Los ahorros de la maestra ya enriquecen las salas del Prado
La herencia de Carmen S¨¢nchez, unos 800.000 euros, ha servido para comprar 15 pinturas que cubren lagunas hist¨®ricas en la colecci¨®n permanente
La maestra Carmen S¨¢nchez Garc¨ªa muri¨® en Madrid en julio de 2016, a los 86 a?os. En su testamento figuraba como heredero universal el Museo del Prado, al que dejaba sus ahorros, 758.646,18 euros. Eso inclu¨ªa su casa de Toledo (vendida por 140.000 euros). Tambi¨¦n legaba los enseres de su casa toledana y del domicilio arrendado que ocupaba en la calle Vel¨¢zquez 73, en Madrid. La ¨²nica condici¨®n que pon¨ªa la que fue directora del colegio Nervi¨®n era que su dinero sirviera para comprar pinturas y que fueran restauradas.
Tres a?os despu¨¦s sus deseos se han visto cumplidos con la adquisici¨®n de 15 obras, algunas de ellas firmadas por artistas que hasta ahora no figuraban en la colecci¨®n (Mariana de la Cueva y Barradas o Gabriel Antonio Corvoysier). Las dos telas de mayor relevancia son, seg¨²n el director del museo, Miguel Falomir, La alegor¨ªa de la templanza, de Alonso Berruguete (151.553,30 euros) y el autorretrato de Pedro de Campa?a, obra cumbre de la pintura espa?ola del Renacimiento (170.824,72 euros).Todo el conjunto, expuesto bajo el t¨ªtulo de El legado de Carmen S¨¢nchez. La ¨²ltima lecci¨®n, se podr¨¢ ver hasta el 29 de agosto en dos salas del edificio Villanueva, la 60 y la 60A. Despu¨¦s, las obras ir¨¢n ocupando el lugar que les corresponda en la colecci¨®n permanente.
Otra mujer artista que aterriza en la colecci¨®n del Prado es Mar¨ªa Blanchard, con La bolo?esa (La boulonnaise), comprada a un particular por 70.000 euros. El hecho de ser una creadora del siglo XX (y m¨¢s propia de las salas del Reina Sof¨ªa) gener¨® pol¨¦mica hace unas semanas. La ley fija en 1881, a?o del nacimiento de Pablo Picasso, la distinci¨®n entre ambas colecciones. Blanchard naci¨® ese a?o, pero unos meses antes que el pintor. El Reina Sof¨ªa posee 15 obras de la artista. ¡°Nunca ha habido mejor relaci¨®n entre dos directores de museo que la que mantenemos Manuel Borja-Villel y yo¡±, asegura Falomir. ¡°Nosotros consideramos que era interesante para nuestro discurso comprar esa obra. No pedimos autorizaci¨®n al Reina porque no hab¨ªa motivo. La nuestra est¨¢ fechada en 1922 y es posterior al periodo cubista¡±. Como prueba de esa excelente relaci¨®n, Falomir a?ade que el museo vecino les deja en dep¨®sito el autorretrato de Mar¨ªa Ro?sset para incluirlo en la exposici¨®n permanente y que ellos a su vez acaban de cerrar un pr¨¦stamo de una de sus obras para el Reina Sof¨ªa.
Agn¨®stica, progresista y defensora de los derechos de las mujeres, las grandes pasiones de Carmen S¨¢nchez fueron la ense?anza y la pintura
Tanto Javier Solana, presidente del patronato, como Falomir, se?alaron el gesto de Carmen S¨¢nchez, amiga del Museo del Prado desde 2003, como un ejemplo a seguir por la sociedad civil en apoyo a la cultura, en especial en un tiempo marcado por la crisis. Agn¨®stica, progresista y defensora de los derechos de las mujeres, sus grandes pasiones fueron la ense?anza y la pintura. Pedro J. Mart¨ªnez Plaza, t¨¦cnico de Museos del ?rea de Pintura del siglo XIX del Museo Nacional del Prado y comisario de la exposici¨®n, a?adi¨® que El Greco era su pintor m¨¢s admirado y que precisamente por eso compr¨® la vivienda que pose¨ªa en el casco antiguo de Toledo.
