¡®Demon¡¯s Souls¡¯: el renacimiento de todo un g¨¦nero
Todo lo que hizo grande al original sigue ah¨ª en el 'remake' de Bluepoint Games, que pule adem¨¢s algunas carencias antiguas
¡°He visto al Creador, aguijoneando su crueldad in¨²til, prender incendios en los perec¨ªan ancianos y ni?os. No soy yo quien inicia el ataque; ¨¦l mismo me obliga a hacerle girar, como una peonza, con el l¨¢tigo de cuerdas de acero. ?No me proporciona, acaso, acusaciones contra s¨ª mismo? ?No lograr¨¢ agotar mi espantoso verbo! Se nutre de las insensatas pesadillas que atormentan mis insomnios.¡±
Este (y alguno m¨¢s) extracto de Los cantos de Maldoror, de Lautr¨¦amont, extra¨ªdo de la edici¨®n de C¨¢tedra, traducci¨®n de Manuel Serrat Crespo, me recuerda mucho a lo que se siente al jugar a la saga souls. Y aqu¨ª podemos englobar todos los t¨ªtulos que ni siquiera son parte de la saga, como Bloodborne y Sekiro. Ning¨²n videojuego me ha hecho sentir un desamparo tal como cuando leo a Coleridge, Lautr¨¦amont o Hodgson. Sumergido en un abismo del que no soy rey supremo (al contrario de lo que sucede en tantos videojuegos), sino un pe¨®n que lucha por escapar de un destino peor que la muerte. Tan solo Hidetaka Miyazaki y su equipo de From Software han logrado emular esa sensaci¨®n a trav¨¦s de su dark fantasy con tan terrible exactitud.
Y todo empez¨® hace m¨¢s de una d¨¦cada con Demon¡¯s Souls.
Un videojuego que se ha ganado el estatus de obra de culto. Una historia de pel¨ªcula: un desarrollo abocado al fracaso, un joven ilusionado con la posibilidad de dirigir su primer proyecto, un lanzamiento discreto y una comunidad entusiasta que encumbra la obra, a su creador, que termina dirigiendo la empresa en tiempo r¨¦cord y da pie a todo un estilo de desarrollo de videojuegos: el soulslike. El videojuego que lo empez¨® todo y con el que Sony decide, en un giro sorpresivo de lo que podr¨ªamos denominar ¡°lanzamientos seguros¡±, presentar su nueva consola, Playstation 5.
Hace ya un tiempo que Bluepoint Games sorprendi¨® a todos con un remake de Shadow of the Colossus, al genial obra de Fumito Ueda, que nos quit¨® el aliento con un lavado de cara gr¨¢fico majestuoso y un respeto por la obra original reverencial que convirti¨® al mismo en la mejor manera de introducirse en el misterioso mundo del creativo japon¨¦s (que, al mismo tiempo, ser¨ªa un referente clave para Hidetaka Miyazaki, creador de la saga souls), y por otro, de regresar a uno de los t¨ªtulos m¨¢s especiales de la Playstation 2. Tras esto, las alarmas sobre el estudio estadounidense trabajando en un remake de Demon¡¯s Souls se dispararon. Lo que muy pocos esperaban es que este se convirtiera en estandarte del lanzamiento de una nueva consola.
?Por qu¨¦?
Bueno, los jugadores asiduos a Miyazaki sabr¨¢n que la dificultad y la exigencia son dos de las claves de todos sus juegos. En Demon¡¯s Souls se inici¨® esta tendencia a desarrollar t¨ªtulos muy desafiantes, dise?os de niveles endiablados, laber¨ªnticos, que precisan de una profunda paciencia, jefes finales que nos ense?an sus flaquezas al derrotarnos m¨²ltiples veces¡ Videojuegos, en definitiva, que poco tienen que ver con la visi¨®n generalista de las consolas o con el jugador medio. Pero, al mismo tiempo, la primera gran obra de Miyazaki se ha convertido en un referente, una suerte de santo grial para los admiradores de esta clase de juegos, envuelto en un halo de misterio. Dif¨ªcil de jugar debido a sus mec¨¢nicas envejecidas, no tan popular y conocido como sus hermanos menores, tosco gr¨¢ficamente¡
Claro que el as bajo la manga de Sony era Bluepoint Games.
