Ouka Leele: ¡°Ahora hablan de poliamor, pero ya lo experimentamos en los setenta¡±
Una exposici¨®n en el C¨ªrculo de Bellas Artes descubre, con abundante material in¨¦dito, los inicios de la artista, uno de los iconos de la Movida
Para B¨¢rbara Allende Gil de Biedma (Madrid, 63 a?os) ¡°todo ha sido una sorpresa¡± en la exposici¨®n que le dedica PHotoEspa?a en el C¨ªrculo de Bellas Artes, hasta el 24 de octubre. ¡°Por primera vez¡±, dice por tel¨¦fono, no ha participado en el montaje, que le han mostrado a trav¨¦s del m¨®vil cuando estaba terminado. El recorrido desmenuza su big bang como artista, cuando era poco m¨¢s que una adolescente que desfil¨® en la pasarela de la Movida madrile?a. Pueden verse c¨®mics, dibujos, collages, fanzines con sus im¨¢genes, fotos coloreadas, cuadernos¡ en su mayor¨ªa material in¨¦dito. En Ouka Leele. Supernova, que ella describe como el camino que va ¡°de B¨¢rbara a Ouka Leele¡±, las piezas proceden del Archivo Lafuente, que tiene unas 1.500 piezas de la artista y que se ha encargado de ¡°restaurar fotos en algunos casos comidas por el moho¡±. El Archivo contiene arte del siglo XX, desde las vanguardias a la contracultura posfranquista. Y ah¨ª fue donde se divirti¨® Ouka Leele, cuyo nombre ha sonado ¨²ltimamente por sus declaraciones contra las mascarillas.
Pregunta. La exposici¨®n es un carrusel de ideas locas, diversi¨®n, colores vivos, lo on¨ªrico y la parodia¡ ?De d¨®nde le vino todo eso?
Respuesta. Del Museo del Prado, de artistas como William Blake, del actor Lindsay Kemp, este me volv¨ªa loca, me iba de groupie, me afeit¨¦ la cabeza y me pintaba la cara de blanco para seguirle. En fotograf¨ªa, Man Ray, porque el surrealismo hab¨ªa investigado la libertad de la mente.
P. Hizo sus primeras fotos a su familia, pero su inquietud inicial fue el c¨®mic. En esta muestra pueden verse dos de los primeros, ya con los personajes con sus caracter¨ªsticos pelucones.
R. No s¨¦ por qu¨¦ no segu¨ª con ello, quiz¨¢s entonces no se ve¨ªa como lo que luego ha sido, un arte. Yo era horrorosamente t¨ªmida, pero ten¨ªa algo de flautista de Hamelin porque a todo el mundo le divert¨ªa lo que hac¨ªa. Un d¨ªa en el colegio le dije a mis compa?eras que se metieran en los armarios y se colgasen de las perchas, cuando entr¨® la profesora no hab¨ªa nadie en clase¡ La fotograf¨ªa la vi como algo pr¨¢ctico. Fui en 1975 a la escuela Photocentro [coincidi¨® con Pablo P¨¦rez-M¨ªnguez y Jorge Rueda] porque un amigo, qu¨¦ pesado, me dec¨ªa ¡°vente, vente¡±, y cuando vi el revelado, me encant¨®. Luego hac¨ªamos sesiones de fotos y llor¨¢bamos de risa¡ fue una semilla de la Movida.
P. Form¨® un grupo creativo con Ceesepe, El Hortelano, Garc¨ªa-Alix¡ Todos colaboraban en lo que hac¨ªan, en revistas como Star.
R. ?ramos ni?os perdidos en el pa¨ªs de Nunca Jam¨¢s, los raros de nuestras familias, y nos entend¨ªamos. Uno tocaba, otro pintaba, te pinchaban para hacer fotos¡ Muy creativos, nos cre¨ªamos importantes, que hac¨ªamos algo hist¨®rico. No est¨¢bamos en el arte por ganar dinero. Lo importante era la libertad para hacer lo que quer¨ªamos.
En la exposici¨®n hay numerosos momentos de surrealismo ca?¨ª, como el retrato de Ceesepe con un tocado de jeringuillas, o la foto de la nuca de ella con una peineta de l¨¢pices de colores. Tambi¨¦n, el c¨¦lebre dibujo de 1978 de El Hortelano, de un mapa de estrellas, del que Allende tom¨® su alter ego art¨ªstico por el nombre de una de ellas, aunque por unos a?os lo adopt¨® como Lele (con una sola ¡°e¡±). Tambi¨¦n, la pel¨ªcula de Super-8 con la que present¨® su serie Peluquer¨ªa en la sala Redor de Madrid, en 1980, a la que acudi¨® con un cochinillo en la cabeza y un vestido negro con forma de fuelle de c¨¢mara fotogr¨¢fica para proclamar, a lo Dal¨ª: ¡°Yo soy Ouka Leele, la creadora de la m¨ªstica dom¨¦stica...¡±.
