Las c¨®micas espa?olas r¨ªen las ¨²ltimas
Una nueva generaci¨®n de humoristas ha conseguido el respaldo del p¨²blico autofinanci¨¢ndose, sin salir en televisi¨®n y a trav¨¦s de las redes sociales y los podcasts
El podcast Estirando el chicle de Carolina Iglesias (27 a?os, A Coru?a) y Victoria Mart¨ªn (31 a?os, Madrid) ha estado durante casi un mes en el n¨²mero 1 de los m¨¢s escuchados de Spotify, y le ha quitado el puesto en la cumbre a Nadie sabe nada de Berto Romero y Buenafuente. Martita de Gran¨¢ (Granada, 31 a?os) es la artista espa?ola (as¨ª, en general) que m¨¢s entradas vende por minuto: 2.500 en tiempo r¨¦cord con un mon¨®logo de humor de hora y media. Son solo dos ejemplos del ¨¦xito de una nueva generaci¨®n de c¨®micas que tras m¨¢s de un lustro de trabajo han conseguido el respaldo del p¨²blico autofinanci¨¢ndose y sin pasar por la televisi¨®n. Por eso, cuando se vuelve a cuestionar si son graciosas o capaces de llenar salas, ya no se indignan; observan las cr¨ªticas, en palabras de Mart¨ªn, ¡°desde el burladero y con un mojito¡±.
¡°Quedan muy pocas pol¨¦micas como la de La Chocita del Loro¡±, opina Nerea P¨¦rez de las Heras (39 a?os, Madrid) sobre las declaraciones de dos de los responsables de la sala m¨¢s conocida de la escena monologuista de Madrid. Francisco Carretero, el gerente del espacio, asegur¨® que ¡°el nivel de las c¨®micas de Espa?a necesita un tiempo¡±; seg¨²n sus c¨¢lculos, ¡°uno o dos a?os para estar a la altura de los c¨®micos¡± de este teatro. Su opini¨®n reafirm¨® las palabras de su directora, Laura S¨¢nchez, en la Cadena SER, cuando trat¨® de justificar por qu¨¦ solo hab¨ªa una c¨®mica en su parrilla: ¡°Mucho del humor que hacen es victimista y muy feminista¡±. Traducido: seg¨²n su criterio, un contenido que no vende entradas.
¡°Resulta un poco rid¨ªculo que estas c¨®micas, con las cifras que las respaldan, atiendan a comentarios de barra de taberna¡±, remata P¨¦rez de las Heras, creadora de Feminismo para torpes, un libro y una pieza teatral con la que empez¨® en 2016 y que desde 2018 interpreta en el Teatro del Barrio de Madrid (38 funciones que han visto 3.780 personas, casi siempre con el aforo completo). M¨¢s cifras: Estirando el Chicle (Podium Podcast) ha superado en mayo los 700.000 espectadores entre audio y v¨ªdeo (el programa se puede ver en YouTube) y m¨¢s de dos millones de reproducciones. El proyecto se ha convertido en funci¨®n y ya han programado 12 sesiones por Espa?a, con un aforo de unas 600 personas y el cartel de todo vendido en la puerta.
Iglesias y Mart¨ªn apuestan por el cl¨¢sico formato de entrevistas. Solo invitan a mujeres. Cansadas desde hace ya demasiado tiempo de ¡°los chistes de pajas, suegras y parientas que te quitan la manta¡±, resumen, tratan sus experiencias y los temas que les interesan. ¡°Hay cosas de las que no puedo hablar ni hacer como un hombre porque no he vivido el privilegio como ¨¦l aun siendo blanca y de clase media¡±, explica Iglesias. In¨¦s Hernand (Madrid, 29 a?os), presentadora de Gen Playz, un espacio dedicado a los j¨®venes en la plataforma digital de RTVE (con m¨¢s de cuatro millones de usuarios, seg¨²n datos de 2020), coautora de la funci¨®n Ni puta gracia (con 25 funciones en teatros por Espa?a y m¨¢s de 8.500 entradas vendidas), la misma que hace en sus stories de Instagram, con casi 300.000 seguidores, comparte esta opini¨®n. ¡°No empatizo con ese humor, no lo entiendo, faltaba una alternativa a Leo Harlem o el Monaguillo¡±, afirma.
Cuando Hernand escucha otra de las cr¨ªticas habituales a su trabajo, infravalorarlo porque sus espectadores son mayoritariamente mujeres, responde: ¡°El p¨²blico que asiste a mi obra es joven y mixto, sobre todo femenino y feminista. Tiene unas sensibilidades pol¨ªticas y sociales muy definidas¡±. Iglesias, por su lado, denuncia que ¡°si te ven solo mujeres, parece que no te dan el sello de calidad¡±. Los mismos datos tienen Martita de Gran¨¢ (m¨¢s de 40 contratos entre junio y julio con p¨²blico mixto) y Beatriz Cepeda (Zamora, 34 a?os), m¨¢s conocida como Perra de Sat¨¢n, que ha publicado dos libros, copresenta el podcast ?PUEDO HABLAR XXL! (con m¨¢s de medio mill¨®n de escuchas desde 2019) y tambi¨¦n ha saltado al teatro con las entradas agotadas. ¡°Lo que hacen los hombres es para todo el mundo, lo que hacen las mujeres solo para mujeres¡±, resume Cepeda. Asaari Bibang (Guinea Ecuatorial, 36 a?os), autora del espect¨¢culo Humor Negra y del libro Y a pesar de todo aqu¨ª estoy (Bruguera), se suma a esta denuncia. ¡°Cuando una mujer ve una comedia de mujer, se entiende como un movimiento feminista, no como una elecci¨®n. Las mujeres dejan de ser p¨²blico para convertirse en apoyo y se crea una connotaci¨®n negativa porque parece que el espect¨¢culo no tiene la calidad suficiente¡±, asegura. Mart¨ªn desarrolla el argumento: ¡°Es perpetuar esa idea de que somos nicho. No se puede considerar nicho a la mitad de la poblaci¨®n¡±. P¨¦rez de las Heras concluye que ¡°se hablaba de lo que le gusta a todo el mundo. Pues todo el mundo no es todo el mundo, todo el mundo era un se?or¡±.
