Arte y turismo: del ¡®vedutismo¡¯ al apocalipsis
Varios creadores estudian los efectos del turismo de masas y su transformaci¨®n en modelo econ¨®mico de privatizaci¨®n y de promoci¨®n de dictaduras
El confinamiento y el ocio larvado han resultado ser el fin del mundo del turismo de masas y la mariposa de las ciudades y el paisaje natural. La aceleraci¨®n provocada por la pandemia es un brillante logro porque se ha realizado sin una m¨¢quina del tiempo, pero a la vez nos obliga a desentra?ar el ovillo de los hilos emocionales con el mundo: el sentido de nuestras acciones en el entorno, el miedo, la autocompasi¨®n, la solidaridad. Ya nada se parecer¨¢ a nada y no habr¨¢ que esperar a las pr¨®ximas generaciones para viajar futur¨ªsticamente. Elon Musk, el l¨ªder de Tesla, anuncia que en un corto plazo su empresa SpaceX ofertar¨¢ los vuelos de punta a punta del planeta en 30 minutos al precio de un billete de avi¨®n, y viajes gama alta alrededor de la Tierra y a las colonias futuras en Marte. No es un espejismo de sal¨®n. La covid-19 es m¨¢s peligrosa que el tibur¨®n de Amity Island en la pel¨ªcula de Spielberg. A nadie se le ocurre hoy planear unas vacaciones en la costa ni experimentar la pesadilla de un crucero familiar: si ya era una pel¨ªcula de desastres, ahora nos parece demasiado realista.
Somos turistas virtuales, nos relacionamos mediante ruiditos y sonidos de despegues, TikTok, Zoom, y las visitas a las pinacotecas ya empezaban a ser todo menos reales. Entramos en las pir¨¢mides de Egipto armados con un visor de AR (realidad aumentada) para ahorrarnos las iras de Tutankam¨®n, incluso adaptamos la visita a nuestro antojo como hizo Canaletto, un instagramer avant la cam¨¦ra que modificaba la realidad veneciana para adaptarla a los caprichos de los nobles y burgueses brit¨¢nicos, que adquir¨ªan sus vedute, equivalente antiguo y caro de las postales, como souvenir del grand tour por el continente.
Podemos incluso hacernos el pasaporte de un pa¨ªs imaginario, en Catalu?a, precisamente, sin que la polic¨ªa nos mida las costillas. D¨ªas atr¨¢s, se inaugur¨® en Barcelona el consulado de Syldavia, el pa¨ªs que el historietista Herg¨¦ dibuj¨® para Tint¨ªn y Mil¨² y donde situ¨® la lanzadera del primer cohete a la Luna (Objetivo: La Luna) bastantes a?os antes que el Apollo 11. El c¨®nsul honorario Enric Revert¨¦ (hay muchos m¨¢s, en Canad¨¢, B¨¦lgica y Francia) recibi¨® a decenas de tintin¨®filos en su local del barrio de Poblenou para entregarles los salvoconductos lacrados, incluso hubo alguno que solicit¨® el asilo pol¨ªtico. Herg¨¦ se hab¨ªa inventado su peque?o pa¨ªs ¡ªque situ¨® en la geograf¨ªa balc¨¢nica ¡ª en los a?os anteriores a la Segunda Guerra Mundial ¡ªaparece por primera vez en El cetro de Ottokar (1939) y se habla de otro, Borduria, enemigo dictatorial de Syldavia ¡ª, lo que le permiti¨® fantasear con un para¨ªso id¨ªlico libre de la amenaza hitleriana, con su propia historia (ocho siglos), lengua y costumbres. Hasta introdujo unos folletos tur¨ªsticos patrocinados por la compa?¨ªa a¨¦rea Syldair con fotograf¨ªas de est¨¦tica orientalista que le sirven a Tint¨ªn para entretener su viaje en tren al Reino del Pel¨ªcano Negro. Si el turismo empez¨® siendo un gran invento, ahora es una ruina total de la que solo se salva Corea del Norte, otro pa¨ªs imaginario. La homeopat¨ªa, tan denigrada por la ciencia oficial, ha logrado su mejor efecto publicitario, una pandemia como remedio de otra pandemia.
