Vi?etas para un desconfinamiento lento
'Cheminova', quinta y ¨²ltima entrega de la saga 'Orlando y el juego', de Luis Dur¨¢n, es una de las grandes novedades del mes en la secci¨®n junto a recuperaciones de cl¨¢sicos como el teniente Blueberry
Para decepci¨®n de muchos, el confinamiento no se vio acompa?ado de las apocal¨ªpticas predicciones que auguraban las ficciones del g¨¦nero, sino por escenarios dom¨¦sticos e ¨ªntimos que nos dejan ante la desescalada en pijama y con s¨ªndrome de la caba?a. Despu¨¦s de haber aprendido los placeres de la ralentizaci¨®n de la vida, y de volver a apreciar el disfrute de la lectura, los tebeos intentar¨¢n lograr el dif¨ªcil equilibro entre aportar una luz de apoyo ante la todav¨ªa confusa realidad hacia la ¡°nueva normalidad¡± y lidiar con un complejo panorama editorial que arrastra tanto la reorganizaci¨®n de la programaci¨®n de las novedades como el impacto de la p¨¦rdida de citas fundamentales para el noveno arte como el Sal¨®n del C¨®mic de Barcelona.
Sin duda, una de las grandes novedades que nos aguardan este mes es Cheminova (Di¨¢bolo C¨®mics), quinta y ¨²ltima entrega de la herc¨²lea saga de Orlando y el juego, en la que el dibujante Luis Dur¨¢n (O?ate, 1967) se asoma a los abismos de la nostalgia para encontrar infinitos puentes entre la cultura popular y la construcci¨®n de nuestra personalidad. El relato imaginado como cimiento de nuestra memoria, la realidad como base de las fantas¨ªas... Para Dur¨¢n, la propia esencia de la humanidad est¨¢ ligada a su capacidad para so?ar, creando una s¨®lida unidad indivisible, sin fisuras. Los cinco vol¨²menes de esta obra pueden ser le¨ªdos como un juego referencial nost¨¢lgico, pero son sobre todo una monumental enciclopedia de la creaci¨®n de la identidad del ser humano a trav¨¦s de sus historias.
Hace quince a?os que el teniente Blueberry no llegaba a las librer¨ªas. La muerte de Moebius parec¨ªa cerrar definitivamente la trayectoria de este famoso personaje del c¨®mic europeo, relegada tan solo a las entregas que Corteggiani y Blanc-Dumont segu¨ªan realizando sobre su juventud, pero este cl¨¢sico del western se resist¨ªa a morir y vuelve de la mano de dos de los grandes referentes de la Nouvelle BD, un movimiento de renovaci¨®n del c¨®mic galo que precisamente ten¨ªa en la relectura de los g¨¦neros uno de sus puntales. Joann Sfar (Niza, 1971) y Christophe Blain (Gennevilliers, 1970) crean con Rencor Apache (Norma Editorial) un nuevo escenario que evita continuar donde lo dej¨® Giraud para mirar tanto en fondo y forma a Jij¨¦, la gran inspiraci¨®n de la serie en sus or¨ªgenes, siguiendo el canon del western sin renunciar a su evoluci¨®n.
Edgar Allan Poe ha sido, posiblemente, uno de los escritores m¨¢s adaptados al c¨®mic, con recordadas historietas firmadas por Reed Crandall, Gene Colan, Bernie Wrightson, Mart¨ªn Salvador, Jos¨¦ Ortiz o, sobre todo, Richard Corben. Sin embargo, y pese a la excelencia de muchas de estas incursiones en el universo de Poe, pocas pueden igualarse a la contundente fuerza de las adaptaciones de Albert Breccia (Montevideo, 1919-Buenos Aires, 1993). Experimentando con el ritmo de la narraci¨®n, con el uso impactante del blanco y negro, el maestro uruguayo consigui¨® trasladar al lector una desasosegante atm¨®sfera que deja sin respiraci¨®n. El coraz¨®n delator y otras historias de E. A. Poe (Astiberri) recopila las cinco incursiones de Breccia en la iconograf¨ªa de Poe, componiendo cinco obras maestras del relato corto en c¨®mic.
Que el c¨®mic es una de las fuentes m¨¢s fidedignas para el estudio de la historia se puede comprobar ya en las bellas planchas dominicales de Hoogan¡¯s Alley, aut¨¦nticos frescos de la vida cotidiana de los barrios bajos urbanos americanos. M¨¢s de un siglo despu¨¦s, los tebeos siguen respondiendo con puntualidad a esa funci¨®n que recrea la actualidad circundante, usando la ficci¨®n como un escalpelo que disecciona la realidad. Las doradas y ampulosas tapas de Primavera para Madrid (Autsaider) nos llevan a escenarios que nos recuerdan a nuestra historia reciente, en los que Magius (Murcia, 1981) compone un completo c¨®dice del chalaneo y la corruptela, del ansia de poder como forma de vida. Un perfecto ejemplo de c¨®mo la vida imita a la ficci¨®n. ?O era al rev¨¦s?
