Cientos de fotos de la Guerra Civil despiertan en Barcelona
El MNAC expone las fotograf¨ªas del conflicto hechas por Antoni Campa?¨¤, quien las ocult¨® en una caja hasta que su nieto las localiz¨® en 2018
A las grandes im¨¢genes de Agust¨ª Centelles y Robert Capa sobre la Guerra Civil se une, desde hace apenas tres a?os, una tercera ¡®C¡¯: la de Antoni Campa?¨¤ (Arb¨²cies, 1906-Sant Cugat del Vall¨¨s, 1989), autor de miles de fotograf¨ªas del conflicto. Lejos de la ¨¦pica de aquellos, las im¨¢genes de Campa?¨¤ se centran en la vida en la retaguardia y suponen una nueva aportaci¨®n al patrimonio fotogr¨¢fico espa?ol.
Tres d¨¦cadas despu¨¦s de su muerte, uno de sus nietos encontr¨® en el garaje de su casa, a punto venderse en 2018, dos cajas rojas. En su interior, junto con placas de vidrio y otros negativos, hab¨ªa unas 1.200 copias, ampliadas en 13 por 18. Estaban enganchadas en unos cartones con pie de foto que permitieron identificar m¨¢s de 5.000 negativos guardados en otra caja que Campa?¨¤ hab¨ªa pedido a sus hijos que no tocaran nunca. El fot¨®grafo, republicano, catalanista y cat¨®lico (siempre llevaba una imagen de la Virgen del Carmen en el bolsillo), los hab¨ªa escondido, dolido por el uso propagand¨ªstico y represor que le hab¨ªan dado las autoridades franquistas. Sirvieron de prueba de delitos de los vencidos contra el nuevo r¨¦gimen. De nuevo, como ocurri¨® con las maletas de Centelles y Capa, una caja guardada celosamente documentaba parte de nuestro pasado m¨¢s reciente.
Campa?¨¤ tampoco era un desconocido antes de 2018. De ¨¦l se conoc¨ªan unas 200 im¨¢genes que se hab¨ªan publicado en peri¨®dicos y revistas. El mismo a?o de su muerte, La Caixa le dedic¨® una muestra en la que, de las 90 fotos expuestas, solo hab¨ªa tres sobre la Guerra Civil: el resto daba cuenta de su amplio trabajo sobre carreras automovil¨ªsticas, partidos de futbol y d¨ªas de fiesta, sus temas preferidos. Ahora y hasta el 18 de julio, la exposici¨®n La guerra infinita. Antoni Campa?¨¤. La tensi¨®n de la mirada. 1906-1989 re¨²ne en el Museo Nacional de Arte de Catalu?a (MNAC) por primera vez 367 fotograf¨ªas, muchas de ellas jam¨¢s positivadas, y material documental que repasan la trayectoria de este fot¨®grafo total que capt¨® los dos bandos, pero tambi¨¦n supo adaptarse a la normalidad que trajo el fin de la guerra.
Esta primera retrospectiva, comisariada por Arnau Gonz¨¢lez i Vilalta, Pl¨¤cid Garc¨ªa-Planas y el nieto que descubri¨® las im¨¢genes, Toni Monn¨¦, presenta a Campa?¨¤ como un hombre orquesta de la fotograf¨ªa: artista, fotoperiodista, experto en revelado, gestor de varias tiendas, agente de la marca Leica, corresponsal de la edici¨®n espa?ola de la revista Galer¨ªa y difusor de la teor¨ªa fotogr¨¢fica en art¨ªculos y libros. A pesar de su extenso y valorado trabajo, Campa?¨¤ ha quedado fuera de los libros de historia.
Con su Leica capt¨® a los milicianos, como a la joven y sonriente anarquista, que sostiene en medio de La Rambla una bandera de la CNT. Es una imagen ic¨®nica de la guerra, despu¨¦s de que el sindicato la difundiera, pero hasta 2019 no fue atribuido a Campa?¨¤, porque nadie lo consideraba un fot¨®grafo de la Guerra Civil. Capt¨® a los refugiados que llegaron de Andaluc¨ªa a Barcelona en 1937, como una madre malague?a retratada con su hijo que recuerda a la m¨ªtica imagen de Dorothea Lange del crac de 1929 y que un diario de Praga situ¨® en el escenario de la Guernica bombardeada.
Tambi¨¦n tiene im¨¢genes de los devastadores efectos de los bombardeos en Barcelona, las colas en busca de comida y los comedores sociales, el multitudinario entierro de Durruti, el macabro espect¨¢culo de las momias de las monjas expuestas a las entradas de los templos como efecto del saqueo iconoclasta de los anarquistas, y retratos de libertarios tan llamativos que los mismos anarquistas hicieron postales con ellos.
