Selva Almada: ¡°Los varones se agrupan para violentar¡±

¡°Enero Rey, parado firme sobre el bote, las piernas entreabiertas, el cuerpo macizo, lampi?o, el vientre hinchado, mira fijo la superficie del r¨ªo, espera empu?ando el rev¨®lver¡±, as¨ª empieza No es un r¨ªo, la nueva novela de la argentina Selva Almada (Entre R¨ªos, 48 a?os). ¡°Un amigo cont¨® que las rayas se pescan peg¨¢ndoles un tiro, cosa que no sab¨ªa y que me impresion¨® mucho¡±, cuenta sobre la historia escuchada en un asado de la que naci¨® esta ficci¨®n. En sus p¨¢ginas fluye la amistad de tres hombres, enturbiada por secretos y traiciones.

Es su libro m¨¢s po¨¦tico. ¡°El tono me lo dicta el universo de cada libro. Por eso El viento que arrasa [su debut, en 2012] es una novela muy despojada, con una escritura bastante simple, porque justo habla de esos personajes que son tan creyentes. A Dios se le habla despacio, con la mente, no a los gritos. En cambio Ladrilleros [2013], con sus personajes adolescentes, en permanente ebullici¨®n y con muchas escenas sexuales y de pelea, necesitaba un lenguaje m¨¢s callejero y vulgar. La de ahora es una novela de pesca y ten¨¦s que hacer silencio porque si no ahuyent¨¢s a los peces, el tono ten¨ªa que ser mucho m¨¢s ¨ªntimo¡±, responde.

¡°Mientras la escrib¨ªa la le¨ªa mucho en voz alta, mi fantas¨ªa es que fuese una novela que se leyera en voz alta, como la poes¨ªa, y quer¨ªa que tuviese tambi¨¦n la s¨ªntesis de la poes¨ªa. Escrib¨ªa cada escena con mucho detalle y despu¨¦s la desmalezaba¡±, contin¨²a desde su casa-contenedor en Abasto, a unos 55 kil¨®metros al sur de Buenos Aires, donde ha pasado gran parte de los d¨ªas desde que comenz¨® la pandemia de la covid-19. Uno de sus tres gatos asoma fugazmente por la pantalla y pasea despu¨¦s entre los libros apilados al lado de la autora.

Una parte casi constitutiva de las relaciones entre varones tiene que ver con la violencia, se agrupan para violentar, pero los protagonistas no son tan lineales

Los tres protagonistas de No es un r¨ªo toman caracter¨ªsticas del padre de Almada y de sus amigos, de esos grupos de pesca que se forman en los pueblos o en las ciudades peque?as. ¡°Ir a pescar es un ritual masculino, casi de iniciaci¨®n, porque los padres llevan a sus hijos varones a pescar. No hay sitio para familias o para las mujeres¡±, afirma. Recuerda que cuando era peque?a le llamaba la atenci¨®n que su padre y sus amigos desapareciesen dos o tres d¨ªas de casa para pescar y que su madre ¡°no tuviese ese espacio propio para irse con sus amigas¡±.

M¨¢s all¨¢ del clich¨¦ violento

La novela cierra la trilog¨ªa varonil inaugurada con El viento que arrasa y seguida por Ladrilleros. Almada destaca que le interesaba indagar desde la ficci¨®n en los v¨ªnculos masculinos: ¡°Una parte casi constitutiva de las relaciones entre varones tiene que ver con la violencia, se agrupan para violentar, pero los protagonistas no son tan lineales, tambi¨¦n tienen su complejidad. Enero y el Negro cuidan al hijo del amigo como propio; Enero tambi¨¦n cuida a su madre, no son unos mis¨®ginos y punto¡±.

La irrupci¨®n en los ¨²ltimos a?os del feminismo ha sacudido Buenos Aires y las grandes ciudades del pa¨ªs, pero su impacto es mucho menor en la Argentina rural, en la que transcurri¨® la infancia de Almada y donde ambienta sus ficciones. ¡°No es que en la ciudad no haya machismo, pero en las provincias aparece m¨¢s expuesto, hay muchas relaciones mis¨®ginas, ser homosexual es muy dif¨ªcil, la mirada del otro est¨¢ puesta en los dem¨¢s y es muy complicado tener intimidad. Son lugares muy conservadores, donde la religi¨®n cat¨®lica y evangelista est¨¢n muy instaladas y el machismo goza de muy buena salud¡±, describe. ¡°En mi pueblo, mi propia familia se refer¨ªa medio burlonamente a las pa?uelitos verdes [partidarias del aborto legal], como burl¨¢ndose¡±, agrega.

Vive en Buenos Aires desde hace 20 a?os, pero su prosa se sumerge en los recuerdos y en las visitas espor¨¢dicas a familiares y amigos para recrear los paisajes que dej¨® atr¨¢s y las tensiones que los atraviesan. ¡°Extra?o el r¨ªo, es lo que m¨¢s extra?o¡±, dice, a pesar de que la capital argentina est¨¢ a orillas del R¨ªo de la Plata, el m¨¢s ancho del mundo. ¡°Por lo general me olvido de que hay un r¨ªo en Buenos Aires porque no est¨¢ incorporado a la vida cotidiana de la ciudad. No se me ocurre ir, como s¨ª he ido cientos de veces a la orilla del Paran¨¢¡±, responde.

Almada se ha convertido en una de las novelistas contempor¨¢neas m¨¢s destacadas de Argentina, y su debut, El viento que arrasa, obtuvo en 2019 el First Book Award de Edimburgo, con el que se premia la mejor traducci¨®n de una primera novela. En estos d¨ªas apura entre lecturas el verano, su estaci¨®n favorita, a la espera de viajar a Francia. ¡°Me voy a una residencia de escritura, as¨ª que algo se me tendr¨¢ que ocurrir. Ver¨¦ qu¨¦ me propone la ciudad para escribir, qu¨¦ se me revela¡±, cuenta sobre sus proyectos tras el par¨¦ntesis de la pandemia, cuando no solo se le hizo dif¨ªcil escribir, sino tambi¨¦n leer: ¡°Me costaba concentrarme en alg¨²n libro. Le¨ª m¨¢s poes¨ªa, me funcionaba m¨¢s en este a?o tan raro para todo¡±.

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