Natalia Men¨¦ndez: ¡°Tengo cara de guiri, pero llevo una morena dentro¡±
La directora del Teatro Espa?ol, caballero de las Letras y las Artes de Francia, estrena la funci¨®n ¡®Las dos en punto¡¯ y no descarta volver a actuar a los 54: ¡°Ser¨¦ la ¨²nica actriz con arrugas¡±, augura.
Cita en el Instituto Franc¨¦s, frente por frente del Tribunal Supremo, en la zona se?orial de Madrid, y donde la tratan como a una arist¨®crata. Por algo acaba de ser nombrada caballero de las Artes y las Letras de Francia, lo m¨¢s parecido a la nobleza en la rep¨²blica de la libertad, la igualdad y la fraternidad. La ilustr¨ªsima se?ora se presenta al encuentro, no obstante, ultrasencilla, de blanco impoluto, sin m¨¢s adorno que un collar de cuentas y sus gafas rojo rabioso. Ni rastro de la insignia que la acredita como patricia de su oficio, dado que a¨²n no le ha sido impuesta en Par¨ªs, con los debidos honores, a causa de los rigores de la pandemia. Su padre, el a?orado y popular¨ªsimo actor Juanjo Men¨¦ndez, y su t¨ªo materno, Jean Pierre Miquel, director de la Com¨¦die Fran?aise deben de estar orgullosos.
?C¨®mo es que, con su curr¨ªculo y ascendencia, no es popular en la calle?
Es que mi padre nos cuid¨® mucho de la prensa a mi hermana y a m¨ª, no tenemos ni fotos con ¨¦l, nos manten¨ªa alejadas de los focos. Y despu¨¦s, tambi¨¦n por propia elecci¨®n. Creo que, en este oficio cuanto m¨¢s sabes de la persona, menos disfrutas de la historia que te cuenta.
Pues para querer evitarle los focos, le sali¨® usted respondona dedic¨¢ndose a la escena.
Mis padres no quer¨ªan que fuera actriz, es cierto. Les daba miedo, porque es una profesi¨®n muy n¨®mada e inestable, pero, f¨ªjate: le sali¨® mi hermana dise?adora y yo misma actriz. De lo m¨ªo se enteraron despu¨¦s. Simul¨¦ que iba a estudiar periodismo, y como yo era supercuriosa, col¨® totalmente. Me examin¨¦ de Dramaturgia de ha y cuando lo dije ya estaba hecho.
Menudo primer papel, convenciendo al p¨²blico...
S¨ª, es que siento que en esta vida no hay que contarlo todo.
F¨ªjese que la hac¨ªa yo m¨¢s seria y formal. Tiene fama de eso.
Y lo soy, una cosa no quita la otra. Pero tambi¨¦n soy hedonista y muy libre. Lo que pasa es que todo el mundo piensa que soy una intelectual seria y fr¨ªa por la cara de guiri que tengo.
Se lo dice usted todo.
Me pasa desde cr¨ªa. Mi madre es francesa y, cuando iba a los castings, me dec¨ªan que parec¨ªa alemana, noruega, de todo menos espa?ola. Pens¨¦ que no iba a hacer cine en mi vida. Y me rebelaba, porque yo siento que tengo una morena dentro.
?Eso qu¨¦ es lo que es?
Pues ser muy pasional, vivir con una cierta vehemencia, con muchas ganas de disfrute, de sentir las cosas a full, de exprimir la naranja cada d¨ªa. Cuando muri¨® mi padre, yo ya ten¨ªa treinta y tantos, pero he sido muy consciente de la muerte desde muy ni?a. Entonces, el d¨ªa que me muera, quiero que la gente haga una fiesta para celebrar que yo he vivido a tope. Penas, las imprescindibles. Lamentaciones, las justas.
No adelantemos acontecimientos. ?C¨®mo lleva los 50?
La cincuentena me est¨¢ afinando. Afinas en delicadeza, en el gusto, en las relaciones. En decidir con qui¨¦n quiero comer y con qui¨¦n ya no. A gustarle a todo el mundo hace tiempo que renunci¨¦. Soy hipert¨ªmida. A los tres a?os dej¨¦ de ver por un ojo, empec¨¦ a llevar gafas y notaba c¨®mo los ni?os me miraban diferente. Fue mi primera conciencia de la injusticia. Me quitaba las gafas para no ver y as¨ª cre¨ªa que no me ve¨ªan.
Pues hoy las lleva bien vistosas.
Eso tambi¨¦n es una conquista. De ni?a y adolescente, cuando me dec¨ªan que ten¨ªa los ojos bonitos, cre¨ªa que se estaban riendo de m¨ª. F¨ªjate t¨², las cabezas. Hasta que vi a Paloma Picasso, la primera mujer que se notaba que se sent¨ªa atractiva con gafas, y empec¨¦ a usarlas como quien cambia de zapatos. Ahora son mi carta de presentaci¨®n.
Como directora, ?qu¨¦ es lo que m¨¢s aprecia en un actor?
La intuici¨®n, la inteligencia y la generosidad.
