La cazadora de ondas gravitacionales
Alicia Sintes escucha el universo desde la Universitat de les Illes Balears para conocer sus secretos
EL PA?S lanza la colecci¨®n Los Exploradores del Espacio el domingo 7 de febrero, una serie de libros dirigidos a ni?os de entre 8 y 12 a?os con los que podr¨¢n descubrir los secretos del universo.
Alicia Sintes (Menorca, 51 a?os) escucha el universo desde la Universitat de les Illes Balears. Es profesora y dirige el Grupo de F¨ªsica Gravitacional: teor¨ªa y observaci¨®n, que particip¨® en el descubrimiento de las ondas gravitacionales en 2016. Este hallazgo fue premiado, un a?o m¨¢s tarde, con el Nobel de F¨ªsica a los impulsores del proyecto, Rainer Weiss, Barry Barish y Kip Thorne. ¡°Tuve la gran suerte de poder ir a Estocolmo, pasar un fin de semana de celebraciones y ver que el ambiente familiar que hab¨ªa esos d¨ªas era el mismo que 20 a?os antes, cuando empezamos¡±, recuerda Sintes. Desde la primera detecci¨®n, el observatorio que capt¨® la se?al, llamado LIGO, ha registrado otras muchas. El equipo de Sintes ya no solo se centra en atrapar las ondas, sino en extraer la informaci¨®n que guardan sobre el universo y la propia Tierra. Aunque todav¨ªa queda mucho que desentra?ar, los nuevos hallazgos ya est¨¢n revolucionando los conceptos tradicionales de la f¨ªsica.
Las ondas gravitacionales son los sonidos que produce la materia en movimiento. Sintes explica que tienen propiedades distintas y complementarias a las ondas electromagn¨¦ticas, como la luz. Contienen informaci¨®n ¨²til para diferentes campos de estudios. Ya han permitido indagar en los l¨ªmites de la teor¨ªa de la relatividad de Albert Einstein o conocer m¨¢s sobre la historia de la expansi¨®n acelerada y continua del universo. Adem¨¢s, gracias a ellas, en un par de d¨¦cadas se podr¨ªa saber qu¨¦ ocurri¨® en el justo instante posterior a que se produjera el Big Bang. ¡°Con luz, como mucho, consigues tener informaci¨®n de cuando el universo se hace transparente a ella, es decir, cuando tiene m¨¢s de 400 mil a?os, pero con las ondas gravitacionales podemos irnos al momento exacto de su creaci¨®n¡±, recalca Sintes. Lo que ya han verificado, entre otras cuestiones, es que las ondas gravitacionales se propagan a la velocidad de la luz y que una gran proporci¨®n de los elementos pesados de la Tierra, como el oro, procede mayoritariamente de la fusi¨®n de estrellas de neutrones.
Los or¨ªgenes
Hace m¨¢s de 20 a?os que Alicia Sintes est¨¢ vinculada al Observatorio de detecci¨®n de ondas gravitatorias LIGO. El origen de c¨®mo alcanz¨® ese destino se encuentra en su infancia y en el pueblo menorqu¨ªn de Sant Llu¨ªs, donde naci¨®. La profesora cuenta que estaba destinada a no alcanzar estudios superiores debido a la ¡°mentalidad de pueblo¡±, pero su padre, ¡°muy moderno¡±, no pensaba lo mismo. Al igual que hab¨ªa ocurrido con su hermano mayor, que tambi¨¦n acab¨® siendo f¨ªsico, Sintes recibi¨® clases de ingl¨¦s. Su profesora era una mujer ¡°extravagante¡± en aquel lugar: arist¨®crata, de origen escoc¨¦s y viuda de un piloto holand¨¦s. ¡°Pedagog¨ªa cero¡±, recuerda Sintes, pero su cultura aliment¨® la curiosidad de la ni?a, que tuvo claro que su camino era el de la educaci¨®n.
Su pasi¨®n cient¨ªfica se fue formando en los a?os posteriores y acab¨® enfoc¨¢ndose en la f¨ªsica. ¡°Todos son leyes f¨ªsicas, la f¨ªsica te ayuda a explicar lo peque?o y lo grande, el origen del universo o modelos para simular incluso las pandemias actuales¡±, justifica. Durante la Universidad dos profesores la condujeron hacia las ondas gravitacionales y cuando se top¨® con ellas no hubo marcha atr¨¢s, ¡°quer¨ªa hacer algo diferente¡±. Viaj¨® a Pasadena, California, para conocer a los precursores de la b¨²squeda de las ondas y as¨ª se incorpor¨® ¡®de facto¡¯ a LIGO, iniciando el camino hacia el Nobel.
Muchos fen¨®menos astrof¨ªsicos, como los agujeros negros o los rayos gamma, ser¨¢n explicados y otros nuevos ser¨¢n descubiertos porque, como apunta la profesora, en astronom¨ªa siempre que se ha abierto una peque?a ventana han aparecido nuevos desaf¨ªos. Algunos avances ya han obligado a revisar la literatura cient¨ªfica. En 2019 LIGO, ubicado en EE UU, y otro observatorio con el que colaboran, Virgo, en Italia, registraron la fusi¨®n de dos agujeros negros cuyo choque se produjo hace 7.000 millones de a?os, es decir, antes de que se formase el Sistema Solar. La masa de uno de ellos era 85 veces superior a la del Sol y la del otro equival¨ªa a 66 estrellas solares. Este tama?o y actividad, seg¨²n las leyes de la relatividad vigentes hasta ese momento, no pod¨ªan ser posible.
LIGO se encuentra ahora en un impase. En marzo de 2020 el observatorio ten¨ªa previsto finalizar su tercera fase de trabajo y comenzar un recalibrado de sensibilidad que durar¨ªa unos meses. Esa renovaci¨®n, que ya estaba programada desde el inicio del proyecto, se vio interrumpida por la covid-19. Los f¨ªsicos te¨®ricos tuvieron que irse a casa y los experimentales se organizaron en grupos burbujas para minimizar el contacto personal. El inicio de la cuarta fase de observaci¨®n estaba previsto para el pr¨®ximo abril, pero Sintes calcula que tendr¨¢n que esperar hasta 2022. Mientras tanto, ¡°hay mucho trabajo que hacer¡±.
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