Francisco Brines, poes¨ªa ¨¦tica y Cervantes casero
Los Reyes se trasladar¨¢n a Elca para entregar el galard¨®n al poeta debido a su avanzada edad. Una exposici¨®n en la Universidad de Alcal¨¢ de Henares recorre su biograf¨ªa a trav¨¦s de un centenar de fotograf¨ªas, cuadros, cartas y manuscritos
Escribi¨® Francisco Brines (Oliva, 1932): ¡°El tiempo es mi cuerpo y mi enigma¡±. La frase aparec¨ªa en el pr¨®logo a su primera antolog¨ªa personal, La certidumbre de la poes¨ªa, un t¨ªtulo que tambi¨¦n encabeza la muestra que la Universidad de Alcal¨¢ de Henares dedica al ganador del Premio Cervantes en 2020. Fotograf¨ªas, cartas, cuadros, primeras ediciones y hasta su vieja m¨¢quina de escribir o el tel¨¦fono negro al que dedic¨® un poema ofrecen en esta exposici¨®n ¡ªque permanecer¨¢ abierta hasta el pr¨®ximo julio¡ª un completo recorrido cronol¨®gico por la vida del escritor, su formaci¨®n y vocaci¨®n, sus amigos y familia, su trabajo po¨¦tico y relaci¨®n con el arte.
Desde la foto de boda de sus padres hasta una instant¨¢nea tomada el mismo d¨ªa que recibi¨® la noticia de la concesi¨®n del Premio Cervantes, en noviembre de 2020, la exposici¨®n ¨Cque ha sido comisariada por ?ngels Gregori y contar¨¢ con visitas guiadas y talleres infantiles¨C presenta el primer manuscrito, Dios hecho aire, que complet¨® Brines de adolescente y que apareci¨® en un caj¨®n al revolver entre sus cajas y papeles. Tambi¨¦n se muestran fotos desconocidas, como una imagen del servicio militar, en la que aparece disparando, o dos retratos de 1960 con D.K. ¡ªel mismo del libro Poemas a D.K, que public¨® en los a?os ochenta¡ª en la playa de Casteldefells.
Los documentos, im¨¢genes y cuadros reunidos repasan la infancia de Brines, sus a?os en el internado de los jesuitas donde surge la pasi¨®n por la poes¨ªa, quiz¨¢ como respuesta a una crisis de fe, su formaci¨®n y viajes, su contacto con Vicente Aleixandre y su ¨¦xito con el primer poemario, Las brasas, distinguido con el premio Adonais, as¨ª como su amistad con sus compa?eros de generaci¨®n como Claudio Rodr¨ªguez, que estaba en Cambridge cuando Brines se encontraba en Oxford. Destaca tambi¨¦n el trabajo de la artista Carmen Calvo con el poeta y un reportaje de Jes¨²s Ciscar en la casa familiar de Brines. Protagonista indiscutible de esta muestra en la que se exhiben cartas del poeta con Jos¨¦ Olivio Jim¨¦nez, Luis Cernuda o Gil de Biedma, es esa mas¨ªa de Elca en Oliva, la misma desde la que el poeta ha seguido hoy viernes los actos celebrados en Alcal¨¢ de Henares, en los que se ha renunciado a hacerle entrega de su premio en la tradicional ceremonia p¨²blica en atenci¨®n a la situaci¨®n de Brines.
Rodeada de campos de naranjos, con la vista del mar y el macizo del Montg¨® a lo lejos, la casa donde vive Brines siempre ha estado presente en la obra y vida del poeta. No ha podido recoger el Premio Cervantes por su avanzada edad, su delicado estado de salud y la prevenci¨®n recomendable por la pandemia de coronavirus, pero hasta esa mas¨ªa familiar se desplazar¨¢n los Reyes pr¨®ximamente para entregarle personalmente el galard¨®n, seg¨²n ha anunciado el ministro de Cultura, Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez Uribes. El pasado a?o, don Felipe y do?a Letizia ya viajaron hasta Barcelona para otorgarle en un acto ¨ªntimo la distinci¨®n de 2019 al tambi¨¦n poeta Joan Margarit.
Brines lleva unos d¨ªas nervioso, muy emocionado por las numerosas felicitaciones que est¨¢ recibiendo. Su disposici¨®n natural a responder y agradecer todas las muestras de cari?o tal vez incremente esa inquietud, sugieren personas de su entorno. Tiene la cabeza despejada y l¨²cida, pero necesita estar tranquilo, aseguran. A los escolares de su pueblo que le prepararon un v¨ªdeo de felicitaci¨®n (con la ayuda y producci¨®n del Ayuntamiento), el autor de una de las obras po¨¦ticas m¨¢s relevantes del castellano del ¨²ltimo medio siglo les contest¨® con un mensaje audiovisual en valenciano: ¡°Yo fui, cuando era peque?o, pr¨ªncipe de la poes¨ªa. Ahora, ni?os y ni?as de Oliva, os toca a vosotros serlo. Cada a?o tendr¨¢ Oliva un nuevo pr¨ªncipe o princesa de la poes¨ªa. Y para todos los que vendr¨¢n sucesivamente, enhorabuena¡±.
Brines tambi¨¦n ha remitido un mensaje en el D¨ªa del Libro: ¡°La vida a veces tiene la delicadeza de las flores: su carne son los p¨¦talos con su obligado color y se hace el milagro; te acercas y c¨®mo huelen. Color, aroma y forma, un ser vivo. Y eso es lo que el hombre recibe en la tierra de la mano de Dios¡±.
Hace casi 40 a?os, el poeta escribi¨® que, ya en sus primeros poemas de adolescente, le surg¨ªa ¡°con extra?a insistencia¡± la contemplaci¨®n de su vejez en la casa de Elca, donde transcurri¨® ¡°lo mejor¡± de su infancia y experiment¨® ¡°la continuidad de todas las edades¡±. ¡°Como si la vida hubiera de abocarse, en su final, a lo esencial: una casa ya sin nadie, y un hombre solo que, desde ella, agradece todav¨ªa el distanciado esplendor de la naturaleza, mientras pugna porque retorne, en el naufragio de la memoria, el fantasma de su existencia¡±, escribi¨® entonces.
El tiempo ha confirmado sus vaticinios sobre Elca, aunque all¨ª vive rodeado de amigos y de su inseparable V¨ªctor Alverka, que lo cuida desde hace m¨¢s de 15 a?os. Tras pasar la mayor parte de su vida en Madrid, Brines ha regresado definitivamente a esa casa, que hered¨® de su familia naranjera y hoy es la sede de la nueva fundaci¨®n que lleva su nombre y de una espl¨¦ndida biblioteca de 30.000 vol¨²menes. Su fundaci¨®n ha organizado ahora un premio de poes¨ªa en espa?ol y en catal¨¢n, cuyos ganadores ser¨¢n publicados por Pre-Textos, y que en su primera edici¨®n ha recibido 1.300 originales. Quiere ayudar a los j¨®venes, explica ?ngels Gregori. Brines siempre ha defendido, como recoge un texto de la exposici¨®n, que ¡°la poes¨ªa posee una ¨¦tica que ayuda al lector a ser un mejor ciudadano porque cultiva una tolerancia personal¡±. Pues parece que los versos, as¨ª entendidos, son hoy m¨¢s necesarios que nunca.
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