Tiempos de guerra en el Museo Ruso de M¨¢laga

La historia de la humanidad podr¨ªa resumirse como una guerra continua con escasos tiempos de paz. Ocurre igual con el imperio ruso en cualquiera de sus etapas, desde los zares a la Uni¨®n Sovi¨¦tica o la Rusia actual. Su producci¨®n art¨ªstica basada en lo b¨¦lico ha sido tan ingente que incluso ha dado para un g¨¦nero propio. Es precisamente ah¨ª donde se enmarca la nueva exposici¨®n anual del Museo Ruso de M¨¢laga, que toma prestado el t¨ªtulo de una de las novelas m¨¢s universales de la literatura para mostrar 183 obras y objetos ornamentales. Guerra y paz en el arte ruso, que se inaugura este viernes, es un retrato universal del enfrentamiento entre seres humanos que abarca desde los primeros iconos religiosos de la Edad Media hasta las representaciones de las batallas de Mosc¨² y Stalingrado o la toma de Berl¨ªn, ya en el siglo XX. Se podr¨¢ visitar hasta el 24 de abril de 2022.

Si la novela de Le¨®n Tolst¨®i, como dice Vargas Llosa, ¡°tiene mucho m¨¢s que ver con la paz que con la guerra¡±, la exposici¨®n del centro malague?o tiene m¨¢s que ver con la guerra que con la paz. Hay batallas, vencedores y vencidos, pero la principal protagonista es ¡°la gran tragedia de la muerte¡±, como explica Evgenia Petrova, su comisaria. Lo hace de la mano de la espectacularidad, con hasta 70 obras de gran formato ¡ªmuchas superan los 12 metros cuadrados¡ª que repasan algunas de las campa?as b¨¦licas m¨¢s importantes del imperio ruso, como la conquista de Asia Central, las guerras contra Gran Breta?a, Suecia o Turqu¨ªa, la invasi¨®n napole¨®nica o la Revoluci¨®n de Octubre. Ello, a partir de artistas como Aleksandr Samojv¨¢lov, P¨¢vel Fil¨®nov o Sofia D¨ªmshits-Tolstaia. Tambi¨¦n Kazimir Mal¨¦vich y su Caballer¨ªa roja, pintado entre 1928 y 1921 y uno de los iconos que llega a M¨¢laga, aunque no es la primera vez porque ya particip¨® en una muestra temporal a finales de 2018.

El centro renueva totalmente sus paredes con fondos del Museo Estatal de San Petersburgo cada primavera. Su director es ahora m¨¢s optimista que nunca. El a?o pasado la nueva hornada lleg¨® en pleno confinamiento, as¨ª que las exposiciones temporales no pudieron inaugurarse hasta finales de mayo y la anual tuvo que esperar a junio. El retraso, junto a las constantes idas y venidas de las restricciones de aforos y movilidad, se not¨® en las salas: si en 2019 hubo 82.724 visitas, en 2020 se redujeron a 31.674. Cifras que se esperan superar en 2021, aunque, de momento, solo podr¨¢ acercarse hasta all¨ª la poblaci¨®n residente en Andaluc¨ªa ¡ªla comunidad ha recuperado esta semana la movilidad entre provincias¡ª y el escaso turismo internacional que viaja hasta la Costa del Sol.

Entre los argumentos para atrapar de nuevo al p¨²blico se encuentran tres espectaculares piezas de Gueli K¨®rzhev, donde el rojo es el principal protagonista, o las del diplom¨¢tico, artista y militar Grigor Gagarin. Hay grandes nombres, como los de Bogdanov Belski o Mij¨¢il Avilov, cuyo Duelo entre Peresvet y Chelub¨¦i abre la exposici¨®n y es toda una declaraci¨®n de intenciones sobre ella. Tambi¨¦n el trabajo de Vasili Vereschaguin, que impresion¨® al zar Alejandro II y quien consideraba la guerra como una gran calamidad, de ah¨ª que pusiera el foco en sus da?os colaterales m¨¢s all¨¢ de la gloria reservada a los ganadores. Hay retratos de generales, vistas de ciudades, campamentos militares, ciudades asediadas, as¨ª como piezas de creadores alemanes y franceses vinculados con Rusia. Grandes cuadros historicistas del siglo XIX ¡ªpropios de la tendencia nacionalista de la ¨¦poca en toda Europa¡ª redondean la muestra junto a las vanguardias del siglo XX. ¡°Conforman una historia sobre la humanidad. Y nos dicen que hay que aprender del pasado¡±, se?ala el director del Museo Ruso de M¨¢laga, Jos¨¦ Mar¨ªa Luna.

Viaje por las marinas de Aivazovsky

La propuesta se completa con dos exposiciones temporales, que permanecer¨¢n hasta el 12 de octubre en M¨¢laga. Por un lado, Ivan Aivazovsky y los pintores marinistas en Rusia, uno de los m¨¢ximos exponentes de esta tem¨¢tica en la historia del arte, que origin¨® un conflicto diplom¨¢tico entre Rusia y Ucrania en 2016, y especialmente prol¨ªfico: produjo m¨¢s de seis mil obras bajo un estilo propio que inici¨® el g¨¦nero en Rusia. El oc¨¦ano en calma, embravecido ¡ªcomo el espectacular La ola¡ª, escenario de batallas o protagonista de doradas vistas al amanecer o anochecer son las 26 que han viajado hasta M¨¢laga. ¡°Son una invitaci¨®n filos¨®fica a pensar sobre la historia y los caminos del arte¡±, ha indicado el director del Museo Estatal Ruso de San Petersburgo, Vlad¨ªmir Gusev. Aivazovsky, apasionado de la navegaci¨®n, fue pintor de la Armada Imperial rusa y viaj¨® por media Europa, incluida Madrid, con algunas paradas en Andaluc¨ªa. Entre ellas en la ciudad que ahora acoge su obra, como reflej¨® en su Vista de M¨¢laga, que se expone en Feodosia, en la pen¨ªnsula de Crimea.

Finalmente, el Museo Ruso aprovecha la ocasi¨®n para realizar un particular homenaje a Guerra y Paz y su autor. Lev Tolst¨®i. El camino de la vida, ofrece un recorrido de 39 piezas entre relatos, dibujos, acuarelas o litograf¨ªas relacionadas con el escritor y su obra, as¨ª como escenas de la monumental pel¨ªcula basada en la novela que obtuvo el Oscar a la mejor pel¨ªcula de habla no inglesa en 1968. Dirigida por Sergu¨¦i Bondarchuk y de siete horas de duraci¨®n, ser¨¢ proyectada en el Cine Alb¨¦niz de M¨¢laga, como parte de las actividades complementarias a las exposiciones, que incluir¨ªan conferencias y diversos ciclos tem¨¢ticos. ¡°Siempre, claro, que la autoridad lo permita¡±, apunta con cierta incertidumbre, pero con optimismo, Luna, quien conf¨ªa en que pronto lleguen tiempos de paz.