H¨¦rcules descansa en la bah¨ªa de C¨¢diz
Un estudio de la Universidad de C¨®rdoba descarta que el templo fenicio de Melqart se erigiese en el islote de Sancti Petri, y aventura que est¨¢ en la cercana San Fernando
Todos est¨¢n de acuerdo en que existi¨® y que, entre sus muros, Julio C¨¦sar llor¨® al descubrir la estatua de Alejandro Magno. Pero nadie sabe con exactitud d¨®nde se erig¨ªa el gran complejo religioso ¨Dconocido como santuario de H¨¦rcules, de Melqart para los fenicios¨D junto al que pasaban los barcos p¨²nicos que part¨ªan o arribaban a Gadeira (C¨¢diz) y donde se guardaban numerosas reliquias y se veneraban los supuestos restos del h¨¦roe griego. La isla de Sancti Petri, un islote a unos 17 kil¨®metros de la capital, ha sido siempre el lugar se?alado por los expertos como el m¨¢s probable para su localizaci¨®n, pero ahora el estudio La ubicaci¨®n del santuario de Melqart en Gadir: aportaci¨®n de los datos PNOA-LiDAR, de Antonio Monterroso-Checa, profesor del ?rea de Arqueolog¨ªa de la Universidad de C¨®rdoba, lo pone en duda. ¡°Los datos arqueol¨®gicos recuperados en las excavaciones [de Sancti Petri desde hace un siglo] no han sido concluyentes en absoluto¡± y, adem¨¢s, ¡°no se han tenido en cuenta otros datos fundamentales de situaci¨®n, visi¨®n y accesibilidad al mismo, como son los datos batim¨¦tricos del Instituto Espa?ol de Oceanograf¨ªa y las cartas de navegaci¨®n¡±. Es decir, el informe descarta el islote porque los barcos fenicios encallar¨ªan en sus arenosos fondos, pero ofrece un nuevo y sorprendente emplazamiento como alternativa: el cerro de los M¨¢rtires, un ¨¢rea militar de San Fernando sin explorar arqueol¨®gicamente en tiempos recientes, alejada en la actualidad unos 300 metros de la l¨ªnea de costa y que en ¨¦poca p¨²nica era la isla m¨¢s elevada de la bah¨ªa de C¨¢diz: la que todas las naves pod¨ªan ver desde la lejan¨ªa y donde deb¨ªa levantarse el templo m¨¢s importante de la Antig¨¹edad en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica.
Los testimonios escritos m¨¢s antiguos sostienen que fueron los fenicios quienes construyeron este templo-santuario ¨Den realidad un conjunto de edificaciones religiosas dedicado al dios Melqart¨D, que con la conquista romana termin¨® transform¨¢ndose en H¨¦rcules. Al santuario se acced¨ªa atravesando una puerta con dos grandes columnas, en cuyo frontispicio se grabaron los 12 trabajos del h¨¦roe griego. Dentro, una llama que nunca se apagaba. Era tal la fama del conjunto que fue visitado por el general cartagin¨¦s An¨ªbal antes de intentar la conquista de Roma y por Julio C¨¦sar, que llor¨® al ver el busto de Alejandro Magno por no haber podido alcanzar la fama de este a la edad en que muri¨®. En torno al siglo IV comenz¨® la decadencia del conjunto y su desaparici¨®n.
La investigaci¨®n destaca que, en el caso de la bah¨ªa gaditana, esta ha sufrido ¡°distintas oscilaciones marinas¡±, lo que modific¨® ¡°la cota del nivel del mar hacia los siglos IX y VIII antes de Cristo¡±. Esta subida de las aguas y su posterior retroceso, as¨ª como la deforestaci¨®n y los cultivos, fue modificando progresivamente el contorno de la rada. ¡°Este proceso genera islas en medio de esta, como C¨¢diz o San Fernando. La g¨¦nesis de las islas gaditanas y el relleno de la bah¨ªa se asocian claramente a fen¨®menos tect¨®nicos, con dos fases de actividad y la existencia de l¨ªneas de fallas¡±. Los cient¨ªficos hablan de modificaciones de la cota del mar de hasta seis y ocho metros en los ¨²ltimos 6.500 a?os.
Monterroso-Checa recuerda que el templo o santuario de H¨¦rcules en realidad era ¨Daunque existen otras denominaciones¨D un fanum; un ¡°¨¢rea abierta conectada con el edificio templar, de car¨¢cter polifuncional y que defin¨ªa un amplio entorno sagrado que comprend¨ªa todo el ¨¢mbito sacro: recinto, edificios, dependencias, actividades, bosques, fuentes, fiestas. A veces, incluso, pod¨ªa generar una eventual aglomeraci¨®n urbana¡±.
El Centro Andaluz de Arqueolog¨ªa Subacu¨¢tica realiz¨® varias campa?as de prospecci¨®n en el entorno del islote de Sancti Petri con motivo del hallazgo de unas estatuas de bronce en 1992 y ¡°diversos sillares de piedra alineados y materiales sin contexto¡±. Otras intervenciones se realizaron posteriormente en la zona cercana a la desembocadura del ca?o de Sancti Petri, pero tampoco hubo resultados de ¨¦poca fenicia arcaica. En 1985, se abrieron dos sondeos en la zona sur, pero solo se hall¨® una ¡°inhumaci¨®n tardorromana o medieval¡± y ¡°algunas cer¨¢micas de barniz rojo y grises de ¨¦poca romana¡±. ¡°Por lo tanto, m¨¢s all¨¢ de los exvotos, nada es lo que puede relacionarse estructuralmente con el santuario. ?nicamente la documentaci¨®n de diversos tipos de estatuillas en este entorno amplio de la desembocadura puede ponerse en relaci¨®n con tan venerado santuario¡±, dice el estudio.