Las compras han estado capitaneadas por Javier Bar¨®n, jefe de conservaci¨®n de pintura del siglo XIX, el ¨¢rea que el museo consider¨® que era m¨¢s necesario reforzar. Los cuadros fueron comprados a lo largo de los tres ¨²ltimos a?os tanto en el mercado espa?ol como en el extranjero. Tambi¨¦n se han adquirido obras directamente a propietarios particulares. En alg¨²n caso el museo ha ejercido su derecho de adquisici¨®n preferente reconocido en la Ley de Patrimonio Hist¨®rico Espa?ol. El total del legado ascend¨ªa a 758.646,18 euros. Para completar el importe total de las adquisiciones (779.177,10 euros), la instituci¨®n ha a?adido 20.530,92 euros de sus propios fondos. La lista fue aprobada por la comisi¨®n permanente del museo y por su Patronato.
El comisario destaca el inter¨¦s que ha habido por ampliar el grupo de obras de car¨¢cter hist¨®rico, un g¨¦nero que tendr¨¢ una robusta presencia en la nueva versi¨®n del XIX que el museo espera reabrir este verano. Una de estas obras es Los Comuneros Padilla, Bravo y Maldonado en el pat¨ªbulo, de Antonio Gisbert (25.000 euros), r¨¦plica de la conservada en el Congreso de los Diputados, considerada una de las principales pinturas del g¨¦nero en todo el siglo XIX.
Del pintor Eduardo Rosales se han adquirido tres obras: Do?a Blanca de Navarra entregada al Captal del Buch (32.499,99 euros) y La Reina do?a Juana en los adarves del castillo de la Mota (37.500 euros), que se encuentran entre las m¨¢s destacadas del artista y que a¨²n permanec¨ªan ambas en colecci¨®n particular, y el estudio Sala de Constantino en el Vaticano (3.650 euros).
Antes de la presentaci¨®n, Falomir destac¨® que las adquisiciones refuerzan la presencia de mujeres artistas en la colecci¨®n. El primer ejemplo es Mariana de la Cueva con su San Francisco arrodillado en meditaci¨®n. De ella se conoc¨ªan los elogios hechos por los principales bi¨®grafos de artistas, pero se desconoc¨ªa su actividad pict¨®rica. Es algo que ocurre, explica Falomir, tambi¨¦n ¡°con otras mujeres del Siglo de Oro, lo que dota de mayor inter¨¦s a esta obra, por cuanto supone un avance en el conocimiento de la labor art¨ªstica de las mujeres durante este periodo, y m¨¢s concretamente en la segunda mitad del siglo XVII¡±.
Dos esculturas perdidas
El testamento de Carmen S¨¢nchez se?alaba al Museo del Prado como heredero universal de los objetos incluidos en sus domicilios de Madrid y Toledo. Sin embargo, no hab¨ªa un inventario en el que se detallara cada uno de los enseres afectados. Manuel Uriarte, sobrino nieto de la mecenas, tom¨® la palabra en la conferencia de prensa para se?alar que en el recuento final echaba en falta dos esculturas que hab¨ªa visto en diferentes ocasiones en su casa. Se refer¨ªa a dos obras de Alberto S¨¢nchez y Emiliano Barral, cuyo paradero se desconoce. Solo quer¨ªa que constase en p¨²blico su queja porque, al no existir inventario, es dif¨ªcil denunciar. Miguel Falomir precis¨® que tampoco el museo pondr¨¢ denuncia porque no le consta su existencia y Carmen S¨¢nchez bien pudo regal¨¢rselas en vida a alguna persona de su entorno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.