El lavado gr¨¢fico que se ha dado a Demon¡¯s Souls es m¨¢s que evidente. Ahora, el juego luce como un verdadero baluarte de la nueva generaci¨®n, con un dise?o art¨ªstico rescatado de la propuesta original y actualizado a nuestros tiempos, animaciones magn¨ªficas, una paleta de colores que expresa el horror y la violencia que caracterizan su narraci¨®n y una tecnolog¨ªa de puesta a punto que dejar¨¢ pasmados a los jugadores. Me refiero, sobre todo, a los pr¨¢cticamente inexistentes tiempos de carga del juego, la soltura con que se mueve, la resoluci¨®n, los 60fps que le sientan como un guante¡ Una serie de mejoras que hacen que este pueda pasar por el nuevo lanzamiento de From Software, en lugar de tratarse del remake de aquel primer escal¨®n en la escalera al ¨¦xito y el prestigio.
Volvemos al reino de Boletaria, una suerte de mundo inspirado en la fantas¨ªa medieval, cercana a la Edad Media europea, donde la muerte no significa el fin, los dragones campan a sus anchas arrasando cuanto ven y las fuerzas demon¨ªacas amenazan con arrojarnos a un abismo del que nada ha regresado. Una propuesta que bebe de muchas fuentes y de ninguna al mismo tiempo: podemos encontrar sus huellas en la fantas¨ªa ¨¦pica de Tolkien o las leyendas art¨²ricas; pero tambi¨¦n en H.P. Lovecraft y su c¨ªrculo de adeptos, los citados Cantos de Maldoror, la Divina Comedia de Dante, o incluso la tenebrosa El reino de la noche de William Hope Hodgson, el manga Berserk... Obras que nadie sabe si han sido referencias directas o no para Hidetaka Miyazaki, celoso de su vida privada y del que no se sabe gran cosa, pero que bien pudieron formar parte de esa historia que sit¨²a al creativo leyendo obras en ingl¨¦s en la biblioteca de su pueblo y rellenando con su imaginaci¨®n las partes que no comprend¨ªa. Algo que se traslada a su forma de contar historias: obligando al jugador a fijarse en los detalles, a atar cabos, leer las descripciones de los objetos que recoge, atender a lo que sucede a su alrededor¡ Una narrativa fragmentada que dotan de misterio a una historia que, contada en su forma m¨¢s simple, quiz¨¢s pueda pecar de t¨®pica.
Y dec¨ªa que es una elecci¨®n curiosa este remake de Demon¡¯s Souls porque es un juego que no hace prisioneros. Resulta exigente, no da la bienvenida a nadie. Hace falta un esfuerzo consciente por continuar, por comprender y por superarse a uno mismo. En su d¨ªa lo pude jugar en mi Playstation 3 y sus controles poco afinados me hicieron la vida imposible. No pude acabarlo. Ahora, sin embargo, gracias a que Bluepoint Games a pulido un tanto estas carencias, el juego se ha convertido en mi favorito de la saga. Tiene algo inexplicable en su mundo, en la melancol¨ªa que rodea sus escenarios, el horror de la Torre de Latria y la prisi¨®n de la Esperanza; el miedo que llega a provocar el laberinto de minas hasta dar con un terrible esp¨ªritu de fuego. Y, sobre todo, la mec¨¢nica de morir y convertirse en un espectro. La narrativa impl¨ªcita en deambular con espada y armadura, caballero y h¨¦roe de la historia, y morir a solas en un pasillo oscuro. Sin alabanzas, sin epicidad. Y que otro h¨¦roe acuda y recoja un ¨ªtem plagado de dolor: alma del guerrero desconocido. Otro h¨¦roe que deja atr¨¢s un cad¨¢ver que tuvo menos suerte. O los di¨¢logos en el Nexo, ese lugar que sirve de uni¨®n entre el mundo de los vivos y el de los muertos y al que acudiremos al ser derrotados, donde un NPC sentado y cabizbajo nos preguntar¨¢: ?sabes qu¨¦ fue de mi cuerpo?
