¡®Peque?o pa¨ªs¡¯: pedagog¨ªa sobre el genocidio en Ruanda

La fundacional en tantos aspectos Alemania, a?o cero (Roberto Rossellini, 1948) puso las bases de lo que significa la guerra en la a¨²n incipiente personalidad de los chavales que tienen la desgracia de vivirla: la tragedia les sobrevuela, les obliga a crecer a pasos agigantados, pero hay tambi¨¦n una cierta despreocupaci¨®n y nunca dejan de ser lo que son: ni?os.

El franc¨¦s ?ric Barbier, virando desde el rubiales de la pel¨ªcula de Rossellini en el Berl¨ªn derruido de la Segunda Guerra Mundial hasta el hijo de matrimonio interracial de Peque?o pa¨ªs, pone a su protagonista en tesituras en cierto modo semejantes: la imposible comprensi¨®n del desastre de una tierra, Burundi, y del vecino genocidio de los tutsis a manos de los hutus en Ruanda, con implicaciones tanto en su naci¨®n como en su propia familia, pues es hijo de franc¨¦s y de ruandesa de raza tutsi.

La gran diferencia entre Rossellini y Barbier, aparte de su incomparable calidad, es que mientras el primero siempre estaba guiado por la congoja y el drama, a pecho descubierto, el segundo mantiene en su relato unas ganas de agradar dentro de la barbarie que, aunque deliberada, no acaba de cuajar en una primera parte un tanto condescendiente con sus estallidos de alegr¨ªa, pese a un subtexto interesant¨ªsimo: la calamidad que realmente afecta al cr¨ªo protagonista y a su hermana es la del fin del matrimonio de sus padres.

Eso s¨ª, en la segunda mitad de la historia, basada en la novela autobiogr¨¢fica de Ga?l Faye, desarrollada entre los a?os 1992 y 1994, Barbier impone la crudeza, como no pod¨ªa ser de otro modo, con secuencias violent¨ªsimas aunque filmadas con cierto pudor, asent¨¢ndose en el fuera de campo y, de nuevo lejos de Rossellini, en la esperanza y la pedagog¨ªa.