Emmanuel Carr¨¨re: ¡°Ahora estoy en un ciclo favorable. Veremos cu¨¢nto dura¡±
El escritor franc¨¦s, galardonado con el Premio Princesa de Asturias de las Letras, confiesa en una entrevista en su casa de Par¨ªs su enorme alegr¨ªa por el reconocimiento de su obra por los lectores en lengua espa?ola
Emmanuel Carr¨¨re (Par¨ªs, 63 a?os) est¨¢ ocupado estos d¨ªas mud¨¢ndose a un nuevo apartamento en Par¨ªs. ¡°No me lo esperaba¡±, declar¨® este mi¨¦rcoles Carr¨¨re en una entrevista a EL PA?S poco despu¨¦s de saber que hab¨ªa ganado el premio Princesa de Asturias de las Letras 2021. Hasta el martes no recibi¨® el aviso de que estaba en la lista de candidatos finales. El breve lapso no le dej¨® tiempo para angustiarse con el resultado. ¡°Y esto es agradable¡±, coment¨®, ¡°porque uno no tiene el tiempo de morderse las u?as dici¨¦ndose ¡®oh, l¨¤, l¨¤, ser¨ªa genial ganar¡±. No le angustia, en cambio, c¨®mo gastarse los 50.000 euros del galard¨®n: ¡°Encontrar¨¦ un modo de usarlos¡±, sonr¨ªe.
Pregunta. A usted le gustan los premios, la gloria literaria, nunca lo ha ocultado.
Respuesta. Pues s¨ª. Salvo excepciones, que existen, pero que son poco habituales, son raros los escritores o artistas absolutamente indiferentes al reconocimiento. Quiz¨¢ Samuel Beckett. Pero yo no pretendo formar parte de estos santos de la literatura.
P. ?Alguna vez piensa en el Nobel?
R. No. Realmente no. Como posibilidad me parece un poco lejana. Yo no pienso tanto en t¨¦rminos de premio, y no es que los desprecie. Lo que me aporta es llegar a los lectores. Siento una enorme alegr¨ªa al darme cuenta de que cada vez hay m¨¢s lectores en lengua espa?ola que se interesan por lo que escribo.
P. ?Qu¨¦ ven en usted los lectores en espa?ol? ?Qu¨¦ les da?
R. No lo s¨¦. Me gustar¨ªa saberlo. Quiz¨¢ haya una afinidad. Me siento c¨®modo tanto con los espa?oles como con los rusos. No son gente del todo razonable. Hay una especie de locura espa?ola como la hay rusa.
P. ?C¨®mo definir¨ªa su literatura? ?Qu¨¦ dir¨ªa que ha aportado?
R. ?Vaya pregunta! Mire, espero que una cierta honestidad y una cierta obstinaci¨®n a la hora de cavar siempre en un mismo surco.
¡°Espero aportar con mi literatura una cierta honestidad y una cierta obstinaci¨®n a la hora de cavar siempre en un mismo surco¡±
P. ?Qu¨¦ surco?
R. Se trata de intentar contar algo sobre la relaci¨®n y la tensi¨®n entre mi consciencia y el mundo exterior. Es un poco abstracto. Hay una expresi¨®n inglesa que me gusta: ¡°To think out of the box¡±, salir de la caja en la que estamos. Y lo que intento hacer en los libros y en la vida es un esfuerzo, ciertamente no muy fructuoso, pero en todo caso sostenido, para intentar pensar y vivir un poquito fuera de esta caja.
P. ?Cu¨¢l es su caja?
R. Es el hecho de estar en la propia condici¨®n social, hist¨®rica, ps¨ªquica: todo aquello que hace que uno sea uno mismo y que este ¡°uno mismo¡± est¨¦ terriblemente limitado, determinado y bajo detenci¨®n domiciliaria. El trabajo de la vida consiste en intentar despegarse un poco de todo esto, tener una mirada algo m¨¢s elevada sobre el mundo y la vida.
P. ?Su condici¨®n social es la de burgu¨¦s bohemio parisino, o bob¨® como se dice en Francia?
R. S¨ª, es verdad. Pero reconocer algunas caracter¨ªsticas de la propia caja, no digo que permita liberarse de ella, pero ya es un paso. Si uno es totalmente ciego ante sus propias determinaciones sociol¨®gicas, no hay ninguna posibilidad de reconocer nada.
P. ?Hay algo malo en ser bob¨®?
R. Pienso que no, pero digamos que el bob¨® es la especie social m¨¢s despreciada hoy, incluso por sus propios representantes.
P. Sus libros hablan de bob¨®s.
R. En lo que respecta a m¨ª, s¨ª. Pero espero que mis libros no traten solo de eso: El Reino [sobre los inicios del cristianismo] o Lim¨®nov [sobre el disidente sovi¨¦tico, dandi punk y l¨ªder radical] no van de eso.
P. En los libros m¨¢s autobiogr¨¢ficos, ha contado los momentos tormentosos de su vida privada, como en Una novela rusa. Tambi¨¦n momentos m¨¢s pl¨¢cidos y altruistas como en De vidas ajenas. Y otros de reca¨ªda en la depresi¨®n m¨¢s profunda como en la reciente Yoga. ?Dir¨ªa que la literatura salva?
