El gran autorretrato de Mark Lanegan
El turbulento artista de la escena alternativa norteamericana, un esp¨ªritu errante en la senda de Nick Cave, pone orden en su pasado con un libro de memorias y con su ¨²ltimo ¨¢lbum
A veces, no hay nada mejor que echar la vista atr¨¢s y poner en orden los recuerdos para comprender qui¨¦nes somos. Mark Lanegan, uno de los artistas m¨¢s turbulentos de la m¨²sica alternativa norteamericana, ha puesto orden en su pasado con la reciente publicaci¨®n de un libro de memorias, Sing Backwards and Weep. Tanto es as¨ª que el m¨²sico ha querido acompa?arlo de un disco que sirva tambi¨¦n de repaso existencial, antoj¨¢ndose como una banda sonora de s¨ª mismo.
Ambicioso y desbordante en sus 15 composiciones, Straight Songs of Sorrow es el resultado de una visi¨®n honda y visceral sobre la vida y la m¨²sica que posee el exmiembro de Screaming Trees, el grupo con el que empez¨® a echar gasolina de la buena al fuego del grunge en los ochenta. Desde que tir¨® en solitario, Lanegan, que dej¨® en los noventa sobresalientes obras afiladas como Whiskey for the Holy Ghost y I¡¯ll Take Care of You, sigui¨® la estela de Tom Waits y, especialmente, Nick Cave, tipos capaces de retorcer tanto un blues que lo ahogaban en remordimientos de rock. A partir de ah¨ª, no ha hecho m¨¢s que revolverse en sus propias tinieblas de drogadicci¨®n y depresi¨®n hasta convertirse en un m¨²sico de dif¨ªcil molde, un p¨¢jaro de la noche sin jaula que en la ¨²ltima d¨¦cada ha experimentado concienzudamente con la electr¨®nica.
Desde ¡®I Wouldn¡¯t Want to Say¡¯, un primer corte con el espectro berlin¨¦s de David Bowie-Lou Reed-Iggy Pop, Straight Songs of Sorrow muestra todos los Lanegan conocidos con una contundencia atronadora. El m¨²sico sabe qui¨¦n ha sido y qui¨¦n es y act¨²a en consecuencia. No solo porque se rodea de lo mejor, con colaboraciones de Adrian Utley de Portishead, Greg Dulli de The Afghan Whigs, Warren Ellis de Bad Seeds, John Paul Jones de Led Zeppelin y Ed Harcourt, sino porque dispara un muestrario de abrasadoras y sombr¨ªas vi?etas de rock, como ¡®Ketamine¡¯, ¡®Churchbells, Ghosts¡¯, ¡®Ballad of a Dying Rover¡¯ y ¡®Bleed All Over¡¯, y de fr¨¢giles sensaciones folk como ¡®Apples from a Tree¡¯ y ¡®This Game of Love¡¯, acompa?ado de su esposa, Shelley Brien, y rememorando sus apreciados duelos con Isobel Campbell. Todo este conjunto de pegada, de elevarse sobre su propia figura, suena con una ¨¦pica reforzada, ilustrada en los m¨¢s de siete minutos de la espectacular ¡®Skeleton Key¡¯, una composici¨®n que con esa voz hiriente atrapa en su abrazo asfixiante.
En una ¨¦poca en la que Nick Cave ha alcanzado una alt¨ªsima cota m¨ªstica, muy reconocida y fascinante por sus ¨²ltimos discos, Mark Lanegan le sigue a la zaga, como otro esp¨ªritu errante admirable. Y, mientras tanto, en este ¨²ltimo vuelo ha dibujado su gran autorretrato. Ser¨¢ dif¨ªcil de olvidar.
Straight Songs of Sorrow. Mark Lanegan. Heavenly Records / Pias.
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