La autoficci¨®n, una enfermedad que lastra Francia
Fran?ois Ozon y Emmanuel Carr¨¨re presentan en el festival, en distintas secciones, dos pel¨ªculas basadas en historias reales narradas previamente en libros en primera persona
La Francia de los pisos de parquet crujiente y la Francia que le limpia los ba?os a la alta burgues¨ªa. La Francia que habla de la ¨²ltima exposici¨®n en una galer¨ªa parisiense y la que habita en pisos min¨²sculos en Calais, rodeada de migrantes africanos que intentan cruzar al Reino Unido. En Tout s¡¯est bien pass¨¦, Fran?ois Ozon pasea la c¨¢mara por grandes habitaciones de intelectuales de ¨¦xito para hablar de la eutanasia, que sigue legalmente prohibida en su pa¨ªs. Para ello adapta la ¨²ltima obra de autoficci¨®n de Emmanu¨¨le Bernheim, escritora fallecida en 2017, y con la que Ozon coescribi¨® los guiones de Swimming Pool, Ricky y 5x2. En Between Two Worlds (t¨ªtulo internacional para una pel¨ªcula que en Francia se titula Ouistreham), Emmanuel Carr¨¨re, l¨ªder de la literatura de autoficci¨®n europea, adapta en su segundo largo como realizador una novela de la periodista francesa Florence Aubenas, popular por sumergirse en todo tipo de ambientes para investigar para sus libros (lleg¨® a estar secuestrada cinco meses durante la Guerra de Irak). La primera pel¨ªcula era el plato fuerte del d¨ªa del concurso de la secci¨®n oficial; la segunda inauguraba la Quincena de Realizadores, que ayer mi¨¦rcoles inici¨® sus proyecciones.
Bernheim era hija de un famoso coleccionista homosexual de arte y de la escultora Claude de Soria. Adem¨¢s de su propia carrera como escritora de ¨¦xito, su pareja era Serge Toubiana, uno de los pesos pesados del cine franc¨¦s: critico, director de la Cin¨¦math¨¨que Fran?aise durante 13 a?os... Todo un paisaje de intelectualidad francesa de izquierdas, a la que Ozon solo pone en duda en un momento del filme. Tras un derrame cerebral, el padre de Bernheim pidi¨® a su hija favorita que le ayudara a morir, y Tout s¡¯est bien pass¨¦ ocurre entre un 15 de septiembre y un 27 de abril, los d¨ªas que transcurren desde el ataque hasta la ejecuci¨®n del plan en Suiza. Mientras la pel¨ªcula se mueve en ese parquet que cruje, avanza indolente. Sin embargo, cuando el franc¨¦s se lanza a los sentimientos, cuando deja que Andr¨¦ Dussollier cree a ese padre altivo, distante durante la infancia de sus dos hijas, que lidi¨® con su homosexualidad mientras vivi¨® con una mujer ¡°con el coraz¨®n de cemento¡±, y permite a Sophie Marceau completar el retrato de la escritora ansiosa de cari?o del progenitor, la pel¨ªcula fluye.
No est¨¢ a la altura formal, casi hitchcockiana, de Gracias a dios (con la que guarda directa relaci¨®n en su menci¨®n a las asociaciones que ayudan a seres humanos que no encuentran en la ley respuesta a sus plegarias) o de En la casa, ni a la melanc¨®lica belleza de Verano del 85, pero en algunas de las secuencias de Tout s¡¯est bien pass¨¦, las m¨¢s cercanas a la resoluci¨®n vital de los diferentes conflictos emocionales, asoma el gran director. Y as¨ª al menos la han entendido en Cannes, donde ha sido recibida con aplausos.
Si en su ¨²ltimo libro, Yoga, Emmanuel Carr¨¨re daba por finalizada su exploraci¨®n literaria de la autoficci¨®n, en su cine a¨²n le quedan fuerzas. Between Two Worlds se desarrolla en Calais, donde el ¨²ltimo premio Princesa de Asturias de las Letras estuvo escribiendo un gran reportaje sobre la crisis migratoria. Hasta all¨ª lleg¨® tambi¨¦n Florence Aubenas, pero para contar la vida cercana a la pobreza de la gente que trabaja con sueldos miserables, y para ello se hizo pasar por una licenciada en Derecho, que tras 23 a?os de matrimonio se divorcia y busca un trabajo precario en lo que sea: y lo que sea es mujer de la limpieza en empresas que entran de noche en oficinas, casetas de c¨¢mpings o en los ferris que cruzan el canal de La Mancha. Juliette Binoche da vida a esta mentirosa de forma ejemplar, con Carr¨¨re dirigiendo de forma pulcra en pos de lo que en realidad le interesa contar: ?qu¨¦ pasar¨¢ cuando las compa?eras, ya amigas de la protagonista, de pa?os y productos de la limpieza, que arrastran horarios infames e ingresos que suenan a humillaci¨®n, descubran qui¨¦n es esa reci¨¦n llegada? Como en Yoga, cuando las cartas se ponen boca arriba, toca reflexionar acerca de qu¨¦ est¨¢ permitido en pos del triunfo del arte o de la denuncia de injusticias. Y hay que decirlo: Between Two Worlds llega m¨¢s lejos que Yoga.
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