Las trampas de la meritocracia
C¨¦sar Rendueles denuncia las estrategias que, en nombre de la libertad individual, perpet¨²an la desigualdad y sus derivados: del fracaso escolar a la violencia social
La Revoluci¨®n Francesa propon¨ªa libertad, igualdad, fraternidad. Todo al mismo tiempo. Luego, la historia ha conocido momentos en los que te¨®ricos de la pol¨ªtica y pol¨ªticos en la pr¨¢ctica enfatizaban un elemento u otro; incluso suger¨ªan que algunas limitaciones no sobraban. Unas veces se pretend¨ªa limitar la libertad, otras la igualdad y casi siempre ambas. No pocos liberales sostienen que las desigualdades sociales no son sino consecuencia del uso que los individuos hacen de su libertad, de modo que es innecesaria una pol¨ªtica correctora de la desigualdad. Una cosa queda clara: proclamar un derecho no es llevarlo a la pr¨¢ctica. Todo Occidente se declara igualitario. Pero ah¨ª est¨¢n los datos sobre las crecientes desigualdades entre ciudadanos. El libro de C¨¦sar Rendueles, que ¨¦l mismo asume que tiene tono y voluntad panfletaria, es decir, de soflama para incitar a la acci¨®n, es una defensa de los valores igualitarios con el objetivo de lograr ¡°una sociedad ilustrada, libre y fraterna¡±.
?se es el punto de llegada (la cita recoge las ¨²ltimas palabras del volumen); ¨¦ste el de partida: ¡°La igualdad no es la condici¨®n para nada, sino un fin en s¨ª misma porque es una de las bases de nuestra vida en com¨²n¡±. Rendueles analiza las ventajas (pol¨ªticas y morales) de la igualdad y, sobre todo, los inconvenientes de la desigualdad, porque, sostiene, ¡°la desigualdad destruye el tipo de v¨ªnculos sociales que nos resultan imprescindibles en cualquier proyecto de vida buena¡±. La desigualdad se impone (desde el Neol¨ªtico, dice) porque los poderosos han encontrado el medio para imponerla. Y cuenta con vigorosos propagandistas que fingen defender un proyecto igualitario. A lo sumo admiten cambios paulatinos. Replica Rendueles que la paciencia es un don que solo pueden permitirse los que tienen tiempo, no los que carecen de todo.
La desigualdad aumenta desde los setenta y se acrecienta con la crisis de 2008. En Espa?a las propiedades de las 20 personas m¨¢s ricas suman tanto como las de las 15 millones m¨¢s pobres. Y las pol¨ªticas redistributivas no se estilan. Al contrario. Medidas fiscales que se aplicaban en Estados Unidos y otros pa¨ªses occidentales en los a?os posteriores a la II Guerra Mundial ser¨ªan hoy catalogadas de bolcheviques. Los partidos ¡°hegem¨®nicos¡± hablan poco de igualdad. Como mucho propugnan la igualdad de oportunidades o se ¡°indignan moralmente¡± por las desigualdades extremas, tal vez porque se dirigen, fundamentalmente, a una difusa clase media. La aceptaci¨®n de la desigualdad social se ha generalizado tanto entre los acad¨¦micos como en las pol¨ªticas p¨²blicas y empieza a consolidarse como cosmovisi¨®n de la mayor¨ªa. S¨®lo a veces se quiebra esta tendencia: se?ala Rendueles la perplejidad que produce ver, como efecto de la pandemia, a entusiastas liberales reclamando la intervenci¨®n del Estado. Una reclamaci¨®n coyuntural; la actitud m¨¢s frecuente es exaltar los merecidos logros individuales.
Aunque el libro analiza la renta b¨¢sica, la evoluci¨®n de los partidos o la noci¨®n de clase media, destaca el cap¨ªtulo dedicado al sistema educativo, que su autor ve como fuente de desigualdad y factor de consolidaci¨®n de las diferencias de partida. En Espa?a el 56% de estudiantes hijos de profesionales de clase media-alta con notas malas alcanzan la educaci¨®n posobligatoria. Este porcentaje se reduce al 20% entre los hijos de trabajadores. ¡°Una democracia igualitaria es simplemente inconcebible sin las posibilidades de ilustraci¨®n¡±, dice Rendueles, aunque hoy la educaci¨®n promete igualdad pero reproduce las desigualdades heredadas. A ello colabora una escuela concertada subvencionada establecida en zonas ricas. La p¨²blica queda para las m¨¢s pobres. Una concertada con un sistema de admisi¨®n que env¨ªa al 85% de los hijos de inmigrantes a la p¨²blica. La escuela concertada es, afirma, la base de los privilegios de familias ricas sobrerrepresentadas en los mecanismos de formaci¨®n de opini¨®n p¨²blica.
El sistema no corrige la desigualdad, la reproduce, aunque los estudios muestren que ¡°la desigualdad genera m¨¢s violencia, m¨¢s c¨¢rcel, menos asociacionismo, m¨¢s fracaso escolar, embarazos adolescentes y menos movilidad social¡±. Impone la idea de que los ricos deben sus ¨¦xitos al m¨¦rito y no a la suerte ni a la herencia, de modo que est¨¢n justificadas las diferencias salariales. Y de pronto, ¡°la pandemia nos hace descubrir trabajos mal pagados muy importantes¡± que hasta ahora eran considerados alienantes cuando no ¡°trabajos de mierda¡±, susceptibles de ser robotizados. Robotizaci¨®n que ¡°a menudo consiste en tratar a los seres humanos como si fueran robots¡±. Eso s¨ª, en nombre del desarrollo y de la patria, pese a que ¡°las ¨¦lites globales se han emancipado, su patria es el para¨ªso fiscal m¨¢s cercano¡±.
Entre los discursos igualitarios recupera el mito plat¨®nico del reparto de bienes entre los animales, incluido el hombre. Su resumen, correcto en lo general, resulta impreciso en los detalles. Sobre todo, al traducir un tanto forzadamente por ¡°justicia¡± el bien concedido al hombre: la aret¨¦ politik¨¦, que es m¨¢s bien ¡°virtud pol¨ªtica¡± o ¡°sentido de la convivencia¡±. Es un asunto menor y no afecta a la coherencia de un discurso que, contra tantos, defiende que la igualdad debe ser el eje central de las pol¨ªticas emancipatorias, adem¨¢s de un ¡°objetivo pol¨ªtico a largo plazo que requerir¨¢ una f¨¦rrea voluntad colectiva¡±. Porque, sostiene Rendueles, ¡°la igualdad no es el fin del camino, sino el camino mismo¡±.
'Contra la igualdad de oportunidades. Un panfleto igualitarista'
Autor: C¨¦sar Rendueles
Editorial: Seix Barral, 2020
Formato: Tapa blanda. 368 p¨¢ginas
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