P. ?C¨®mo era aquello?
R. Pens¨¢bamos que ¨ªbamos a cambiar la vida, con unas utop¨ªas¡ la propiedad estaba mal vista. Ahora hablan del poliamor como si fuera un descubrimiento¡ nosotros ya lo experiment¨¢bamos. Pero siempre dir¨¦ que era horrible la parte de las drogas. Una amiga maravillosa al d¨ªa siguiente ten¨ªa los ojos que no te miraba; chicas que de un d¨ªa para otro les cambiaba la cara y a los meses estaban muertas.
P. Usted y otros miembros de la Movida se trasladaron a Barcelona en 1978.
R. Es que entonces no hab¨ªa Movida. Fuimos porque Barcelona nos parec¨ªa el no va m¨¢s. Conocimos a Nazario, Mariscal¡ hab¨ªa pasi¨®n por el dise?o. Cogimos una casa en Montju?c y como desde el jard¨ªn se ve¨ªa el Teatro Griego, los hippies saltaban la tapia para ver las obras. En la Navidad de 1981 volvimos a Madrid, y me dijo Carlos Serrano [fot¨®grafo]: ¡°?Sabes lo que se lleva? La Movida¡ la Movida es ir a casa de tal y luego a otra...¡±. As¨ª me enter¨¦ qu¨¦ era la Movida.
?ramos ni?os perdidos en El pa¨ªs de Nunca Jam¨¢s, los raros de nuestras familias, y nos entend¨ªamos
P. ?Hab¨ªa rivalidad Madrid-Barcelona?
R. Barcelona era la libertad, pasaban cosas en la calle, y luego estaba el dise?o. No pod¨ªas abrir un bar sin que lo hubiera dise?ado alguien, en Madrid se abr¨ªa con las paredes desconchadas, pero lo bonito era su gente. Los laboratorios para revelar en Madrid eran cutres, en un retrete; en Barcelona estaban dise?ados hasta el techo.
P. ?Se aprovecharon los pol¨ªticos de la Movida?
R. A los pol¨ªticos les gust¨®, y eso era bueno. Te dejaban hacer, pero empezaron a querer apuntarse el tanto. Para m¨ª, el final de la Movida es mi foto de la Cibeles coloreada de 1987. Pararon el tr¨¢fico, el Ayuntamiento pag¨® la producci¨®n, yo solo quer¨ªa hacer un homenaje a la diosa Tierra. Luego Juan Barranco perdi¨® las elecciones [por el PSOE, en 1989] y todo cambi¨®.
P. ?Y c¨®mo llev¨® pasar a ser casi desconocida?
R. Estaba acostumbrada a ir a un sitio y tener 50 flashes, que me pusieran una botella de champ¨¢n. Era divertido, pero pesado. Que suene todo el d¨ªa el tel¨¦fono con los periodistas. Me fui a Mallorca, me escond¨ª, y me qued¨¦ embarazada. All¨ª pintaba mis fotos durante meses. Me usaron para meter la foto en los museos, como cuando el Museo Espa?ol de Arte Contempor¨¢neo, de Madrid, me hizo una retrospectiva con 29 a?os.
P. En 2005, con 48, le dieron el Premio Nacional por ¡°cuestionar los l¨ªmites del lenguaje de la fotograf¨ªa¡±.
R. Si yo casi hab¨ªa dejado la fotograf¨ªa por el rollo digital. No te arreglaban la c¨¢mara, no encontrabas pel¨ªcula¡ Entonces me encargaron pintar un mural en Ceut¨ª (Murcia) de casi 300 metros cuadrados. Volv¨ª y me llaman para decirme lo del premio. Al principio pens¨¦, ¡°pero si me lo tendr¨ªan que haber dado en pintura¡±.
P. Pero tuvo que pasarse al digital.
R. Me apunt¨¦ a la escuela Efti, en Madrid, y nos pas¨¢bamos las clases bostezando porque no entend¨ªamos nada de los p¨ªxeles¡ Luego trabaj¨¦ con Jos¨¦ Mar¨ªa Mellado y aprend¨ª Photoshop. Lo mejor para aprender es la necesidad.
P. ?Le gusta la fotograf¨ªa de hoy?
R. Cuando ves una foto en papel baritado es otra cosa, la luz parece que se le ha pegado. Lo digital no s¨¦ qu¨¦ es... esto de que con n¨²meros se forme la imagen. No es la luz, es una interpretaci¨®n de la luz. Es como cuando la gente empez¨® a tirar sus muebles de madera para comprarse otros de formica.
Lo digital no s¨¦ qu¨¦ es... esto de que a base de n¨²meros se forme la imagen
P. Y ahora qu¨¦ hace.
R. Estoy en una etapa de b¨²squeda, con materiales como la ceniza, con su color de ala de mosca; la tierra y el carb¨®n, no puedo parar de tocarlos, me produce placer. No he abandonado la foto, estoy preparando una exposici¨®n de retratos que hice a peregrinos del Camino en la catedral de Jaca.
P. ?Le gusta volver la vista a la ¨¦poca de la exposici¨®n?
R. Veo que yo era muy pura. Miro a esa chica como si no fuera yo, por la fuerza que ten¨ªa, y me gustar¨ªa recuperarla. He sido toda mi vida muy insegura, me he infravalorado¡ pero mi obra me ha dado fuerza.
Babelia
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