Miguel Falomir: ¡°El museo del Prado est¨¢ maltratado en t¨¦rminos absolutos y relativos¡±
El director de la pinacoteca lamenta que el Estado solo aporte "el 60% del gasto en n¨®minas de la plantilla¡±
Sobre la mesa de su despacho en el Cas¨®n del Buen Retiro un cat¨¢logo de Lorenzo Lotto delata la doble condici¨®n de Miguel Falomir (Valencia, 1966): el cient¨ªfico que prepara para este mes una exposici¨®n de retratos del pintor italiano y el gestor que cumple un a?o como director del Museo del Prado en mitad de una coyuntura dif¨ªcil. Ante una copia de un cuadro de Tiziano, cuyo cat¨¢logo razonado, la obra de toda una vida, promete culminar desde hace tiempo, habla de sus problemas econ¨®micos para hacer frente al proyecto de Norman Foster de ampliaci¨®n del Sal¨®n de Reinos y para armar una celebraci¨®n a la altura del bicentenario de la apertura en 1819 del Real Museo de Pintura y Escultura. Su principal ¡°desvelo¡± es, insiste, ¡°pedir dinero¡± para ambas empresas.
Pregunta. ?Contaba con eso?
Respuesta. Llevo 22 a?os en la casa y s¨¦ que este museo est¨¢ normalmente infradotado. Pero esta vez es distinto; sufrimos una coyuntura excepcional debido al gasto ocasionado por las obras para la incorporaci¨®n del Sal¨®n de Reinos y por la celebraci¨®n del bicentenario. Hacer frente a eso con nuestra infradotaci¨®n actual es una quimera.
P. ?Est¨¢ el Prado maltratado?
R. El Prado est¨¢ maltratado tanto en t¨¦rminos absolutos como en t¨¦rminos relativos. La aportaci¨®n del Estado apenas cubre un 60% del gasto de la plantilla. No hay ninguna otra instituci¨®n a la que no se le aporte dinero para el 100% de las n¨®minas. En t¨¦rminos relativos tenemos la mitad de aportaci¨®n que el Reina Sof¨ªa. No lo entiendo. Al bicentenario aportan cero euros. Buscar dinero quita energ¨ªas y te genera la sensaci¨®n de que distraes fuerzas que deb¨ªan de ser para cosas m¨¢s importantes.
P. ?Su capacidad de autofinanciarse en un 70% va en su contra?
R. Se castiga a quienes hacen bien los deberes. Te planteas si vale la pena seguir por esa v¨ªa: lo mismo es m¨¢s rentable generar menos recursos propios y esperar a que el Estado te d¨¦ el dinero que no puedes conseguir. Est¨¢ bien que las instituciones tengan autonom¨ªa pero eso no puede significar que el Estado vaya contribuyendo cada vez menos.
P. Cuando se lo echa en cara al ministerio, ?qu¨¦ responden?
R. Que nos dan un sistema de desgravaci¨®n fiscal [por la consideraci¨®n del bicentenario como Acontecimiento de Especial Inter¨¦s] para las empresas, pero en realidad no hemos sido capaces de conseguir ni un solo euro por ese concepto. Puede que seamos unos in¨²tiles¡ O que las empresas tienen un tope de desgravaci¨®n fiscal y la mayor parte de las grandes ya lo ha alcanzado.
P. ?C¨®mo le sent¨® ver al ministro M¨¦ndez de Vigo ufanarse en el Congreso de que el Prado se financie en un 70%?
R. Este es un pa¨ªs en el que a todo el mundo se le llena la boca diciendo lo importante que es el Prado, pero entre el dicho y el hecho, suele mediar un trecho. Dej¨¦moslo ah¨ª.
P. ?Podr¨¢n hacer frente a la parte que les toca del Sal¨®n de Reinos?
R. No es una obra muy cara: 40 millones de euros en cuatro a?os. De nuestro presupuesto ordinario nos hemos comprometido a pagar la cuarta parte, pero nos piden que paguemos la mitad. No es realista.
