Contra la decadencia del Imperio Romano
La reedici¨®n del cl¨¢sico de Peter Brown sobre el mundo en la Antig¨¹edad tard¨ªa permite establecer inquietantes paralelismos entre aquel tiempo y el nuestro
A veces el nivel de un profesor es este: los alumnos del historiador Peter Brown en sus a?os de Oxford recuerdan el d¨ªa en que reparti¨® en clase las fotocopias de un art¨ªculo escrito en rumano y se excus¨® con estas palabras: ¡°Por si no leen rumano, al final del texto encontrar¨¢n un muy buen resumen en polaco¡±.
Dublin¨¦s de 1935 y disc¨ªpulo de otro grande ¡ªArnaldo Momigliano¡ª, Brown es en la actualidad profesor jubilado en Princeton, en cuyas prensas public¨® en 2012, con 77 a?os, su apabullante Por el ojo de una aguja, un estudio de 1.200 p¨¢ginas sobre el papel que en la ca¨ªda de Roma y la construcci¨®n del cristianismo occidental jug¨® la relaci¨®n ¡ªmoral¡ª que la sociedad ten¨ªa con la riqueza. Acantilado lo edit¨® en Espa?a en 2016, dos a?os antes de que S¨ªgueme hiciera lo propio con El culto a los santos, en el que demuestra que durante largo tiempo convivieron ¡°las comedidas palabras de la liturgia¡± con una euf¨®rica espiritualidad que se dir¨ªa m¨¢s cercana a la romer¨ªa del Roc¨ªo que a los padres del desierto: la gente acud¨ªa al sepulcro de los m¨¢rtires ¡°a frotarse contra las tumbas, a llevarse el polvo y la cera de las velas, y a beber el aceite de las l¨¢mparas¡±.
Pero el Brown em¨¦rito no es m¨¢s que la versi¨®n corregida y aumentada del Brown de la primera madurez, aquel que con apenas 40 a?os escribi¨® el ensayo en cuyo t¨ªtulo acu?¨® el concepto por el que pasar¨¢ a la historia de las ideas: El mundo en la Antig¨¹edad tard¨ªa. Taurus anuncia su reedici¨®n para dentro de dos semanas. El momento no puede ser m¨¢s oportuno porque, desde que apareci¨® en los a?os setenta, no ha faltado quien subraye las semejanzas entre nuestro tiempo y ese largo per¨ªodo que va del a?o 200 al 700.
Aunque el paralelismo resulta inquietante ¡ªla cultura escrita perd¨ªa terreno, el localismo lo ganaba y el creciente individualismo daba lugar a la primera gran autobiograf¨ªa de la literatura europea (las Confesiones de San Agust¨ªn)¡ª, al joven profesor Brown le interesaba m¨¢s desmontar la exitosa teor¨ªa de la decadencia establecida por Edward Gibbon en el siglo XVIII. Y, de paso, dejar claros dos puntos. Por un lado, que el mito de Roma no fue una creaci¨®n del Imperio cl¨¢sico, sino un ¡°legado directo¡± del nost¨¢lgico patriotismo latino de finales del siglo V. Por otro, que las famosas invasiones b¨¢rbaras de principios de ese mismo siglo no eran razzias continuas y destructivas, ni mucho menos campa?as organizadas de conquista. Eran m¨¢s bien una especie de ¡°fiebre del oro¡± contra¨ªda por emigrantes de las regiones subdesarrolladas del norte que part¨ªan hacia las ricas tierras del Mediterr¨¢neo. All¨ª ¡ªes decir, aqu¨ª¨D perviv¨ªa una sociedad que ya no era lo ¡°suficientemente fuerte¡± como para mantenerlos a raya ni lo ¡°adecuadamente flexible¡± como para asimilarlos. ?Les suena?
Babelia
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