Muere el actor Quique San Francisco tras apurar ¡®La pen¨²ltima¡¯
El int¨¦rprete, que fue ingresado a principios de enero por una neumon¨ªa en un hospital de Madrid, hab¨ªa suspendido la gira de su mon¨®logo al notar los primeros s¨ªntomas de la enfermedad. A los 65 a?os, deja una carrera con m¨¢s de 70 pel¨ªculas y 40 obras de teatro
El actor Quique San Francisco, de 65 a?os, ha fallecido este lunes en Madrid, despu¨¦s de permanecer ingresado desde principios de enero por una neumon¨ªa necrotizante, una infecci¨®n pulmonar poco frecuente, seg¨²n han confirmado fuentes de su familia. San Francisco estuvo desesperado durante su ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Cl¨ªnico de Madrid, adonde lleg¨® gracias a la ayuda de un amigo polic¨ªa justo cuando el temporal Filomena dej¨® casi incomunicada a Madrid por la intensa nevada que colaps¨® calles y transportes. La espera entre cables y tubos, mientras segu¨ªa pendiente del respirador que siempre estaba preparado cerca de ¨¦l en estas ¨²ltimas semanas, tra¨ªa por la calle de la amargura al popular actor. Pero, tras superar lo que parec¨ªan los peores momentos de la neumon¨ªa que le condujo al hospital, comenz¨® a hablar a quien quisiera o¨ªrle de los proyectos que ten¨ªa en marcha para cuando saliera de all¨ª y le sostuvieran las piernas.
El int¨¦rprete, cuya enfermedad se complic¨® por una bacteria, solo le ten¨ªa miedo al encierro. Su vida no entend¨ªa de l¨ªmites y ha transcurrido ligada a la actuaci¨®n y a la gente, a los bares de los barrios donde ha vivido y a la charla que encontraba en ellos. La gasolina que le daba la energ¨ªa que le nutr¨ªa profesional y personalmente. En octubre de 2018 Enrique San Francisco, Quique como le conoc¨ªan sus amigos, terminaba una entrevista en una zona del teatro Cofidis Alc¨¢zar apurando una cerveza, y comenzaba la que realiz¨® esta periodista pidiendo otra: ¡°Pru¨¦bala, es de unos emprendedores madrile?os y est¨¢ buen¨ªsima¡±, invitaba rompiendo el hielo y adelantando que el encuentro ser¨ªa tan divertido y sincero como la imagen que el actor hab¨ªa sembrado en los ¨²ltimos a?os con sus colaboraciones en el programa de televisi¨®n El Hormiguero.
El espect¨¢culo teatral que presentaba entonces era el mismo que tuvo que suspender cuando comenz¨® a encontrarse mal y la falta de aliento lo ¡°encerr¨®¡± en el centro sanitario donde han finalizado sus d¨ªas. La pen¨²ltima era el nombre de ese mon¨®logo agudo y desternillante en el que el p¨²blico disfrutaba de su humor canalla de barra de bar y ¨¦l se refugiaba en un papel de quijote alternativo que aderezaba con su inconfundible rostro picassiano. Ahora estar¨ªa de acuerdo en que el t¨ªtulo es un buen final para su recorrido como actor, aunque en el tintero se qued¨® su proyecto de hacer un falso documental autobiogr¨¢fico que quer¨ªa llamar C¨®mo ser Enrique San Francisco.
Se estren¨® como artista a los seis a?os y en el palmar¨¦s de su a veces cambiante trayectoria, quedan 70 pel¨ªculas y 40 obras de teatro. Orgulloso de sus interpretaciones dram¨¢ticas tampoco le hac¨ªa ning¨²n remilgo a estar condecorado con el t¨ªtulo de pionero en probar la f¨®rmula de los mon¨®logos de humor, que tanto ¨¦xito ha tenido en los ¨²ltimos a?os. San Francisco incluso tuvo una ¨¦poca en la que se convirti¨® en protagonista de reportajes en la prensa del coraz¨®n. Fue durante los cuatro a?os en los que fue novio de una jovenc¨ªsima Rosario Flores, hermana de uno de sus amigos del alma, el m¨²sico Antonio Flores, e hija de Lola Flores. ¡°Ella empez¨® con una persona (yo) y termin¨® con otra (la droga). Por eso un d¨ªa le dije que ten¨ªa que dejarme, que yo ya no era un hombre, era una piltrafa¡±, afirm¨® durante una entrevista con Bert¨ªn Osborne tambi¨¦n en 2018.
En este, y en casi todos los terrenos, su salvadora y referente fue su madre, la actriz Enriqueta Cobo, Queta Ariel. ¡°Era mi ¨²nico mando, no obedec¨ªa a nadie m¨¢s. Ella es quien me ha hecho m¨ªnimamente culto a base de obligarme a leer libros, un hecho que marca la diferencia, porque quien no lee tiene carencias¡±, dijo durante el encuentro con EL PA?S. Vio a amigos y compa?eros sufrir y morir a causa de la droga y no dud¨® en hablar sin tapujos de aquella etapa en la que la adicci¨®n tambi¨¦n dirigi¨® su vida: ¡°Me met¨ª en la mierda y le ech¨¦ muchos cojones. Salir de la adicci¨®n es horrible. Cuando veo que puede volver a pasarle a otros me dan ganas de llorar. Les dir¨ªa: ¡®Ni lo pruebes, es puta mentira que se controla¡¯. Y a la gente que la vende, ?los colgaba a todos! Cortar es muy duro, muy doloroso f¨ªsicamente¡±.
Conoci¨® a su padre, el tambi¨¦n actor Vicente Haro cuando ten¨ªa 17 a?os y ya hab¨ªa adoptado el apellido de su padrastro. Se convirti¨® en su amigo: ¡°Era un golfo, pero un hombre muy talentoso. Me he re¨ªdo mucho con ¨¦l¡±, declar¨®. Para otros hubiera sido un tema tab¨², para Enrique San Francisco no hab¨ªa asunto que temiera tratar. Entre otras cosas porque estaba seguro de que a pesar de los apuros econ¨®micos que le acuciaron en los ¨²ltimos a?os, la gente sent¨ªa ¡°un profundo respeto por ¨¦l¡±. ¡°Aunque tengo fama de bandarra saben que tengo m¨¢s principios de lo que parece y le gusto a los j¨®venes porque se han dado cuenta de que me entusiasman¡±, afirm¨® en su ¨²ltima entrevista con este peri¨®dico.
En su retrato m¨¢s personal, a tenor de sus respuestas de entonces, podr¨ªan figurar su desprecio por el amiguismo y los pol¨ªticos, las consecuencias de lo que ¨¦l llamaba ¡°nueva censura colectiva¡± y su amor por los libros y las mujeres. En los ¨²ltimos tiempos, algunas de sus declaraciones en apoyo de Vox y sus postulados desataron las cr¨ªticas de algunos de sus colegas de profesi¨®n.
Si pudiera, se despedir¨ªa con una carcajada y si tuviera que escribir su propio epitafio profesional no faltar¨ªa un ¡°los buenos actores nunca pueden ir de sobrados. Hay pocos buenos porque carecen de humildad para aprender el oficio¡±. Enrique San Francisco segu¨ªa siendo un aprendiz curioso y aventajado de todo lo que se cruzaba por su camino.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.