Hockney captura en su iPad la primavera de Normand¨ªa

Al entrar en la exposici¨®n de la Royal Academy de Londres, dos pantallas enfrentadas advierten de que, como en la caverna de Plat¨®n, los 116 lienzos expuestos son apenas una sombra de la proeza ejecutada por David Hockney (Bradford, Reino Unido, 83 a?os). En una de ellas, el v¨ªdeo muestra la sutileza del artista en captar, capa sobre capa, las distintas fases por las que atraviesa un cerezo al despertar del invierno y reventar en diferentes colores. En la otra, peque?as pinceladas grises en constante movimiento crean una cortina de lluvia sobre la campi?a normanda. The Arrival of Spring. Normandy, 2020 (La Llegada de la Primavera. Normand¨ªa, 2020) refleja, en el museo reci¨¦n abierto tras el par¨®n sanitario, las decenas de horas de minucioso trabajo que el artista brit¨¢nico dedic¨® a capturar la esencia del cambio de estaci¨®n mientras el mundo viv¨ªa recluido por la pandemia.

Hockney pinta con iPad 50 paisajes de la campi?a inglesa

¡°Podr¨¢n detener todo, pero no podr¨¢n cancelar la primavera¡±, escrib¨ªa a las dos docenas de amigos a los que cada d¨ªa enviaba una nueva pintura salida de su iPad. Hubo un momento, en 2011, en que el ¡°software alcanz¨® en rapidez a la mano¡±, como ha explicado el propio Hockney, y el pintor entendi¨® que dispon¨ªa de una nueva herramienta de posibilidades infinitas. ¡°Siempre dice que lo que m¨¢s le gusta de esta t¨¦cnica es su inmediatez. Le permite capturar de un modo instant¨¢neo una atm¨®sfera concreta, un aspecto concreto de la luz. Ves esa urgencia en cada una de las obras¡±, explica Edith Devaney, la comisaria de la exposici¨®n.

Emplea una aplicaci¨®n llamada Brushes¡¯, modificada a medida de sus necesidades

Utiliza una aplicaci¨®n llamada Brushes, modificada a medida con todos los requerimientos del artista: pinceles, colores, peque?as marcas... Desde que comenz¨® su tarea, Hockney sab¨ªa que cada una de las obras acabar¨ªa trasplantada a un lienzo de 1x1,5 metros. La composici¨®n y las pinceladas ya pensaban en esa escala, aunque las concentrara en el reducido espacio de la pantalla de una tableta. Ah¨ª reside la mezcla de asombro y trampa que provoca la exposici¨®n. Son los intensos colores propios de Hockney, el virtuosismo del dibujante exquisito, el puntillismo de los neoimpresionistas franceses del XIX, los nen¨²fares de Monet y la recreaci¨®n de m¨²ltiples espacios sobre la superficie de un estanque.

Son ¡°pinturas-resultado¡± que solo permiten intuir el proceso creativo, porque no son el fruto de pinceladas o brochazos sobre el lienzo sino la obra final de horas y horas de repiqueteo del l¨¢piz sobre una pantalla de cristal; el producto acabado de una tarea en la que cada trazo ya no es definitivo, porque la tecnolog¨ªa permite al artista volver a la primera de las capas de un cuadro, por ejemplo, y corregirla o replantearla sin perder por ello todo el trabajo posterior superpuesto. Y en ese sentido, sin embargo, Hockney ha descubierto un nuevo instrumento para producir arte. ¡°Si no tuviera seis d¨¦cadas de experiencia como pintor y dibujante, no podr¨ªa utilizar esta herramienta del modo en que lo hace¡±, asegura Devaney. ¡°Todo se convierte en algo m¨¢s r¨¢pido, m¨¢s port¨¢til. Pudo, por ejemplo, pintar escenas nocturnas, un proceso que le entusiasm¨® especialmente. Al trabajar sobre una pantalla retroiluminada era mucho m¨¢s f¨¢cil. No necesitaba luz el¨¦ctrica para iluminar el lienzo, que hubiera alterado la cualidad concreta de la oscuridad¡±.

Pudo pintar las escenas nocturnas, porque el aparato estaba retroilumniado¡±

Edith Devaney, la comisaria de la exposici¨®n

Cuando Hockney decidi¨® emprender su nuevo proyecto, no pod¨ªa imaginar que un virus endiablado paralizar¨ªa el mundo durante m¨¢s de un a?o. Hab¨ªa viajado en oto?o de 2018 a Francia en busca de los periodos rosa y azul de Picasso, y de los grandes tapices de Bayeux, Angers y Par¨ªs. Y decidi¨® que, como hab¨ªa hecho una d¨¦cada antes en la regi¨®n inglesa de Yorkshire, quer¨ªa reflejar la llegada de la primavera, esta vez en Normand¨ªa. Compr¨® una casa del siglo XVII ¡ª¡±como la de los siete enanitos del cuento¡±, la describi¨® el pintor¡ª rodeada de praderas y huertos, con sus caminos enrevesados, sus ¨¢rboles frutales, el arroyo cercano y, por supuesto, el estanque. Aprovisionado con alimentos y tabaco ¡ªfumar es su segunda pasi¨®n¡ª, Hockney se dedic¨® a capturar desde todos los ¨¢ngulos posibles los inabarcables detalles de una naturaleza en constante cambio, aunque todo lo dem¨¢s se mantuviera hibernado. Si el famoso Tapiz de Bayeux reprodujo como en una linterna m¨¢gica todos los momentos previos a la Batalla de Hastings de 1066, que concluy¨® con la conquista normanda de Inglaterra, el pintor ha logrado atrapar en una serie evolutiva de im¨¢genes un momento preciso de esa regi¨®n francesa y reconquistarla mil a?os despu¨¦s.

El artista que celebr¨® la vida y el amor en sus inicios pop y decidi¨® que los colores eran a¨²n mejor cuando eran imaginados, y exagerados; el pintor de las luminosas y urbanas piscinas californianas, contribuy¨® as¨ª durante los largos y duros meses de la pandemia a devolver a sus compatriotas, atrapados en un encierro incierto, cierto optimismo y esperanza con el simple mensaje de que era imposible detener la llegada de la primavera.

David Hockney: The Arrival of Spring, Normandy, 2020. Royal Academy of Arts, Londres. Del 23 de mayo al 26 de septiembre. De martes a domingo, de 10.00 a 18.00.