Kit de supervivencia cultural para el encierro (d¨ªa 38)
¡®Babelia¡¯ recomienda los mejores libros, discos, pel¨ªculas, series, c¨®mics y videojuegos para disfrutar en casa
![Fotograma de 'El gran hotel Budapest'.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/2BNAP5ZBFTRZLKNSTHOIAG3KPI.jpg?auth=cf712fbb92348e5e9210b1fe3f5862e0120086287eac2bbf977741cb005485cb&width=414)
Babelia propone un libro, un disco, una pel¨ªcula, una serie, un c¨®mic y un videojuego cada d¨ªa, mientras dure el confinamiento en los hogares y la par¨¢lisis del sector del ocio, para poder disfrutar de la cultura desde casa.
UN LIBRO: Una humilde propuesta, de Jonathan Swift
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Al final de esta nota hay un spoiler (seg¨²n la RAE, destripe). Vamos a ello. La s¨¢tira tiene un cap¨ªtulo dedicado a defender como razonables argumentos claramente absurdos. Su objetivo es poner en evidencia algunas ideas que pasan por serias en ciertos c¨ªrculos. Ya conocen el chiste que circul¨® por la Europa de entreguerras. A: ¡°La culpa de todo la tienen los jud¨ªos¡±. B: ¡°Es verdad, y los ciclistas¡±. A: ¡°?Por qu¨¦ los ciclistas?¡±. B: ¡°?Por qu¨¦ los jud¨ªos?¡±.
Esa tradici¨®n ha llegado hasta nuestros d¨ªas de la mano de grupos como Fuerza Nueva (Los Planetas + Ni?o de Elche) ¡ªque en la canci¨®n?Una, grande y libre desde?an, por blandos, a Vox, Ciudadanos y el PP mientras reclaman la vuelta de Blas Pi?ar¡ª. Otro caso ser¨ªan The Yes Men, aquel colectivo de activistas que copi¨® la web del la Organizaci¨®n Mundial del Comercio para defender la vuelta a la esclavitud o el reciclaje de heces para alimentar a los pobres. Propuestas que terminaron exponiendo entre aplausos en foros donde los tomaban por miembros reales de la OMC.
En el ¨¢rbol geneal¨®gico de la parodia radical ocupa un lugar destacado Jonathan Swift. Los viajes de Gulliver tienen tal carga subversiva que preferimos considerarlos literatura infantil. En 1729, tres a?os despu¨¦s de publicar su famosa novela, volvi¨® a la palestra con ¡°una humilde propuesta para evitar que los hijos de los pobres de Irlanda sean una carga para sus padres o su pa¨ªs y para que se conviertan en algo de provecho para el pueblo¡±. Se trata de un breve an¨¢lisis (3.400 palabras) de la mendicidad, la precariedad laboral (que condena a la pobreza), el maltrato a las mujeres y, sobre todo, la desigualdad entre los terratenientes y aquellos que no pueden pagar el alquiler de las tierras. ?Su propuesta para evitar el lastre que suponen los ni?os (a falta de que los pol¨ªticos presenten una mejor)? Atenci¨®n, spoiler: com¨¦rselos. Javier Rodr¨ªguez Marcos
Una humilde propuesta. Jonathan Swift. Traducci¨®n de Mar¨ªa Jos¨¦ Chuli¨¢. Ilustraciones de Raquel Mar¨ªn. N¨®rdica, 2012. Disponible en edici¨®n electr¨®nica e impresa en Todos tus libros, Amazon y Fnac. El original ingl¨¦s puede leerse gratuitamente en la p¨¢gina de Proyecto Gutenberg.