R. Pues quiz¨¢ s¨ª. De otro lado, podr¨ªa decirse que la vida salva: si uno se queda en ella, la vida salva. Todo lo que vivimos, incluso lo m¨¢s cruel, permite aprender y avanzar. Y esto vale tambi¨¦n para literatura, pero no solo para literatura.
¡°La vida salva: todo lo que vivimos, incluso lo m¨¢s cruel, permite aprender y avanzar¡±
P. Con la edad, ?ha sentado la cabeza? ?Es m¨¢s prudente en Yoga [donde elimin¨® cap¨ªtulos que mencionaban a su exesposa] que en Una novela rusa [donde expon¨ªa momentos ¨ªntimos con su pareja y secretos de familia que incomodaron a su madre]?
R. Yoga es relativamente salvaje, creo, no es muy prudente. Si sentar cabeza significa marchitarse, espero que no. Si significa volverse un poco m¨¢s sabio, eso espero.
P. Usted ha dicho que quiere evitar da?ar a los dem¨¢s us¨¢ndolos como personajes. Antes no tomaba tantas cautelas.
R. Lo intento. Pero nunca se sabe. Es tan imprevisible¡
P. ?Se siente c¨®modo con la etiqueta de escritor de autoficci¨®n?
R. No me parece ajustada. Una parte de mis libros no tienen nada de autoficci¨®n. Desde El adversario, estoy presente en todos como narrador y ocupo este lugar plenamente. Pero ni El adversario ni De vidas ajenas ni Lim¨®nov ni El Reino son autoficci¨®n.
¡°Ni ¡®El adversario¡¯ ni ¡®De vidas ajenas¡¯ ni ¡®Lim¨®nov¡¯ ni ¡®El Reino¡¯ son autoficci¨®n¡±
P. ?Esta etapa se acab¨®?
R. No. Solo puedo decir que mi pr¨®ximo libro no tiene raz¨®n alguna para pertenecer al registro de la autoficci¨®n. Pero tampoco me dije nunca que jam¨¢s volver¨ªa a escribir novelas. No tengo ni idea. En esto no tengo religi¨®n.
P. ?Se encuentra bien ahora? En Yoga contaba su ingreso en un hospital psiqui¨¢trico y momentos muy complicados en su vida.
R. En la vida hay ciclos. Ahora estoy en un ciclo favorable. Veremos cu¨¢nto dura.
P. ?Los electrochoques le dejaron secuelas?
R. No es grave, pero tengo un problema de memoria, en la memoria reciente, no en la lejana, que qued¨® intacta. Los recuerdos que pueda tener de la semana pasada pueden ser bastante flotantes.
P. ?Se arrepiente de haberse sometido a los electrochoques?
R. El problema es que somos incapaces de decir: ?habr¨ªamos salido adelante sin ellos?
P. No tiene respuesta.
R. Quiz¨¢ habr¨ªa podido ahorrarme algo que tiene secuelas, y quiz¨¢ fue lo que me sac¨® del problema. No lo s¨¦.
P. ?Teme recaer en el ciclo depresivo? Ya le hab¨ªa ocurrido antes.
R. S¨ª, pero la ¨²ltima vez fue la m¨¢s brutal, nunca hab¨ªa pasado cuatro meses hospitalizado. Sin duda temo esto, pero se puede esperar que no ocurrir¨¢ o que ocurra bajo una forma m¨¢s benigna.
P. ?Qu¨¦ hace para evitar que ocurra?
R. En gran parte, son los medicamentos y la qu¨ªmica. Para quienes tiene perturbaciones del humor, el litio, si lo soportas bien como es mi caso, es muy adecuado. No es que te proteja de todo, pero reduce la amplitud de los estados de humor.
P. ?El litio afecta su creatividad?
R. No lo creo, pero es dif¨ªcil de saber. Tengo la impresi¨®n, desde este episodio, de poder trabajar y funcionar normalmente. He escrito un libro, he hecho reportajes, he rodado una pel¨ªcula.
P. ?Y la estabilidad emocional, el amor?
R. Sin duda, no hay nada mejor.
¡°No creo forzosamente en el amor eterno, pero s¨ª, es lo mejor que nos puede ocurrir en la Tierra¡±
P. ?Usted cree en el amor?
R. No creo forzosamente en el amor eterno, pero s¨ª, es lo mejor que nos puede ocurrir en la Tierra.
P. ?Piensa en la muerte?
R. Hace unos a?os, caminaba en la monta?a junto a mi mejor amigo, Herv¨¦ Clerc. Nos paramos y, despu¨¦s de un largo silencio, habituales en nuestras conversaciones, me pregunt¨®: ¡°?Crees que piensas suficientemente en la muerte?¡±. Pienso que, para Herv¨¦, era el pensamiento principal que conven¨ªa tener. Y yo me dije que quiz¨¢ no pensaba suficientemente en la muerte. Despu¨¦s, me di cuenta de que Montaigne desaconsejaba pensar en la muerte diciendo que en realidad no existe, porque no estaremos ah¨ª, y por tanto es una p¨¦rdida de tiempo pensar en la muerte. Yo oscilo entre ambas conminaciones. En realidad, no pienso mucho en ella.
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