La nueva anormalidad de The Strokes
Con 'Is this it' ense?aron a los sosos a bailar y a los feos a ligar. Desde entonces, han vivido una de las m¨¢s tremendas decadencias que haya protagonizado una banda de rock. Su nuevo disco, 'The New Abnormal', denota una sensible mejor¨ªa
El caso de The Strokes es digno de estudio. Jam¨¢s un grupo ha sido tan puesto en duda cuando era bueno y tan perdonado e incluso jaleado al tornarse p¨¦simo. Cuando surgieron, la prensa musical ¨Cy por entonces, el grueso del p¨²blico de la banda¨C a¨²n cre¨ªa que la forma de reivindicar su valor era ir en contra de los gustos masivos. Entonces, The Strokes tal vez eran muy literales, pero, sin duda, eran imperiales. M¨¢s tarde, esa misma prensa ¨Cy muchos de sus clientes objetivos¨C, con el fin de mantener su relevancia, decidi¨® doblegarse por completo a los gustos, digamos, populares. Entonces, The Strokes eran ya un grupo cuyo mayor m¨¦rito era que cuando cre¨ªas que ya hab¨ªan tocado fondo, se mostraban capaces de excavar un poco m¨¢s en el subsuelo con su siguiente disco.
Arrancaron cuando ser diferente era un valor al que aspirar y, milagrosamente, se han tenido en pie hasta hoy, cuando ser diferente es sin¨®nimo de elitismo, esnobismo y soberbia. A ojos de este nuevo paradigma, la banda edita The New Abnormal, un disco que no le granjear¨ªa un contrato a ning¨²n artista novel, pero que, aunque muchas veces a rega?adientes, se alaba, m¨¢s que nada porque parece menos complicado que criticarlo. Vivimos un tiempo en que solo golpeamos al que ya est¨¢ en el suelo.
En 2001, el lanzamiento de Is this it se entendi¨® por parte del p¨²blico como una revoluci¨®n. Amanec¨ªa un nuevo mundo, uno de temas cortos y pasivoagresivos, pantalones pitillo, zapatillas Converse y bares nuevos que parec¨ªan viejos. Una vez m¨¢s, esa idea de que, aunque todo parec¨ªa estar mal, todo iba a salir bien. Eso pill¨® sorpresa a la facci¨®n m¨¢s elitista, que vio c¨®mo se abr¨ªa una grieta entre sus filas y muchos se alistaban en el rock que pod¨ªan entender las revistas de tendencias y desertaban de la m¨²sica que solo cre¨ªan entender ellos, muchas veces porque ellos eran lo ¨²nicos que hac¨ªan el escuerzo de entenderla. Aunque suene contracultural, The Strokes tienen parte de m¨¦rito en que quien solo escuchaba rock o indie hoy pueda escuchar reguet¨®n y disfrutarlo. Ense?aron a los sosos a bailar y a los feos a ligar.
Arrancaron cuando ser diferente era un valor al que aspirar y se han tenido en pie hasta hoy, cuando ser diferente es sin¨®nimo de elitismo, esnobismo y soberbia
Nadie quiere ser hoy aquel tipo que tras el debut de la banda afirm¨® que los de Julian Casablancas eran un ejercicio retro acometido por ni?os pijos con demasiado tiempo libre. Todo lo que hac¨ªan The Stokes lo hab¨ªan hecho ya Television, Ramones o The Velvet Underground. De acuerdo. Pero ninguno de los grupos lo habla hecho as¨ª y, sobre todo, no lo estaba haciendo entonces. La dial¨¦ctica aquella de que no tiene sentido escuchar algo porque recuerda a algo que alguien en los sesenta o setenta ya hab¨ªa hecho mejor ya la discutieron Oasis y, aunque su triunfo no fue rotundo, si sembr¨® la duda entre las filas enemigas. Y por esas dudas se colaron The Strokes. A¨²n hoy, Is this it es celebrado como una de las cimas musicales de la primera d¨¦cada de este siglo, la de la explosi¨®n definitiva de la retroman¨ªa, aquella en que, durante un buen rato, se dej¨® de pensar en hacer algo nuevo y se centr¨® casi todo el mundo en hacer algo divertido. Todo era muy divertido. Fue un buen rato.