UNA PEL?CULA: El gran hotel Budapest, de Wes Anderson
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Pocos cineastas tan dados a retratar la melancol¨ªa como Wes Anderson. Hace unos d¨ªas charl¨® en Internet desde su casa en Par¨ªs y adem¨¢s de ir vestido como un dandi, a su espalda aparec¨ªa un decorado de mansi¨®n de cine de otro siglo. Su cine es triste, aunque adornado de perlas de humor negro, trufado de simetr¨ªas y meticuloso gusto por colores, decoraci¨®n, vestuario¡ Ni una imagen de sus pel¨ªculas no est¨¢ previamente estudiada y preparada, porque Anderson es un cineasta pintor. Hacia 2005 descubri¨® la obra de un escritor que conecta con su esp¨ªritu art¨ªstico, Stefan Zweig, y de esa pasi¨®n tard¨ªa y fruct¨ªfera naci¨® El gran hotel Budapest (2014), que traslada la acci¨®n ¡ªal menos la parte central del filme¡ª al periodo de entreguerras y a la ficticia rep¨²blica de Zubrowka, enclavada en Europa Central. El establecimiento del t¨ªtulo es conocido por sus aguas termales y por el buen hacer de su conserje, Monsieur Gustave H., un tipo tan detallista con su trabajo como dotado para las relaciones sociales con sus hu¨¦spedes. A ese mundo id¨ªlico, alejado de problemas sociales y econ¨®micos, llega un botones, Zero, al que Gustave apadrina: ve en ¨¦l la chispa que le alimenta. Ese mismo botones, due?o del hotel, ser¨¢ quien d¨¦cadas despu¨¦s, en pleno imperio sovi¨¦tico, le contar¨¢ sus aventuras a un joven escritor, en un juego de historias dentro de historias. El filme salta por diversas ¨¦pocas y formatos de proyecci¨®n ¨Cpara que el espectador entienda los saltos temporales-, posee un inmenso reparto, secuencias animadas, maquetas mezcladas con actores de carne y hueso, una bella banda sonora y mucha ternura. Y siempre en un mundo atemporal e imaginario, que solo existe en el coraz¨®n de Anderson, que cuando present¨® la pel¨ªcula en la Berlinale de 2014 dijo: ¡°Hasta el nombre del hotel no deber¨ªa ser Budapest porque probablemente sea m¨¢s Hollywood, deba m¨¢s a la atm¨®sfera de esas pel¨ªculas estadounidenses de los a?os treinta dirigidas por realizadores inmigrantes, procedentes del Este de Europa, que son los filmes que m¨¢s me gustan. ?Mi favorita? El bazar de las sorpresas, de Lubitsch, que se desarrolla¡ en Budapest¡±. Gregorio Belinch¨®n
El gran hotel Budapest est¨¢ disponible en Vodafone, iTunes y Rakuten TV.
UN DISCO: Stealin¡¯ home, de Ian Matthews?
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Ian Matthews, brit¨¢nico de 73 primaveras, es casi un paradigma de la mala suerte. Figura entre los fundadores (1967) de Fairport Convention, pero abandon¨® la banda en apenas dos a?os, junto antes de que se consolidara como el gran paradigma del folk-rock brit¨¢nico. Nadie escuch¨® su lectura de?I don't want to talk about it, un par de temporadas antes de que Rod Stewart convirtiera esta balada en ¨¦xito mundial, y otro tanto podemos decir de sus versiones de Ol' 55 (Tom Waits) y Seven bridges road, infinitamente superiores a las que servir¨ªan a los Eagles para ampliar su extensa n¨®mina de triunfos. Y entre su abundant¨ªsima discograf¨ªa como solista, solo con el tiempo hemos acabado reflotando preciosidades como este Stealin' home.
Lo han adivinado: este elep¨¦ tampoco goz¨® en su d¨ªa de la aquiescencia del p¨²blico, pero hoy podemos admirarnos de sus hechuras como uno de los momentos culminantes del soft pop, ese g¨¦nero afable pero plet¨®rico de p¨¢ginas exquisitas (Boz Scaggs, Stephen Bishop, Andrew Gold, David Gates, Dan Fogelberg) que hizo fortuna a mediados de aquella d¨¦cada. Bastar¨ªa escuchar los 60 segundos exactos y a capela de?Carefully taught para comprender que Matthews era de otra pasta. O dos baladas tan sentidas como?Sail my soul y?Let there be blues, que complementan otros momentos m¨¢s acelerados: el tema titular, con su tenue barniz de sicalipsis, o los muy radiables?Don't hang up your dancing shoes y?Shake it, este ¨²ltimo un timid¨ªsimo ¨¦xito en aquellos a?os. Ian pasar¨ªa a firmar todos sus trabajos como Iain a partir de 1989, para presumir de ra¨ªces escocesas, y hace un par de temporadas public¨® una extensa autobiograf¨ªa,?Thro' my eyes, por aquello de reivindicar lo mucho (y bueno) realizado a lo largo de este m¨¢s de medio siglo de andadura. Fernando Neira
Stealin' home est¨¢ disponible en Spotify.
UNA SERIE: Ramy
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En los pasados Globos de Oro, cuando Reese Witherspoon y Jennifer Aniston anunciaron el ganador del premio al mejor actor de comedia, Ramy Youssef subi¨® al escenario y pr¨¢cticamente tuvo que presentarse ante el auditorio. En su discurso brome¨® con que era muy posible que nadie o casi nadie en la sala hubiera visto su serie. Por eso, antes de agradecer a Dios (¡°Allahu Akbar¡±, Al¨¢ es el m¨¢s grande) el premio, explic¨® que se trataba de la historia de una familia musulmana residente en Nueva Jersey.