P. ?Y el del bicentenario?
R. 10 millones, que estamos pagando con los presupuestos ordinarios del museo. El programa est¨¢ cerrado en un 99%...
P. ¡y no incluir¨¢ la muestra Circa 1819, comisariada por Javier Bar¨®n y F¨¦lix de Az¨²a.
R. Esa cancelaci¨®n se debi¨® a un problema de pr¨¦stamos. No iban a estar a la altura y decidimos no hacerla.
P. Ha declarado que para subsistir el museo est¨¢ ahora mismo con la caldera a toda m¨¢quina... ?Qu¨¦ implica eso?
R. Que vamos con la lengua fuera. Cualquier cosa que haces tienes que justificarla al c¨¦ntimo, con una presi¨®n burocr¨¢tica asfixiante. Dado que tenemos que afrontar el 60% de las n¨®minas, cualquier imprevisto puede hacer que no abramos ma?ana. Te crea una incertidumbre y una angustia tremendas. Nadie me obliga a hacer exposiciones, pero s¨ª a abrir el museo. Luego est¨¢n tus propias exigencias. Todos esperan que el Prado llegue a las semifinales de la Champions League, pero con el presupuesto del Getafe. Imagine que los peri¨®dicos publicaran que cerramos por falta de dinero. Vamos a ver qu¨¦ ocurre con el nuevo presupuesto. En el ¨²ltimo tuvimos una aportaci¨®n del Estado de 13,9 millones, el sueldo medio de un jugador mediocre de f¨²tbol de Primera. Debe de haber cientos de departamentos del Estado con un presupuesto mucho m¨¢s holgado. Cuando el museo funciona mal, todos se preocupan. Si va bien creen que va solo. Es uno de los grandes reclamos tur¨ªsticos de Madrid, y pese a ello, la Comunidad solo ayuda con 150.000 euros al a?o y el Ayuntamiento con cero.
P. Pero el museo crece en los nuevos Presupuestos¡
R. S¨ª. Un mill¨®n de euros para el Sal¨®n de Reinos y otro mill¨®n m¨¢s porque aumentamos nuestro nivel de autofinanciaci¨®n.
P. Con un mill¨®n de los 20 que les piden, ?tardar¨¢n 20 a?os en terminar la obra de Foster?
R. Contamos con que est¨¦ en cuatro a?os. Para eso tienes que tener una l¨ªnea de financiaci¨®n que ya est¨¢ dibujada pero se tiene que concretar. Si todo fuera bien, las obras empezar¨ªan en diciembre de este a?o y concluir¨ªan en diciembre de 2021.
P. ?No peca de ingenuo?
R. Quiero ser optimista y pensar que ser¨¢ as¨ª. No creo, eso s¨ª, que aumente la aportaci¨®n del Estado y vamos a tener otro edificio que mantener. M¨¢s gasto con el mismo ingreso.
P. ?Est¨¢ ya definido su uso?
R. No. El proyecto de Norman Foster hace una distribuci¨®n entre lo que es la cruj¨ªa hist¨®rica y el resto del espacio. Creo que vale la pena recrear esos espacios huyendo de cualquier criterio decimon¨®nico. En la parte superior tenemos que pensar qu¨¦ hacemos. Tenemos muchas de las obras que fueron encargadas para ese espacio, tambi¨¦n se pueden hacer exposiciones temporales. Vamos a ver.
P. ?Cree que la campa?a de micromenenazgo que pondr¨¢n en marcha en septiembre arreglar¨¢ algo?
R. He asumido que la Ley del Mecenazgo es una quimera y me acojo a lo que hay. El micromecenazgo es una soluci¨®n que estaba ah¨ª, y ofrece incentivos interesantes con cantidades peque?as. Queremos tender puentes y que la gente sepa que aunque no seas millonario, tambi¨¦n puedes contribuir. Se podr¨¢n hacer aportaciones de 5 euros y la gente podr¨¢ sentir que el Prado es suyo. En los a?os 20 del siglo pasado ya se compramos obras con operaciones similares.
P. ?Viene el ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro, al museo?
R. Alguna vez.
P. ?Y se cuenta la clase pol¨ªtica entre los visitantes frecuentes del Prado?
R. No me consta. Desde luego, no es habitual.
P. ?Le molesta tener que alquilar obras para generar recursos? En 2015, percibieron 2,9 millones de euros por esta actividad¡
R. No. Me gustar¨ªa no prestar nada y que el acceso fuera libre. Pero como no soy el abad de F¨¢tima o de Lourdes y tengo que pagar n¨®minas y abrir el museo, no me queda otra que alquilar y cobrar entradas, que suponen un 50% de nuestros ingresos pese a que la mitad de visitantes no paga.
