Una mujer bajo la supervivencia

Hay que remontarse a Carne Tr¨¦mula, de Pedro Almod¨®var, o a la m¨¢s reciente Roma, de Alfonso Cuar¨®n, para recordar el impacto de un parto en toda una pel¨ªcula. En el filme de Almod¨®var, el golpe resultaba de similar pegada porque tambi¨¦n ocurr¨ªa en los primeros minutos y porque adem¨¢s con ¨¦l se catapultaba a toda una actriz. En aquella ocasi¨®n, Pen¨¦lope Cruz era la parturienta y Pilar Bardem la accidental matrona en un autob¨²s que conduc¨ªa Alex Angulo por el centro de Madrid. Un parto con placenta incluida y la boca de Pilar Bardem chorreando sangre despu¨¦s de cortar con sus propios dientes el cord¨®n umbilical del reci¨¦n nacido. Un pr¨®logo que derrochaba, adem¨¢s de v¨ªsceras, gracia y vida y cuyos personajes no volv¨ªan a aparecer en pantalla excepto uno, el beb¨¦. En ¨®rbitas estil¨ªsticas casi opuestas, Fragmentos de una mujer arranca con la larga secuencia de ese nacimiento sobre el que gravitar¨¢ toda la pel¨ªcula. Aunque en este caso, la ausencia ser¨¢ la del beb¨¦.

Sin ser redonda, se trata de una pel¨ªcula que ahonda en las complejas relaciones maternofiliales y el perd¨®n. La secuencia del parto est¨¢ planificada con enorme tensi¨®n por su director, el h¨²ngaro Korn¨¦l Mundrucz¨®, y capitaneada en todo momento por su actriz principal y due?a absoluta, Vanessa Kirby. En un instante, cuando el dolor y el p¨¢nico de la primeriza se empieza a desbordar, su petici¨®n de auxilio no ser¨¢ ni a su pareja (Shia LaBeouf) ni a la comadrona (una estupenda Molly Parker) sino a su madre, una anciana inflexible interpretada por la gran Ellen Burstyn cuya poderosa e inc¨®moda presencia ser¨¢ central despu¨¦s del demoledor desenlace del embarazo de su hija.

En ning¨²n caso estamos ante una pel¨ªcula sobre los peligros del parto en casa, aunque parte de su nudo gravite sobre el juicio a una pr¨¢ctica cada vez m¨¢s extendida. Los verdaderos asuntos ¡ªcomo ocurr¨ªa en Manchester frente al mar, pel¨ªcula protagonizada por Casey Affleck con la que este filme guarda cierta filiaci¨®n emocional¡ª, son la supervivencia y el perd¨®n. Kirby, que obtuvo la Colpa Volpi del Festival de Venecia por su profundo trabajo, logra componer con un derroche de matices internos y detalles externos que van de las u?as al pelo a una mujer atrincherada en su frialdad y en su gesti¨®n de la culpa. Frente a ella, su pareja, un desclasado incapaz de asumir su papel secundario, un tipo asfixiado por una mujer convertida en mera superviviente y por una suegra que lo desprecia. No es que el personaje de Shia LaBeouf no sea importante, es que el fondo de este drama seco e implacable se dirime entre mujeres (incluida la comadrona), todas ellas obligadas a ajustar cuentas con el inexorable cord¨®n umbilical que las une a la vida y a la muerte.