El humorista, de 29 a?os y de padres egipcios, es el protagonista y cocreador (junto a Ari Knatcher y Ryan Welch) de esta comedia dram¨¢tica que bucea en el choque cultural que supone para un millennial musulm¨¢n tratar de mantener el equilibrio entre sus ra¨ªces y tradiciones culturales y religiosas y el mundo occidentalizado que se encuentra m¨¢s all¨¢ de su barrio. El contraste queda claro en un episodio centrado en c¨®mo vivi¨® el protagonista el 11-S cuando solo era un ni?o y en el colegio de repente sus compa?eros pasaron a preguntarle si era un terrorista. O en los dos episodios finales de la primera temporada en los que viaja a Egipto a visitar a su familia y experimenta el choque entre la idealizada revoluci¨®n de 2011 que ¨¦l tiene en su mente y lo que vivieron y viven all¨ª. Adem¨¢s de su original tratamiento de temas universales como la religi¨®n o las relaciones de pareja, la serie destaca cuando cede el protagonismo a personajes secundarios como la hermana o la madre de Ramy. Frente a la fuerte presencia patriarcal, estos episodios muestran las inquietudes y el ansia de libertad y reconocimiento de las mujeres. Natalia Marcos
Ramy. Ramy Youssef, Ari Knatcher y Ryan Welch. Hulu. 2019. La primera temporada de 10 episodios est¨¢ disponible en Starzplay.
UN C?MIC: El Velo, de El Torres y Gabriel H. Walta
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El c¨®mic siempre ha sido buen compa?ero del g¨¦nero de terror: forma casi parte de su ADN desde que los c¨®mics de la EC popularizaran el horror como espacio de reflexi¨®n social. Y no es una f¨¢cil compa?¨ªa: el g¨¦nero usa (quiz¨¢s abusa) de unos recursos que son complejos en la vi?eta y naturales de otros medios como el cine. Mientras el espectador en una sala cinematogr¨¢fica est¨¢ atado a una tensi¨®n de la que no puede escapar, el lector puede imponer un ritmo al pasar la p¨¢gina que rompa todo intento de impactante sorpresa. As¨ª que el c¨®mic ha tenido siempre que buscar el miedo a trav¨¦s de mecanismos m¨¢s sutiles, jugando con la psicolog¨ªa del lector y con el simbolismo del dibujo, reconvertido en mandala provocador de pesadillas, como bien saben autores japoneses como Junji Ito o Hideshi Hino, aut¨¦nticos expertos en provocar malos sue?os que se enganchan en las retinas.
Uno de los guionistas que mejor han sabido moverse por el g¨¦nero en Espa?a ha sido El Torres, autor poli¨¦drico que ha sido uno de los pocos escritores capaces de desenvolverse a gusto por mercados tan diferentes como el exigente americano o el espa?ol, con obras que suelen jugar al gui?o referencial de partida hacia cine o televisi¨®n para luego surcar su propio camino en connivencia siempre con excelentes artistas. El Velo, publicada hace ya una d¨¦cada, es un perfecto ejemplo de una obra que nace con aroma de series como Medium o Entre fantasmas para embarcarse pronto en un proyecto m¨¢s personal. El Torres maneja con soltura los mecanismos del thriller de fantasmas, pero demuestra su inteligencia al dejar que sea el brillante trabajo de Hern¨¢ndez Walta el que mueva la historia, provocando una atm¨®sfera malsana que lleva al lector a una inquietud constante. Solidez narrativa, excelente arte y una historia entretenida, una ecuaci¨®n perfecta para una buena lectura. ?lvaro Pons
El velo, de El Torres y Gabriel Hern¨¢ndez Walta, fue publicada por la editorial Dibbuks y los autores la han compartido gratuitamente en este enlace.
UN VIDEOJUEGO: Superhot, de Piotr Iwanicki
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Superhot es un juego de disparos en primera persona con la sana vocaci¨®n de redefinir los juegos de disparos en primera persona. Ah¨ª es nada. El juego va de ir superando niveles sencillos y, s¨ª, b¨¢sicamente es un juego de disparos. Pero hay dos caracter¨ªsticas que lo hacen muy especial: la primera es que esquiva la violencia gratuita al estar hechos los enemigos de una especie de vidrio, con lo cual los golpes y disparos adquieren una categor¨ªa est¨¦tica ¨²nica. La segunda, la m¨¢s importante, es una mec¨¢nica inimitable y que solo se puede encontrar en Superhot: el tiempo l¨ªquido. ¡°Time moves only when you move¡±, dice la frase promocional. Y es cierto. Solo cuando el jugador avanza avanzan los enemigos o los objetos que son lanzados, algo que nos permite esquivar golpes (o incluso balas) de una forma incre¨ªblemente satisfactoria. Si bien el juego sali¨®, a partir de 2016, para Xbox One, PlayStation 4, y Nintendo Switch, lo cierto es que como mejor se disfruta es en realidad virtual. Una locura adrenal¨ªtica indispensable. Jorge Morla
Superhot est¨¢ disponible para Linux, Windows, OS X, Xbox One, PlayStation 4, Oculus Quest, Stadia, Nintendo Switch
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