?No se puede ser buen actor y mala persona?
Se puede ser todo y mala persona. Incluso ser malo y hacer de bueno. Todo se puede ficcionar. Pero hay que hacerlo muy muy bien, no todos servimos.
?C¨®mo elige sus repartos?
No hago casting, me tomo caf¨¦s. No me gusta hacer pruebas. Lo que hago es que lo miro todo, me lo veo todo, puede que sea una de las personas que m¨¢s va al teatro de este pa¨ªs, porque para m¨ª esto no es solo pasi¨®n ni trabajo, es alimento. Soy una viciosa del teatro. Por eso, cuando llamo a alguien, s¨¦ c¨®mo act¨²a, y, con el caf¨¦, puedo ver si voy a llegar a ese lugar de confianza que necesito para dirigirla. Cada vez valoro m¨¢s la intuici¨®n. A los 20 quieres ser razonable. Quieres saber mucho, leer mucho, tener mucho conocimiento. Ahora soy m¨¢s intuitiva gracias a que hice todo eso.
?Se fichar¨ªa a s¨ª misma?
No.
?No aguantar¨ªa ni ese caf¨¦ con usted misma?
No, porque yo ya me s¨¦, me aburrir¨ªa a m¨ª misma. Necesito que alguien me ponga a prueba.
?Por eso dej¨® la actuaci¨®n?
No, la dej¨¦ porque mi padre ten¨ªa alzh¨¦imer y prefer¨ª ocuparme de ¨¦l hasta que muri¨®.
?Qu¨¦ queda de un padre para su hija cuando pierde la memoria y la palabra?
Queda la parte m¨¢s animal, la m¨¢s primaria, queda la piel y las sensaciones, queda el amor.
?No echa de menos actuar?
Bueno, digamos que estoy en ello. Ya se lo he dicho a quien se lo ten¨ªa que decir. Alguien a quien admiro y con quien me apetece trabajar como actriz. Nos apetece a los dos y, si surge la oportunidad, ser¨¢ una sorpresa.
?C¨®mo se prepara una para regresar?
Bueno, si llega a cuajar, ser¨¦ una de las pocas actrices que tendr¨¢ arrugas. Una de las cosas que me ha tra¨ªdo la pandemia es que pienso mucho en la vejez, pero desde un lugar agradable. Eso no quita que un d¨ªa, me mir¨¦ al espejo y dije: estoy mucho m¨¢s vieja, pero soy yo, soy la que soy.
Eso dec¨ªa Frances McDormand: que, si llega a esa edad trabajando, ser¨¢ la ¨²nica actriz que parezca octogenaria de toda su quinta.
Algo de eso hay. Las que resistamos tendremos que hacer pel¨ªculas que est¨¦n ubicadas en la primera mitad del siglo XX, porque casi todas las del XXI estar¨¢n tocadas.
?No le gustan las caras retocadas como directora?
Pues mira, cuando dirig¨ª Las cu?adas, por ejemplo, para m¨ª era muy importante que ninguna de las actrices me diera la sensaci¨®n de estar operada. Muchas dicen que se operan porque se deben a su p¨²blico, pero yo creo m¨¢s bien que es una cuesti¨®n de cabeza.
Debe de ser dificil¨ªsimo envejecer de cara al p¨²blico.
S¨ª, y tambi¨¦n es verdad que algunos directores de cine y tele exigen no tener arrugas, y eso me parece lamentable.
?C¨®mo lleva ser ¡®caballero¡¯ en la tierra de su madre?
F¨ªjate, solo me falta el caballo. En serio: he pensado mucho en mis abuelos. Mi madre se volvi¨® loca, mis amigos franceses enloquecieron. Y yo... bueno, es un reconocimiento que s¨¦ apreciar.
Muchas gracias. Ten¨ªa raz¨®n: no es tan seria como la pintan.
Claro, es que t¨² me mirabas por fuera: ve¨ªas a la guiri, no a la morena.
CABALLERO MEN?NDEZ
Natalia Men¨¦ndez (Madrid, 54 a?os) fue 'monaguilla' antes que abadesa. Hija del popular¨ªsimo actor Juanjo Men¨¦ndez, estudi¨® en secreto direcci¨®n e interpretaci¨®n y tuvo a?os de popularidad con sus trabajos en series de televisi¨®n antes de retirarse de esa parte del escenario para cuidar a su padre cuando enferm¨® de alzh¨¦imer. Su mayor prestigio y proyecci¨®n le viene de su dedicaci¨®n a la direcci¨®n y programaci¨®n de funciones teatrales, en Espa?a y en todo el mundo. Despu¨¦s de dirigir durante a?os el Festival de Almagro, es, desde 2019, la directora art¨ªstica del Teatro Espa?ol de Madrid, donde ahora estrena 'Las dos en punto', la historia de dos mujeres singulares vapuleadas por la sociedad. Las injusticias, admite, son, a la vez, su fuente de inspiraci¨®n y uno de los motivos por los que elige sus obras. Con esa premisa, seguro que tiene tajo para el resto de su vida.
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