P. ?Hay un tope de obras que sea razonable prestar?
R. Estamos asistiendo al final de un modelo de museo. Ahora las exposiciones son peores de lo que eran en los 80 o en los 90. Las temporales est¨¢n llegando a su fin porque es dif¨ªcil hacer aportaciones nuevas de investigaci¨®n y porque los museos son cada vez m¨¢s reacios a prestar obra. El modelo est¨¢ en ca¨ªda libre. Lo importante tiene que ser la colecci¨®n permanente. Una de las cosas de las que estoy m¨¢s orgulloso es que hemos reducido la salida de obras de las 900 a las que se hab¨ªa llegado hasta 400. Hay que tener claro que hay cosas que no se pueden prestar de ninguna manera. S¨¦ que si prestara Las hilanderas conseguir¨ªa un dineral, pero no pienso hacerlo.
P. Las mujeres artistas (Clara Peeters, Sofonisba Anguisola, Lavinia Fontana) van entrando en las exposiciones. ?Qu¨¦ pasa con los ¨®rganos de gobierno como el patronato?
R. Deber¨ªa ser paritario, abrirse a distintas sensibilidades.
P. ?C¨®mo ve el papel del Tribunal de Cuentas, cuyo ¨²ltimo informe les afe¨® la compra de un fra ang¨¦lico de 18 millones a la Casa de Alba?
R. No pongo en duda la necesidad de control. Lo que s¨ª querr¨ªa es que viviera una cierta sensibilidad con el hecho art¨ªstico. No es lo mismo los cuadros que la de la exportaci¨®n de ganado. A veces noto esa falta de sensibilidad y de conocimiento. Me preocupa el sistem¨¢tico filtro de las noticias de manera interesada de instituciones como el Prado o el Reina que vivimos de nuestra imagen. La desconfianza que proyectan sobre nosotros es demoledora. Tenemos el compromiso de su parte de que pondr¨¢n m¨¢s sensibilidad.
P. A prop¨®sito de imagen, ?Cree que fue buena idea la exposici¨®n de Cai Guo-Qiang en el Sal¨®n de Reinos?
R. Todos los museos similares al nuestro estamos siempre en el mismo debate: c¨®mo nos aproximamos al arte contempor¨¢neo. A veces se acierta y otras no. Aqu¨ª ha habido iniciativas con artistas contempor¨¢neos que adolec¨ªan de una falta de criterio, de cohesi¨®n. No lo excluyo porque son miradas enriquecedoras, pero soy m¨¢s partidario de que se introduzca a trav¨¦s del departamento de Educaci¨®n.
P. ?Pero en el caso concreto de Cai?
R. Dej¨¦moslo en que en ese caso hubo opiniones para todos los gustos.
P. Y del Guernica¡ ?se han olvidado definitivamente?
R. Volver¨¢ al Prado... dentro de 100 a?os. Dado que el Reina Sof¨ªa debe ser un museo de sensibilidad contempor¨¢nea, dentro de un siglo desentonar¨¢ en el contexto del Reina Sof¨ªa.
Sobre giras y colectas
Entre los proyectos del bicentenario del Prado, Miguel Falomir destaca De Gira por Espa?a: llevar una obra maestra del museo a cada una de las comunidades aut¨®nomas, Ceuta y Melilla. "A¨²n no he conseguido un patrocinador. Va a costar un fortun¨®n que pagaremos nosotros", dice. Habr¨¢ tambi¨¦n grandes exposiciones sobre "c¨®mo el Prado ha llegado a convertirse en el museo de todos y el impacto que ha tenido en much¨ªsimos artistas", sobre Rembrandt, Vel¨¢zquez y los siglos de Oro en Holanda y en Espa?a o en torno a los dibujos de Goya. M¨¢s nombres: Bartolom¨¦ Bermejo, Fra Ang¨¦lico y el origen del Renacimiento en Florencia o una dedicada a las artistas Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana. El toque moderno lo pondr¨¢ Giacometti.
En oto?o, se estrenar¨¢ una nueva forma de financiaci¨®n: el micromecenazgo: ¡°He asumido que la ley del mecenazgo es una quimera y me acojo a lo que hay. El micromecenazgo es una soluci¨®n que ofrece incentivos interesantes con cantidades peque?as. Queremos que la gente sepa que sin ser millonario, puedes contribuir. Se podr¨¢n hacer aportaciones de cinco euros¡±. La primera compra gracias a este sistema ser¨¢ un lienzo in¨¦dito del pintor franc¨¦s del XVII Simon Vouet.
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