Los d¨ªas madrile?os de la poeta que recit¨® a Joe Biden

Amanda Gorman, la escritora de 22 a?os que quiere presidir Estados Unidos y que se present¨® al mundo en la ceremonia de investidura de Joe Biden como la poeta m¨¢s joven en hacer algo parecido, estuvo en Madrid entre febrero y junio de 2019 estudiando castellano y literatura espa?ola en el Institute for the International Education of Students Abroad. Por unos meses cambi¨® Harvard y la costa Este por la Ciudad Universitaria, donde descubri¨® a Federico Garc¨ªa Lorca, a Bernarda Alba y ¡°el duende¡±. Se enamor¨® de la sonoridad de las palabras con erres y escribi¨® sus primeros poemas en el idioma que acababa de conocer.

Uno de ellos lo titul¨® Amordura: ¡°Si la poes¨ªa es hacer de la mirada un mundo,/ ser poeta es hacer belleza de la herida¡±, escribi¨®. Y tambi¨¦n: ¡°Es tener en la garganta/ el duende, y acercarse/ a la hoguera para que tu sombra,/ finalmente iluminada,/ pueda bailar¡±. Hondas y evidentes ra¨ªces lorquianas que Gorman conoci¨® con las ense?anzas de Marta Olivas, profesora de Literatura de secundaria en un instituto madrile?o y en la Universidad Internacional de La Rioja. Hace a?o y medio tuvo a la poeta como alumna en el IES Abroad: ¡°Lorca le interes¨® mucho por lo no normativo, es decir, la cuesti¨®n de la raza, la sexualidad y la voz de los marginados. Tambi¨¦n su conexi¨®n con el mundo gitano y el matriarcado que perpet¨²a el patriarcado, en La casa de Bernarda Alba¡±, recuerda Olivas.

Dos a?os antes de conocer a Lorca hab¨ªa sido reconocida con el National Youth Poet, el galard¨®n que premia al poeta joven m¨¢s importante de los EE UU. En clase leyeron los Sonetos del amor oscuro y debatieron sobre el deseo imposible de decir. Hablaron sobre la apropiaci¨®n en Romancero gitano y la conversaci¨®n deriv¨® en Rosal¨ªa. Se interes¨® por la justicia robada que asoma en el Romance de la Guardia Civil espa?ola. Escribi¨® un ensayo sobre el significado del ¡°duende¡± a partir de El teatro y la teor¨ªa del duende, la conferencia que Lorca dio en Buenos Aires, en 1933. Su profesora no olvida c¨®mo incorpor¨® el t¨¦rmino en su poes¨ªa: ¡°Fue muy sorprendente c¨®mo lo asimil¨®. Lorca es complicado para quien no controla el idioma y cuando Amanda lleg¨® apenas sab¨ªa castellano. En Lorca encontr¨® un poeta en el que se reconoc¨ªa porque, como ella, se preocup¨® por los sin voz¡±, dice la maestra.

La poeta Amanda Gorman recuerda el poder de la palabra en la investidura de Biden

Pero el d¨ªa que tocaba leer los poemas dedicados a los afrodescendientes en Poeta en Nueva York, Gorman no estuvo en clase. Hab¨ªa volado a Mil¨¢n, a asistir al desfile de Prada. No faltaba ni un d¨ªa a clase sin su marca de ropa favorita, con la que recit¨® The Hill We Climb (¡°La colina que subimos¡±) ante Kamala Harris, Joe Biden y el resto del planeta. ¡°Me miran por la calle¡±, dice Marina Patr¨®n que le coment¨® Gorman sobre sus paseos por la ciudad. ¡°Es elegant¨ªsima¡±, a?ade. Marina Patr¨®n es, junto a Ra¨²l Asencio, la editora de la revista Temblor, donde Gorman quiso publicar sus poemas en castellano, que la poeta escribi¨® en sus ¨²ltimos d¨ªas madrile?os. Iban acompa?ados por una entrevista en la que la autora norteamericana revel¨® que la poes¨ªa es una herramienta pol¨ªtica. ¡°No es solo para las ¨¦lites: cualquier persona puede tener voz. Muchas veces la discriminaci¨®n y la opresi¨®n comienzan con la palabra¡±, apuntaba Gorman en ese encuentro en la librer¨ªa Juan Rulfo, que termin¨® con unas ca?as en un 100 montaditos.

La conexi¨®n de Gorman con el universo po¨¦tico madrile?o fue su profesor de Lengua y doctor en Literatura Espa?ola, ?lvaro L¨®pez. Visitaron recitales y ella se sorprendi¨® con la presencia de la poes¨ªa en la vida de Madrid, que echaba de menos en su ciudad natal, Los ?ngeles. ¡°Nunca he encontrado una alumna como Amanda, con esa hambre de aprender. Nos encontramos con una persona muy luminosa, muy inteligente y con un compromiso pol¨ªtico desbordante. Adem¨¢s, es una esponja¡±, recuerda L¨®pez sobre su alumna, que tuvo que adelantar el regreso a su pa¨ªs antes de lo previsto. ¡°Est¨¢ convencida de lo que dice y convence¡±, a?ade L¨®pez.

Amanda ya no cuenta en su perfil de Instagram que quiere ser presidenta de EE UU, pero tambi¨¦n se lo reconoci¨® a su profesora de Sociolog¨ªa en Harvard, Elena Ayala, con quien curs¨® la asignatura Raza y etnicidad en contexto comparativo. En la televisi¨®n, durante la investidura, volvi¨® a ver a la alumna que tomaba la palabra en clase. ¡°Representa la esperanza y la diversidad de nuestro pa¨ªs. Es la inspiraci¨®n y el s¨ªmbolo del deseo de unirnos, que no olvida lo que ha pasado estos ¨²ltimos cuatro a?os¡±, indica Ayala, doctoranda desde 2016 en la universidad norteamericana. Comenta que en The Hill We Climb aparece retratada cuando habla de la justicia: ¡°Hemos aprendido que la tranquilidad no siempre es paz / y las normas y nociones de lo que es justo no siempre es justicia¡±. Como esta profesora de Harvard, quienes trataron con Amanda Gorman en su breve paso por Espa?a se reconocen impactados por el don esc¨¦nico y oratorio de alguien que ha logrado fundir en su expresi¨®n p¨²blica la poes¨ªa, el activismo y la pol¨ªtica.