Lo que hemos visto desde aquellos Strokes del a?o 2001 es una de las m¨¢s tremendas y salvajes decadencias protagonizadas jam¨¢s por una banda de rock. Cada ¨¢lbum era un poco por que el anterior, hasta la llegada de Angles (2011), que era mucho peor que su predecesor (First Impressions On Earth, un disco que realmente cre¨ªa que perfumarse puede sustituir ducharse). Comedown machine (2013) ya era tan p¨¦simo que ni ellos mismos se vieron con fuerzas de defenderlo. A pesar de ello, manten¨ªan una base de fans tan leal (y numerosa) que encontraba solaz en estos discos. Por su parte, la prensa a¨²n se mostraba aterrorizada ante la posibilidad de estar dejando mal una obra maestra, otro cambio de paradigma. Entre los que no sab¨ªan pero cre¨ªan que s¨ª y los que sab¨ªan pero no se atrev¨ªan a decirlo, aquello estaba tomando un cariz realmente preocupante. Sobre todo, porque daba la sensaci¨®n de que los ¨²nicos que entend¨ªan lo que estaba pasando e incluso estaban tomando medidas al respecto era los cinco miembros de la banda. Con sus proyectos en solitario, su forma de airear sus malas relaciones personales y su negativa a salir de gira estaban mandando una serie de se?ales nada sutiles sobre lo que suced¨ªa. Pero nadie escuchaba lo que de verdad val¨ªa la pena escuchar.
The New Abnormal llega casi dos d¨¦cadas despu¨¦s de su debut. Si aquel Is this it sali¨® poco despu¨¦s del 11-S ¨Cel tema New York City Cops, ensayo contra la polic¨ªa neoyorquina fue eliminado de las primeros CDs en EE UU¨C, este llega a las puertas de una pandemia. Pero si aquel disco cambi¨® el mundo ¨Cno lo mejor¨® ni empeor¨®, simplemente lo cambi¨®¨C, este no va a cambiar nada. Si acaso, ofrece s¨ªntomas de reagrupamiento en la banda. Que la gente se lleve bien casi siempre es bueno. Algo dislocado, con temas excesivamente largos, unos brillantes (The Adults Are Talking, Eternal Summer, At The Door), otros directamente inservibles (Selfless, Not The Same Anymore, Why Are Sundays So Depressing?), el ¨¢lbum parece necesitar, al menos, otro a?o de cocci¨®n, adem¨¢s de alguien que les dijera que igual sacar como single de adelanto un tema como Bad Decisions ¨Ctan clavado al Dancing With Myself de Billy Idol que han tenido que incluirle en los cr¨¦ditos junto al coautor de aquel cl¨¢sico, Tony James,¨C no lanza un mensaje tranquilizador a socios y accionistas. Eso s¨ª, ha sido bien recibido. Hasta aqu¨ª, nada nuevo. Lo que s¨ª ha cambiado es que, por primera vez, se ha utilizado con The Strokes ¨Cy no de forma ret¨®rica¨C aquel sintagma tan del mundo de la m¨²sica del mejor disco desde. El pobre David Bowie se pas¨® 20 a?os haciendo su mejor disco desde Scary Monsters. The New Abnormal es el mejor largo de The Strokes desde, si es usted un optimista, Is this it, o, si es usted un realista, desde Room On Fire. ?Pero es un buen ¨¢lbum? Eso ya hace mucho tiempo que, con esta banda, dej¨® de importar.
The New Abnormal. The Strokes. Cult/RCA Records. Disponible en Spotify.
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