En las aguas pr¨®ximas a Sancti Petri hay, adem¨¢s, afloramientos rocosos masivos ¨Dconocidos como corrales¨D, que dificultan ¡°cualquier navegaci¨®n intensa de aproximaci¨®n¡±. De hecho, actualmente ¡°solo se puede circular en embarcaci¨®n dentro del recorrido balizado que comunica el ca?o con alta mar, sorteando los corrales rocosos¡±. Es decir, para que la navegaci¨®n en ¨¦poca p¨²nica fuese posible (siglos IX al V antes de Cristo), el nivel del agua deb¨ªa ser entre 3 y 4 metros m¨¢s elevado, pero eso llevar¨ªa a que ¡°el islote de Sancti Petri quedase inutilizado para cualquier tipo de asentamiento general y estable, m¨¢xime si tenemos en cuenta las mareas¡±.
El art¨ªculo se?ala tambi¨¦n otro factor para descartar el islote como lugar para levantar el templo: la niebla. ¡°Hoy los barcos circulan con radar y/o GPS por el canal balizado sin inconveniente alguno. Sin embargo, el castillo de Sancti Petri y sus corrales rocosos circundantes pueden aparecer y desaparecer varias veces en cuesti¨®n de pocos minutos en funci¨®n de la bruma, hasta llegar a ser invisibles a pocos metros. Este es un factor mar¨ªtimo m¨¢s que desaconsejar¨ªa Sancti Petri como lugar elegido para Melqart, m¨¢xime a una cota baja de marea¡±.
Por ello, el estudio de la Universidad de C¨®rdoba se inclina por ¡°el primer punto en alto, por encima de las oscilaciones del mar, bien visible, que ver¨ªa un barco cuando llegaba al umbral de la puerta fenicia de Gadir. Se trata de un punto situado en mitad de la bah¨ªa, m¨¢s prominente incluso que el mismo Gadir insular¡±. Si en ¨¦poca fenicia la cota del mar era unos seis metros m¨¢s alta, Sancti Petri permanecer¨ªa bajo las aguas (su punto m¨¢s alto es de ocho metros sobre el nivel del mar), pero no el actual San Fernando, que ¡°se convierte en dos islas¡±, que posteriormente se unen.
¡°Emerge con neta claridad, por tanto, que la situaci¨®n orogr¨¢ficamente m¨¢s apropiada para el templo no puede ser el islote de Sancti Petri, sino el cerro de los M¨¢rtires o isla meridional de San Fernando, en la actual zona suroeste del ¨¢rea militar de Camposoto¡±. Este se sit¨²a justo frente al fort¨ªn fenicio de Chiclana, lo que formaba una ¡°puerta fenicia¡± de acceso a la ciudad. Camposoto se ubica, en la actualidad, entre 20 y 30 metros sobre el nivel del mar; es decir, entre 18 y 27 en ¨¦poca p¨²nica arcaica. Por tanto, ¡°los fenicios, expertos en navegaci¨®n y mareas, no deber¨ªan haber elegido nunca un lugar como Sancti Petri, tanto por su dificultad de navegabilidad como su exposici¨®n al enemigo oce¨¢nico. Ni, de haberlo hecho, el santuario habr¨ªa durado nunca la decena de siglos que perdur¨®¡±.
L¨¢zaro Lag¨®stena, catedr¨¢tico de Historia Antigua de la Universidad de C¨¢diz, y que ha ayudado a Monterroso-Checa en sus investigaciones, destaca ¡°como muy positivo el cambio de perspectiva¡± del estudio del profesor cordob¨¦s. ¡°Todo es discutible y habr¨¢ un gran debate¡±, avanza Lag¨®stena, ¡°pero comparto buena parte de lo que afirma el estudio¡±. ¡°Es una hip¨®tesis nueva y la tecnolog¨ªa no invasiva nos permitir¨¢ confirmarlo pronto¡±. ¡°La bah¨ªa de C¨¢diz es una caja de sorpresas arqueol¨®gicas. Los dos parques naturales que rodean C¨¢diz y la zona militar de San Fernando dan lugar a posibles nuevos hallazgos por sorprendente que parezca, ya que los sedimentos en algunos puntos de la bah¨ªa pueden superar los 20 metros de profundidad¡±, sostiene el catedr¨¢tico.
Al C¨¢diz del siglo IX antes de Cristo se llegaba ¨²nicamente por v¨ªa mar¨ªtima. La v¨ªa Heraklea, y la posterior Augusta, que lo un¨ªa a San Fernando, solo pudo construirse en ¨¦poca tardorrepublicana, cuando ya se hab¨ªa consolidado una flecha arenosa que conectaba ambos n¨²cleos. ¡°Utilizando los datos PNOA-LiDAR [l¨¢ser] y el resto de argumentos [historiogr¨¢ficos y geol¨®gicos], se desvela quiz¨¢s la probable situaci¨®n del santuario de Melqart Gadirita en San Fernando. De comprobarse alg¨²n d¨ªa esta hip¨®tesis en un entorno arqueol¨®gicamente inexplorado, la isla cobrar¨ªa, de nuevo, su justo y merecido protagonismo en los or¨ªgenes de Gadir. No en vano albergaba su m¨¢s potente centro log¨ªstico bajo la advocaci¨®n del dios protector de los caminos y del comercio¡±, termina Monterroso-Checa.
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