En las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, artistas y comisarios han abordado el fe¨ªsmo de la humanidad rid¨ªculamente apretujada en las playas y en los descampados del extrarradio (Martin Parr), analizado el turismo como industria extractiva, carcoma para los museos (el efecto Guggenheim), los mercados (La Boquer¨ªa, convertida en macrotienda gourmet) y terminales de cruceros (Venecia). Tambi¨¦n han tratado la sobreabundacia de im¨¢genes (Thomas Struth, Tom¨¢s Piz¨¢, Dom¨¨nec), la explotaci¨®n urbana y las pol¨ªticas migratorias (el caso de M¨¢laga en la obra de Rogelio L¨®pez Cuenca), la muerte por ¨¦xito de las ciudades (Muntadas en Protocolli Veneziani, 2013) o su perversi¨®n en espect¨¢culo de Apocalipsis, en enclaves como Chern¨®bil, Nueva Orleans y Fukushima (Pierre Huyghe).
En Espa?a, tres exposiciones bordean el asunto desde un enfoque etnol¨®gico. Fueron programadas con anterioridad al par¨®n de estos meses as¨ª que inevitablemente tendr¨¢ muchas m¨¢s lecturas. Desde que Joan Mir¨® regal¨® su sello a Turespa?a para publicitar las playas (con un sol de color amarillo, rojo y negro, qui¨¦n sabe si para casarlo con la ense?a alemana) y el lema I Need Spain (1983), no pocos fot¨®grafos colaboraron con las din¨¢micas promocionales: P¨¦rez Siquier, Francisco Onta?¨®n, Catal¨¤-Roca o Ram¨®n Masats, de este ¨²ltimo es la exposici¨®n en Tabacalera (Visit Spain. 1955-1965) sobre ritos folcl¨®ricos que el r¨¦gimen franquista present¨® como t¨®picos para el visitante extranjero.
Otros eran profesionales de la propaganda, como Josep Planas Montany¨¤, poseedor del monopolio de la postal tur¨ªstica y propietario de Casa Planas, fundada en Mallorca en 1949. Lleg¨® a tener un helic¨®ptero propio (?que le alquilaba a la Guardia Civil!) que le serv¨ªa para tomar im¨¢genes a¨¦reas de la explotaci¨®n costera y que despu¨¦s se usaron como modelo en las econom¨ªas emergentes de Asia y Am¨¦rica latina. Para Es Baluard, su nieta, la artista Marina Planas, ha compuesto un mosaico de 600 fotograf¨ªas del archivo (algunas de car¨¢cter ¨ªntimo o familiar, donde aparecen personajes c¨¦lebres como Joan Fontaine, Chaplin, Fraga, Mussolini con Franco) con textos e im¨¢genes extra¨ªdos de Internet que ilustran la Espa?a del desarrollismo. Finalmente, el IVAM aporta un conjunto documental armado por Alicia Fuentes, con carteles, folletos, revistas y fotolibros del levante espa?ol publicitado como la ¡°periferia del placer¡±, donde el turista pod¨ªa vivir experiencias aut¨¦nticas en ¡°un ed¨¦n al sur de Europa¡± antes de convertirse en lis¨¦rgicas con la ruta del bacalao. De ah¨ª a la virtualidad del sof¨¢ de casa solo hab¨ªa que dar un paso.
Enfoques b¨¦licos del turismo: todo incluido. Marina Planas. Es Baluard. Palma de Mallorca. Hasta el 27 de septiembre.
De vacaciones en el pa¨ªs de las Hesp¨¦rides. IVAM. Valencia. Hasta el 30 de agosto.
Visit Spain. 1955¨C1965. Ram¨®n Masats. Tabacalera. Madrid. PhotoEspa?a. Hasta el 12 de octubre.
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