La armadura del estilo
Sergio del Molino provoca al lector con sus pol¨¦micas paradojas a la vez que narra su experiencia con la psoriasis
Diez libros en 10 a?os han convertido a Sergio del Molino (1979) en maestro de un g¨¦nero propio que combina con flexibilidad la cr¨®nica autobiogr¨¢fica con la investigaci¨®n period¨ªstica bien pertrechada. Adem¨¢s, en un sentido tan estil¨ªstico como temperamental, su recurso predilecto es la paradoja pol¨¦mica. En ¨¦l, lo apod¨ªctico (una frase tajante y tendenciosa) se al¨ªa, de manera ir¨®nica, con un sentido com¨²n algo retorcido. Porque Del Molino practica un arte de circunstancias, que juega a influir en ellas. Por eso no es raro que libros como La Espa?a vac¨ªa fascinen tanto como irriten; a veces, al mismo lector que descubre una realidad nunca nombrada con esa clarividencia, pero se cansa de discutir cada puntual e indemostrable opini¨®n contundente.
Es una de sus estrategias m¨¢s reconocibles: espolear al lector, provocarlo, y llevarlo de regreso al campo de batalla de la actualidad. Aunque para hacerlo tenga que exagerar la boutade y colocarse un tanto por encima de la historia.
La piel es un ejemplo de esta ¡°maniera¡±: Del Molino narra su experiencia de la psoriasis y la alterna con cap¨ªtulos de cr¨ªtica cultural, reflexiones sobre el sistema m¨¦dico y peque?os retratos, con aire de f¨¢bula, de ilustres compa?eros de enfermedad: Stalin, Nabokov, Cyndi Lauper, John Updike. Todo cabe en esta met¨¢fora, a veces forzada, pero siempre eficaz, desde el despertar sexual hasta las categor¨ªas del racismo, del nacimiento de la cl¨ªnica a las ¡°formas torpes de consuelo¡± que nuestra sociedad reserva a quienes padecen, de la enfermedad como estigma al abuso de poder.
Porque La piel es un libro cuya riqueza est¨¢ en su car¨¢cter desigual y su vagabundeo caprichoso. Y aqu¨ª se dan algunos problemas. El principal, la necesidad de justificar la divagaci¨®n bajo el amparo de una tesis. Tras refutar, con apoyo de Susan Sontag, la perversa idea de que las enfermedades encubren un origen moral o nervioso (lo que nos har¨ªa casi siempre responsables de ellas), Del Molino opta por invertir la f¨®rmula: muchos conflictos morales tienen su origen en la respuesta a una enfermedad. As¨ª, podemos relacionar la maldad de Stalin o la crueldad de Pablo Escobar con sus problemas cut¨¢neos. Pero adem¨¢s de caer, de nuevo, en la man¨ªa de las causalidades ¨²nicas, cabe un riesgo mayor en esta argumentaci¨®n: entender la historia como el resultado del comportamiento individual de unos h¨¦roes y villanos.
A medida que uno avanza y disfruta La piel tampoco son necesarios los andamios: el cierre en alto, est¨¢tico, de cada cap¨ªtulo; la invenci¨®n de un narratario infantil, que escucha el libro como si fuera un cuento macabro. Y, sobre todo, las abundantes proposiciones provocadoras: ¡°Un ensimismado es siempre un asesino de masas en potencia¡±; ¡°En cuesti¨®n de semanas, si le pone empe?o, un adulto sano puede experimentar todos ¡ªabsolutamente todos¡ª los placeres sexuales que existen¡±. Y a prop¨®sito de ¡°los nietos de los que perdieron la Guerra Civil¡±: ¡°De todos es sabido que los supervivientes, los que no pudieron matar, son los peores, los m¨¢s viles y cobardes. Yo no presumir¨ªa de ser el nieto de quienes agacharon la cabeza cuando sus amigos enfrentaban el pecho a las balas¡±.
A Del Molino, que concibe cada libro como un ejercicio de franqueza y desnudez, le cuesta desprenderse de sus armas: la m¨¢scara ir¨®nica, el ariete del polemista. Y en un escritor con su capacidad para dar brillo y emotividad a cualquier peque?a an¨¦cdota, las protecciones son in¨²tiles, cuando no irritantes.
BUSCA ONLINE ¡®LA PIEL¡¯
Autor: Sergio del Molino.
Editorial: Alfaguara, 2020.
Formato: tapa blanda (240 p¨¢ginas, 18,90 euros) y e-book (8,99 euros).
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