lo mismo con The Ancestors, el disco podr¨ªa haber salido a mi nombre. Creo que si hiciese un ¨¢lbum en solitario probablemente lo titular¨ªa King Shabaka. Cada nombre sugiere una cierta atm¨®sfera, y esta a su vez sugiere a un tipo de m¨²sicos. Dicho esto, no lo descarto a largo plazo.
P. ?Imagina c¨®mo ser¨¢ la pr¨®xima vez que pueda volver a subirse un escenario? ?Lo anhela?
R. Creo que esto va para largo; no habr¨¢ mucha m¨²sica en vivo hasta el pr¨®ximo a?o. He hecho m¨¢s de cien conciertos al a?o durante los ¨²ltimos 12, as¨ª que esta pausa no est¨¢ mal. Creo que cuando vuelva a tocar todo ser¨¢ muy distinto. En general, cuando me he tomado un descanso, vuelvo con una perspectiva distinta que quiz¨¢s el p¨²blico no advierte. M¨¢s relajado. He comprobado que cuando tocas constantemente se va generando una tensi¨®n, una tensi¨®n psicol¨®gica, la necesidad de hacer algo diferente. Cuando no act¨²as en vivo solo escuchas m¨²sica y practicas, y cuando vuelves a escena siempre es desde una perspectiva totalmente distinta. Cuando vuelva no s¨¦ c¨®mo voy a reaccionar, ser¨¢ interesante ver c¨®mo responden cuerpo y mente. Es una idea similar a c¨®mo afrontamos los conciertos con The Ancestors. Cuando nos reunimos tras un a?o sin vernos, siempre me asombra d¨®nde me llevar¨¢ mi instinto. Ser¨¢ algo parecido.
We Are Sent Here by History. Shabaka Hutchings & The Ancestors. Impulse!-UMG.
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