Campa?¨¤ cre¨® im¨¢genes en las que no escondi¨® las vergonzosas protestas de mujeres por falta de alimentos ante La Pedrera, sede de la Consejer¨ªa de Avituallamiento de la Generalitat; ni la enorme violencia, reflejada en los primeros cad¨¢veres o incluso en los caballos desangr¨¢ndose en mitad de la plaza de Catalunya. ¡°En algunas se nota que Campa?¨¤ se siente inc¨®modo ante lo que retrata y, m¨¢s all¨¢ de fotografiar cad¨¢veres, prefiere mostrar la vida cotidiana, el sufrimiento de la gente y c¨®mo se adapta a las circunstancias¡±, explica su nieto, Toni Monn¨¦, que mantiene que a su abuelo, ¡°de talante risue?o y din¨¢mico¡±, la guerra ¡°lo traumatiz¨® para siempre; algo que hizo que escondiera el material, no hablara de ¨¦l y no lo quisiera explotar econ¨®micamente¡±.
Campa?¨¤ fotografi¨® los dos bandos, sin estar comprometido con ninguno de ellos. Si en 1936 capt¨® a los anarquistas hacia el Frente de Arag¨®n por la Diagonal, en 1939 tambi¨¦n inmortaliz¨® la retirada del ej¨¦rcito republicano y los desfiles triunfales de las tropas vencedoras franquistas por la misma avenida. Todo con los contrapicados que tanto le gustaban, como hizo con su famosa miliciana.
Al final de la guerra, Campa?¨¤ emprendi¨® el camino del exilio, pero en Vic decidi¨® volver y entregarse en el cuartel del Bruc. All¨ª estaba el ingeniero Ortiz Echag¨¹e, gran fot¨®grafo pictorialista con el que hab¨ªa colaborado en sus inicios. As¨ª pudo esquivar cualquier represalia y seguir trabajando, volviendo a los mismos escenarios de antes de la guerra.
En una de sus im¨¢genes de febrero de 1939, d¨ªas despu¨¦s de la ocupaci¨®n de Barcelona por las tropas del general Yag¨¹e, es una joven falangista la que en La Rambla intenta colocar una insignia a un joven trajeado que la acepta con una sonrisa. Campa?¨¤ sigui¨® ejerciendo de fotoperiodista pese a que se le deneg¨® la inscripci¨®n en el Registro Oficial de Periodistas. En 1944, tras la publicaci¨®n del libro El alzamiento, la revoluci¨®n y el terror en Barcelona, de F. Lacruz, con fotograf¨ªas suyas, decidi¨® esconder todo este material, conden¨¢ndolo al olvido. ¡°Campa?¨¤ pudo haber sido Agust¨ª Centelles antes de Agust¨ª Centelles, pero no quiso ser el referente gr¨¢fico de la Guerra Civil¡±, explica Arnau Gonz¨¢lez.
Pese a todo, continu¨® con ¨¦xito haciendo fotos de la nueva Espa?a, mostrando la industrializaci¨®n del pa¨ªs representada por Seat, tras el encargo de su director, otra vez Ortiz Echag¨¹e, de que publicitara con sus im¨¢genes la f¨¢brica y los coches. Consigui¨® ser un gran fot¨®grafo deportivo. Entre 1954 y 1957 sigui¨® la construcci¨®n del Camp Nou y, junto con Joan Andreu Puig, fund¨® el sello CYP, el primero en producir masivamente postales tur¨ªsticas en color.
Coincidiendo con la exposici¨®n, el MNAC ha ingresado, tras la donaci¨®n de la familia, 62 brom¨®leos de la etapa pictorialista. Se trata de una t¨¦cnica que perfeccion¨® en 1933 durante un curso que hizo en su viaje de bodas a Baviera (Alemania), en el que se impregn¨® de la nueva visi¨®n de Rodchenko y la est¨¦tica centroeuropea. Son im¨¢genes, inquietantes y vaporosas, con las que Campa?¨¤ consigui¨® ser uno de los fot¨®grafos art¨ªsticos espa?olas m¨¢s difundidos y premiados internacionalmente, como dos de sus im¨¢genes m¨¢s conocidas hasta ahora: Tracci¨®n de sangre, adquirida por la Generalitat en 1994 y Espantap¨¢jaros, las dos de 1933, en las que une su pasi¨®n por la belleza de un mundo rural y agrario a punto de desvanecerse y sus encuadres atrevidos y l¨ªneas de composici¨®n en vertiginosas diagonales influidas por las corrientes est¨¦ticas de la ¡°Nueva Visi¨®n¡± alemana y el constructivismo sovi¨¦tico. Son los mismos encuadres que mantuvo en sus fotos de la guerra en las que siempre buscaba su lado art¨ªstico. Y es que en Campa?¨¤, la est¨¦tica prevaleci¨® por encima del relato narrativo expl¨ªcito, incluso de la crueldad de la guerra.
'La guerra infinita'. MNAC. Palau Nacional, Parc de Montju?c
Del 19 de marzo al 18 de julio.
Horarios:
De octubre a abril: de martes a s¨¢bado, de 10.00 a 18,00. Domingos y festivos, de 10.00 a
15.00.
De mayo a septiembre: de martes a s¨¢bado, de 10.00 a 20.00. Domingos y festivos, de 10.00 a 15.00.
Lunes, cerrado.
Entrada al museo, 12 euros.
Entrada solo a la exposici¨®n: 6 euros.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.