Autorretratos espa?oles en las colonias africanas
El documental ¡®Memorias de ultramar¡¯ fusiona pel¨ªculas caseras realizadas en S¨¢hara, Guinea Ecuatorial y Marruecos entre 1940 y 1975
Ni?os disfrazados de vaqueros en mitad del ?frica espa?ola. Reuniones sociales con criados negros. Un espa?ol que paga para que le lleven en brazos por encima del barro. La primera vez que en el audiovisual nacional se oye la palabra ¡°cayuco¡±. Todo esto y mucho m¨¢s se puede ver en el documental de creaci¨®n Memorias de ultramar, de Carmen Bellas y Alberto Berzosa, que han usado 14 horas de material casero fechado entre la d¨¦cada de los cuarenta y 1975 para construir un relato de 48 minutos sobre la Espa?a colonial africana (S¨¢hara, T¨¢nger, Guinea Ecuatorial y Marruecos). Un retrato complejo y delicado porque el punto de vista actual poco tiene que ver con el de quienes hicieron las grabaciones durante esas m¨¢s de tres d¨¦cadas. Memorias de ultramar, producido por la Filmoteca Espa?ola, se estrena el domingo, 28 de marzo, en la sala Dor¨¦, en Madrid.
Con Memorias de ultramar, la Filmoteca cierra la trilog¨ªa que inici¨® con Vestigios en super-8: una cr¨®nica ¡®amateur¡¯ de los a?os del cambio (2018), una sesi¨®n compuesta con grabaciones privadas de super-8 realizadas entre 1976 y 1979, y prosigui¨® con Diarios de exilio (2019), creado con una docena de v¨ªdeos familiares de republicanos desterrados tras la Guerra Civil. Ahora ha llegado el momento de las colonias espa?olas menos conocidas, las africanas, que en los ¨²ltimos a?os han cogido peso en el cine comercial. Para esta labor, Carmen Bellas ¡ªdirectora de Una vez fuimos salvajes (2017), premio al mejor documental en el festival Alcances y premio especial Numax en el certamen Novos Cinemas¡ª y Alberto Berzosa ¡ªprofesor asociado en la Universidad Carlos III de Madrid y autor de Homoherej¨ªas f¨ªlmicas (2014) y C¨¢mara en mano contra el franquismo. De Catalu?a a Europa, 1968-1982 (2009)¡ª han buceado en el material proporcionado por varias filmotecas (Filmoteca Espa?ola, Filmoteca Valenciana, Filmoteca Canaria, Filmoteca de Navarra y Filmoteca de Andaluc¨ªa) y han rastreado en archivos familiares mientras la pandemia confinaba a todo el mundo en su casa. ¡°Por un lado¡±, cuenta Bellas, ¡°la ventaja es que, comparada con las dos entregas precedentes, no tenemos tan fresco c¨®mo viv¨ªan los espa?oles en las colonias africanas¡±. A cambio, apunta Berzosa, ¡°est¨¢n los restos inconscientes que dej¨® el NO-DO sobre la presencia de Espa?a en ese continente¡±.
No existe mucho material de esa ¨¦poca. En febrero de 2020, los dos cineastas se reunieron con las instituciones f¨ªlmicas y constataron que hab¨ªa que rastrear en otros sitios para obtener im¨¢genes. ¡°Al mes nos confinaron¡±, recuerdan en una entrevista telem¨¢tica, ¡°y lanzamos mensajes en botellas, buscando en foros y pidiendo esas grabaciones; al final obtuvimos 20 colecciones¡±. Hab¨ªa muchas comuniones y bodas, momentos caseros y familiares, como ba?os de ni?os. ¡°Cribamos para resaltar lo relevante, c¨®mo se mantuvo una manera de comportarse a la espa?ola en la vida diaria, parte de ese proceso colonial que impone tradiciones¡±.
Durante el montaje, Bellas y Berzosa encararon un gran reto: ¡°Las im¨¢genes no casaban entre s¨ª, tanto por su diferencia territorial como porque entre ellas, obviamente, no existen interrelaciones. Pensamos que si respet¨¢bamos la unidad de cada colecci¨®n, como si fueran unidades sem¨¢nticas, lograr¨ªamos cierta ligaz¨®n¡±.
Encontraron un mejor elemento narrativo, que se ve, por ejemplo, en las grabaciones de los a?os cuarenta en Guinea Ecuatorial, cuando el autor, ¡°que ya hab¨ªa editado las im¨¢genes¡±, provoca un movimiento hacia adelante y hacia atr¨¢s de una mujer andando por las fincas. ¡°Ah¨ª descubrimos que con la alteraci¨®n de ciertos momentos podr¨ªamos poner de relevancia esas huellas y dejes coloniales que hab¨ªamos encontrado¡±, apunta Bellas. ¡°Y eso nos llev¨® a los juegos que proponemos: ampliaciones, rebobinados, congelados...¡±. Y el sonido, que refuerza lo que aparece en pantalla. ¡°Algunas pel¨ªculas ya iban sonorizadas, a otras les hab¨ªan a?adido una banda sonora colonial¡±, comenta Berzosa. ¡°Decidimos igualarlo todo, rehuyendo un subrayado de lo ex¨®tico de las im¨¢genes¡±. Hablan de dos capas sonoras: ¡°La primera da vida, sumerge al espectador en el d¨ªa a d¨ªa. La otra, m¨¢s metaf¨®rica, da otro nivel de lectura a la pieza¡±.
Memorias de ultramar se asoma desde la mirada del siglo XXI a pasados tortuosos: ¡°No estamos acostumbrados a lidiar con la memoria colonial en ?frica. Y es mucho m¨¢s reciente que la presencia en Latinoam¨¦rica. Es curioso, porque en cierto sentido la democracia espa?ola surge cuando se desprende de las ra¨ªces coloniales. Es un tema espinoso¡±, advierte Berzosa. ¡°Nosotros no deb¨ªamos juzgar im¨¢genes que en realidad muestran una vida muy romantizada. Los herederos de quienes hicieron las grabaciones tienen recuerdos muy felices de aquellos a?os, y eso es innegable, pero no puedes mostrarlas sin m¨¢s¡±. De ah¨ª que hicieran varios montajes hasta obtener un equilibrio. ¡°El primer corte mostr¨® nuestro rechazo ante lo que ve¨ªamos, y era injusto con el contexto y sus creadores, porque forman parte de una esfera ¨ªntima¡±, apunta Bellas. ¡°Creo que hemos encontrado un cierto discurso cr¨ªtico sin alejarnos de lo que son: colecciones familiares¡±.
El mediometraje se cierra con la Marcha Verde en el S¨¢hara, en 1975 y el fin de la Guinea Ecuatorial colonial, a trav¨¦s de la colecci¨®n cedida por un hijo de Armando Balboa, quien fuera secretario de la Asamblea Nacional de su pa¨ªs tras la independencia en 1968. Casado con la catalana Nuria Merc¨¦, tuvieron cinco hijos, y son la familia mixta que aparece en el cierre. Como subraya Bellas, ¡°la colocamos ah¨ª porque es la primera vez que un africano no aparece en el borde del encuadre sirviendo el t¨¦. Balboa est¨¢ en el centro, bebi¨¦ndolo, y eso choca con todo lo anteriormente mostrado. Adem¨¢s, Merc¨¦ y Balboa se filman de manera muy bella, casi er¨®tica, cuando hasta ese momento los espa?oles hab¨ªan filmado a los africanos, los boys, los criados, casi como muebles¡±.
Babelia
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