Hay algo en Demon¡¯s Souls que lo desmarca de sus secuelas: est¨¢ impregnado de despedida. Es f¨¢cil darse cuenta cuando se conoce la historia, claro: Sony no confiaba en el juego, tan solo su equipo. Quiz¨¢s, incluso, solo apostaba por ¨¦l un pu?ado de optimistas. Y arriesgaron todo lo que ten¨ªan entonces para contar esta historia. Una llena de desesperanza, de dolor, sabi¨¦ndose una oportunidad ¨²nica, desechada antes de empezar a caminar.
En esta partida el juego me ha resultado sublime. Me he quedado con la boca abierta en incontables ocasiones, aunque debo decir que el resto de juegos de Miyazaki me han entrenado bien y no he muerto tantas veces como en otros. Lo que le ha restado un tanto a su leyenda. Aqu¨ª el dise?o de niveles difiere de lo visto en siguientes juegos: nos encontramos un juego no lineal que nos presenta una serie de ¡°piedras¡± que nos transportan a partes del mundo. En estos escenarios deberemos avanzar, luchar, abrir atajos y llegar hasta el jefe del nivel, al que derrotaremos y nos abrir¨¢ el camino para continuar hacia un nuevo escenario y su consecuente jefe. Este sistema permite que, si nos quedamos atorados en un escenario por falta de nivel o de pericia, podremos, sencillamente, pasar al siguiente. Tambi¨¦n resulta una trampa: pues si bien nosotros elegimos c¨®mo avanzar, hay escenarios que, ciertamente, se nos resistir¨¢n por defecto con una dificultad muy elevada.
En lo que rendimiento se refiere, creo que estamos ante un culmen en la saga, lo que pone el list¨®n muy alto para Elden Ring, el pr¨®ximo videojuego de Hidetaka Miyazaki co-escrito con George R.R. Martin, conocido por su saga de fantas¨ªa Canci¨®n de Hielo y Fuego. Demon¡¯s Souls es r¨¢pido, din¨¢mico, espectacular a nivel gr¨¢fico y lleno de matices. Aprovecha algunas de las nuevas funciones del mando DualSense (aunque no todas, una oportunidad perdida vistas las capacidades de este nuevo perif¨¦rico que tan divertidamente se muestran en Astro¡¯s Playroom), del sonido 3D de la m¨¢quina y ayuda a que la experiencia sea envolvente e inmersiva. Uno pierde la noci¨®n del tiempo, de lo que sucede alrededor, jugando a este remake. El trabajo de Bluepoint Games, apoyados en la excelencia del original de From Software, convierten a Demon¡¯s Souls en uno de los grandes lanzamientos del a?o. Las palabras no le hacen justicia, es una experiencia que hay que jugar y sufrir.
Todo lo que hizo grande a Demon¡¯s Souls sigue estando ah¨ª: su dificultad, su interesante narraci¨®n, su curiosa forma de contar la historia, su pionero modo online, los cambios que se efect¨²an en el mundo a medida que tomamos ciertas decisiones (sin que eso se nos advierta expl¨ªcitamente), sus ¨¦picos combates¡ Y ahora est¨¢ mejor, porque el mejorado gr¨¢fico y el pulido de las mec¨¢nicas ayudan a la inmersi¨®n, a que la obra no se vea lastrada por venir de un futuro que todav¨ªa quedaba ajeno a Playstation 3, pero que le viene como un guante a Playstation 5. Todo es conocido y todo es nuevo al mismo tiempo.
Quiz¨¢s no recomendar¨ªa a todos los jugadores que estrenen su consola con este t¨ªtulo. Para eso est¨¢ tambi¨¦n el estupendo Marvel¡¯s Spider-Man: Miles Morales, pero s¨ª recomendar¨ªa a todos los jugadores amantes del rpg que lo prueben al menos una vez. Uno no sabe que ama este dulce horror hasta que lo prueba. Ni yo ni todas las generaciones de jugadores anteriores lo sab¨ªamos hasta que en el a?o 2009 se lanz¨® al mercado lo que se vaticinaba un fracaso y ha terminado convertido en un referente hist¨®rico dentro del medio.
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