La muerte de Andrea Pazienza (San Benedetto del Tronto, 1956-Montepulciano, 1988) con apenas 32 a?os convirti¨® a Pompeo (Fulgencio Pimentel) en un inesperado testamento vital de uno de los autores m¨¢s importantes del c¨®mic europeo de los a?os 70 y 80, un tsunami art¨ªstico que aterriz¨® en el noveno arte con una rabia creativa incontenible: sus obras se sal¨ªan del marco del underground para reivindicar un g¨¦nero propio que solo la hero¨ªna pudo frenar en seco. En esta ¨²ltima obra, Pazienza compone un poema visceral en el que la droga se alza como protagonista ¨²nico, en una prof¨¦tica eleg¨ªa de la autodestrucci¨®n y la pasi¨®n por la vida, mostrando con una sinceridad aplastante esa dualidad a la que se enfrentaba el genio cada d¨ªa.
Pocas obras quedar¨¢n mejor como memoria de los d¨ªas de confinamiento pasados que El murci¨¦lago sale a por birras (Caramba C¨®mics). Cada d¨ªa, el dibujante ?lvaro Ortiz (Zaragoza, 1983) publicaba en sus redes esta parodia del famoso vigilante nocturno, un juego de improvisaciones en el que la ¨²nica regla era romper la monoton¨ªa con la pirueta m¨¢s alocada, pero que poco a poco fue marcando su propia personalidad en un divertid¨ªsimo juego referencial que sirve de ir¨®nica reflexi¨®n sobre la cultura popular moderna. El primer birrac¨®mic de la historia¡?todo un acontecimiento!
El anuncio de la adaptaci¨®n al c¨®mic del best-seller de Fernando Aramburu, Patria, parec¨ªa responder a la habitual maniobra de sobreexplotaci¨®n comercial de los ¨¦xitos literarios, pero la elecci¨®n de Toni Fejzula (Belgrado, 1980) a los l¨¢pices es una arriesgada apuesta por una aproximaci¨®n diferente. Fejzula est¨¢ curtido en el c¨®mic americano y siempre ha desatacado por su gusto por la experimentaci¨®n narrativa y los violentos contrastes crom¨¢ticos, que pueden aportar una nueva lectura a la conocida obra de Aramburu. Hay inter¨¦s.
Ernie Pike (Norma Editorial), de H.G. Oesterheld (Buenos Aires, 1919-1977) y Hugo Pratt (Rimini, 1927-Pully, 1995), es una obra bien conocida para el lector espa?ol, pero que desgraciadamente nunca hab¨ªa podido leer el texto escrito por el magistral guionista argentino, escondido tras capas de traducciones y retraducciones. En esta nueva y cuidada edici¨®n integral se recupera la versi¨®n original de uno de los grandes referentes del antibelicismo en el noveno arte, una dur¨ªsima reflexi¨®n sobre la guerra como cruel espect¨¢culo de las miserias humanas en la que las verdaderas heroicidades quedan siempre an¨®nimas.
Es una gran noticia que por fin se edite en Espa?a una obra de Aidan Koch (Seattle, 1988), una de las autoras m¨¢s importantes del movimiento de la poes¨ªa gr¨¢fica. La espiral (Aia Editores/Ediciones Valientes) es una lectura pausada y de contemplaci¨®n, que obliga a detenerse en cada trazo, en cada palabra, deleit¨¢ndose en esos ritmos visuales ¨ªntimos que genera la composici¨®n de la p¨¢gina, en unos di¨¢logos que a¨ªslan al lector del mundo, acogi¨¦ndolo dentro de los l¨ªmites de una vi?eta donde las realidades se diluyen para encontrar una sugerente e inspiradora paz lectora.
Es curioso comprobar hasta qu¨¦ punto el c¨®mic y la m¨²sica siempre han encontrado espacios de coincidencia, que ven m¨¢s all¨¢ de las diferencias de los sentidos a las que van dirigidas para encontrar similitudes en las reacciones que provocan en quien disfruta de estas artes. El c¨®mic ha aprovechado siempre sus capacidades sinest¨¦sicas para introducir una m¨²sica en sus p¨¢ginas que es tan audible como legible, favoreciendo una simbiosis tan misteriosa como apasionante. Memoria de una guitarra (Panini C¨®mics), de Rom¨¢n L¨®pez Cabrera (Murcia, 1988), surca ese camino a trav¨¦s de un guitarra que se erige en representante de los cantautores espa?oles que lucharon contra el franquismo, simbolizados en un poli¨¦drico Pepe Soller en el que es posible reconocer y o¨ªr a Raimon, Paco Ib¨¢?ez, Serrat, Llach o tantos otros y otras referentes de la lucha por la libertad.
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