La v¨ªa alternativa: internet
Estas audiencias masivas han llegado a ellas a trav¨¦s de las redes sociales, YouTube, de los podcasts (tambi¨¦n en internet) y de espacios m¨¢s tradicionales como las salas de teatro que siguen apostando por ellas en Madrid, Barcelona y en todo el circuito de provincias. Es el caso de Riot Comedy, gestionado por Penny Jay, que reivindica la presencia de mujeres dentro de la industria. ¡°La comedia son estructuras narrativas, no es sexo femenino o masculino¡±, dec¨ªa su creadora en una entrevista en EL PA?S. Lo han hecho con su dinero o busc¨¢ndolo donde pod¨ªan. Han roto ese nicho en el que quieren encerrarlas tras m¨¢s de cinco a?os de trabajo, m¨¢s bien de multitrabajo, porque no tienen un sueldo fijo, ni siquiera un contrato. Por eso es tan complicado hablar con ellas o tratar de juntarlas para una foto. No paran, siempre tienen que llegar al siguiente curro.
¡°Si los temas con los que se identifican las mujeres y los milenial est¨¢n en internet, es normal que el p¨²blico acuda a estos espacios. No es que se hayan ido de la tele, es que los estaban echando¡±, prosigue Iglesias. El confinamiento, opina Cepeda, fue la catapulta que necesitaban. ¡°Nos puso a hombres y mujeres en igualdad de condiciones¡±, dice la c¨®mica apoy¨¢ndose en los datos de crecimiento de su programa a partir de septiembre de 2020 y el impulso que obtuvo Estirando el Chicle entonces.
La televisi¨®n, opinan muchas de las entrevistadas, ser¨ªa esa v¨ªa para conseguir algo de estabilidad. Algunas lograron entrar, como Henar ?lvarez (Madrid, 37 a?os), que ha pasado por la radio y la televisi¨®n (en 2013 present¨® el programa D¨ªas de cine). En marzo de 2019, ya con el podcast Buenismo Bien (otro de los espacios entre lo m¨¢s escuchado de Spotify), se hizo m¨¢s visible gracias el ¨¦xito de su mon¨®logo Puta en el programa de Buenafuente. En 2020 public¨® la novela gr¨¢fica La mala leche (Planeta) y a los pocos d¨ªas firmaba un contrato con Secuoya Studios (productora que har¨¢ la readaptaci¨®n de El Zorro) para grabar la serie. ¡°Hemos dejado de necesitar intermediarios¡±, opina Bibang, ¡°aunque sin esos espacios m¨¢s grandes de la televisi¨®n, a veces te contratan menos o tu cach¨¦ baja¡±.
Lala Chus (Madrid, 31 a?os), estrella de Instagram y TikTok, monologuista, encuentra ¡°mucho carca¡± entre quienes a¨²n gestionan los contenidos de las televisiones. ¡°En la industria del entretenimiento siempre hay que demostrar que eres graciosa con un discurso poco feminista, para ser aceptada en ese grupo: su grupo¡±. Hernand apunta: ¡°Se ha perpetuado un estereotipo de las mujeres en los medios tradicionales; ellos lideran, ellas tienen un papel secundario. Solo hay que ver un programa que nos gusta a muchos, como El Intermedio: qui¨¦n lo presenta y qui¨¦n acompa?a¡±.
Todas ellas reivindican desde su humor y seriedad el derecho a la mediocridad, a no responder ante c¨¢nones f¨ªsicos heteronormativos (¡°Para que una mujer sea una diva, tiene que estar sexualizada¡±, argumenta Cepeda), a equivocarse y volver a intentarlo. ¡°Lo m¨¢s terrible de esta pol¨¦mica¡±, remarca Mart¨ªn, ¡°es que hubiera gente en redes que decid¨ªa qu¨¦ mujeres hac¨ªan gracia y cu¨¢les no y as¨ª ponernos a competir. Tenemos derecho a hacerlo mal, como ellos¡±. Bibang, como mujer negra, siente la doble discriminaci¨®n y reconoce que a veces le ha pesado m¨¢s la raza que el g¨¦nero.
De manera intencionada (o no), muchas de estas c¨®micas se han convertido en referentes para las nuevas generaciones. Han creado una fuerte comunidad entre ellas. ¡°Con este tipo de pol¨¦micas nos hemos agarrado del bracete para demostrar que por aqu¨ª ya no pasamos¡±, dice Chus. ¡°Me pesa mucho esa mochila¡±, confiesa Cepeda. ¡°Quiero ser mi voz, no pretendo ser referente. Aunque me he dado cuenta de que lo soy para chicos y chicas¡±, asume P¨¦rez de las Heras. ¡°No quiero que caiga sobre m¨ª esa responsabilidad, pero si algo de todo esto les inspira para crear o para simplemente plantearse el consentimiento sexual, soy la persona m¨¢s feliz del mundo¡±, reconoce Hernand. ¡°Si una ni?a negra quiere ser c¨®mica porque me ha visto, yo, feliz¡±, concluye Bibang.
Babelia
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