La Comisi¨®n de la Dignidad ir¨¢ a la justicia si no se devuelven todos los documentos requisados en 1939 por tropas franquistas

El 28 de enero de 1939, dos d¨ªas despu¨¦s de la entrada victoriosa en Barcelona de las tropas franquistas, comenzaron los registros y la incautaci¨®n de documentos. La primera intervenci¨®n fue en la Comisar¨ªa de Fronteras y Puertos situada en el n¨²mero 85 del c¨¦ntrico Paseo de Gr¨¤cia. Se llevaron, seg¨²n consta en el Acta de Entrada y Registro (cuyo papel todav¨ªa llevaba la fecha impresa del a?o anterior de 1938 y conserva el n¨²mero de orden 00001) toda la documentaci¨®n que encontraron, 10 aparatos de radio, cuatro de ellos averiados, una gramola, una m¨¢quina fotogr¨¢fica y dos m¨¢quinas de escribir, una Underwood y una Royal. Este martes, 81 a?os despu¨¦s de esa acci¨®n y 82 de las primeras incautaciones en territorio catal¨¢n, la Comisi¨®n de la Dignidad ha vuelto a estas oficinas (ocupadas hoy por una lujosa marca de ropa y complementos) para denunciar que el proceso de restituci¨®n de este y todo el material incautado en 1.800 registros realizados en toda la ciudad ¡ª150 toneladas de papel en 3.500 sacas que viajaron entre junio de 1939 y febrero de 1940 a Salamanca¡ª, no ha concluido.

El abogado Pep Cruanyes, coordinador de la Comisi¨®n de la Dignidad, que reclama la devoluci¨®n de los llamados papeles de Salamanca desde hace 19 a?os, ha explicado que coincidiendo con esta conmemoraci¨®n se han enviado dos requerimientos este lunes previos a interponer acciones judiciales. Uno de inactividad al Ministerio de Cultura por incumplimiento de la sentencia dictada por el Tribunal Supremo del 11 de junio de 2019, ¡°por haber transcurrido 19 meses desde que fue dictada en cumplimiento de la Ley de Memoria Hist¨®rica de noviembre de 2005 que reconoc¨ªa el derecho a la recuperaci¨®n¡±, explica Cruanyes. El experto asegura que, pese a que los documentos a retornar han sido validados por diferentes comisiones durante el mandado de la ministra Gonz¨¢lez Sinde y el ministro Wert, no han sido restituidos a la Generalitat, encargada de hacerlos llegar a sus due?os leg¨ªtimos o a sus herederos.

La documentaci¨®n retenida se calcula en un total de 23.101 folios que afectan a 76 empresas y particulares y 10 partidos y sindicatos. Tambi¨¦n hay que sumar la documentaci¨®n perteneciente a 43 Ayuntamientos catalanes que se conservan en Salamanca y que se reclaman a partir de 2014 acogi¨¦ndose a la misma ley de 2005. ¡°Se asegura que no se devuelven porque no existen descendientes, pero si se analizan uno a uno se ve que si es posible devolverlos en su gran mayor¨ªa¡±, puntualiza Cruanyes. En este sentido, Cruanyes asegura que ya se ha entregado a sus due?os m¨¢s del 95% de la documentaci¨®n devuelta: 1.674 cajas con unos 740.000 documentos, 938 libros, 10 carteles, 3 mapas y 4 banderas.

El segundo requerimiento es al Ministerio de Defensa, recordando que en el decreto de restituci¨®n de la Generalitat de 1977 se recog¨ªa el ¡°derecho a la restituci¨®n de su memoria hist¨®rica y de su archivo institucional¡±. Cruanyes denuncia tambi¨¦n que tanto la documentaci¨®n de la Generalitat como la del Gobierno Vasco que aparec¨ªa en el Archivo General como ¡°bot¨ªn de guerra tomado de la llamada ¡®Zona Roja¡¯, ahora aparece como de ¡®Instituciones de la administraci¨®n territorial¡¯, como si los documentos de estos gobiernos fuesen administraciones territoriales de Defensa. Es solo un eufemismo que no oculta el origen de la documentaci¨®n requisada al enemigo vencido¡±, prosigue. ¡°Mantener este bot¨ªn de guerra es una anormalidad que no se puede permitir en un estado democr¨¢tico, 43 a?os despu¨¦s de restituir el gobierno de Catalu?a¡±, remacha.

Esta es una documentaci¨®n que por haberse localizado con posterioridad, en 2015, no qued¨® recogida en los acuerdos por la aplicaci¨®n de la Ley de 2005. Est¨¢ depositada en el Archivo Militar de ?vila del Ministerio de Defensa y es una documentaci¨®n que el Gobierno catal¨¢n se llev¨® camino del exilio franc¨¦s. Ante el peligro de una ocupaci¨®n nazi, el expresidente Josep Tarradellas escondi¨® una parte que luego, en 1980, deposit¨® en el fondo Tarradellas del Archivo de Poblet. El resto fue incautado por las tropas nazis de la Gestapo tras la toma de Par¨ªs en 1940 y entregado a las autoridades franquistas. Una vez en Madrid fue depositado en el Servicio Hist¨®rico Militar, y en 1993 en el Archivo Militar de ?vila. ¡°La memoria es reparaci¨®n, justicia y verdad. El Estado al esconder la verdad de los expolios hechos como bot¨ªn de guerra banaliza el franquismo¡±, ha concluido.