Emmanuel Carr¨¨re gana el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2021

Emmanuel Carr¨¨re (Par¨ªs, 63 a?os), autor de descarnados libros confesionales y relatos sobre personajes reales que viven al l¨ªmite de la humanidad, ha ganado este mi¨¦rcoles el Premio Princesa de Asturias de las Letras. En su ¨²ltimo libro, Yoga, Carr¨¨re narra su ca¨ªda en el infierno de la depresi¨®n y, con ¨¦l, da por cerrado un ciclo de libros autobiogr¨¢ficos que le ha ocupado casi dos d¨¦cadas. Aunque es uno de los escritores m¨¢s influyentes del siglo XXI, el autor de El adversario (publicado por Anagrama como el resto de su obra en castellano) nunca ha obtenido el Goncourt, el galard¨®n m¨¢s prestigioso de las letras francesas.

¡°No me lo esperaba¡±, declara Carr¨¨re a EL PA?S tras conocer que es el elegido. Hasta el martes no recibi¨® el aviso de que estaba en la lista de candidatos finales y que, al d¨ªa siguiente, podr¨ªa tener noticias. El breve lapso no le dej¨® tiempo para angustiarse con el resultado. ¡°Y esto es agradable porque uno no tiene el tiempo de morderse las u?as dici¨¦ndose ¡®oh, l¨¤, l¨¤, ser¨ªa genial ganar¡±.

Cuando se le pide que define su literatura, cu¨¢l ha sido su aportaci¨®n a la literatura contempor¨¢nea, Carr¨¨re duda en responder, pero despu¨¦s habla de ¡°una cierta honestidad y una cierta obstinaci¨®n a la hora de cavar en un mismo surco¡±. ?Qu¨¦ surco? ¡°Se trata de intentar contar algo sobre la relaci¨®n y la tensi¨®n entre mi consciencia y el mundo exterior. Pero esto es un poco abstracto. Hay una expresi¨®n inglesa que me gusta: to think out of the box, salir de la caja en la que estamos. Y lo que intento hacer en los libros y en la vida es un esfuerzo, ciertamente no muy fructuoso, pero en todo caso sostenido, para intentar pensar y vivir un poquito fuera de esta caja¡±.

Carr¨¨re no es un escritor dif¨ªcil: su prosa tersa, un estilo casi period¨ªstico, el tono coloquial del amigo que cuenta en confianza su vida a media voz, un ritmo endiablado que atrapa al lector en la primera p¨¢gina y no lo suelta hasta la ¨²ltima. Pero tampoco es un autor sencillo. La suya es una literatura al l¨ªmite, de la que nadie sale indemne. Al l¨ªmite de la intimidad y el pudor, del da?o que los dem¨¢s pueden sufrir al convertirse en sujetos literarios o de la transformaci¨®n de personajes deleznables en protagonistas de novelas que ya son cl¨¢sicos, como El adversario, la cr¨®nica publicada en 2000 sobre Jean-Claude Romand, el falso m¨¦dico que durante casi dos d¨¦cadas ?llev¨® una doble vida y acab¨® matando a sus familiares m¨¢s cercanos.

Experiencias al l¨ªmite

Carr¨¨re creci¨® en una familia burguesa e intelectual parisina. Su madre es la historiadora H¨¦l¨¨ne Carr¨¨re d¡¯Encausse, gran especialista en Rusia, soviet¨®loga de referencia durante la Guerra Fr¨ªa y actualmente secretaria perpetua de la Academia francesa, es decir, su directora vitalicia. Emmanuel Carr¨¨re, infectado desde adolescente por el virus de los libros y las ficciones, comenz¨® su carrera literaria con relatos fant¨¢sticos, influidos por su adorado Philip K. Dick, a quien dedicar¨ªa en los a?os noventa un ensayo biogr¨¢fico. Los compagin¨® con cr¨ªticas de cine en la revista Positif y entrevistas y reportajes. La combinaci¨®n de ambos mundos ¡ªla literatura imaginativa y el periodismo que documenta la realidad¡ª son la marca de su estilo.

El adversario marc¨® un giro en su obra y vida, que nunca han dejado de confundirse. Hasta entonces sus libros eran ficciones como El bigote, donde un hombre se afeitaba el bigote, pero nadie de su entorno se daba cuenta, lo que desencadenaba una peripecia existencial. Con El adversario inaugur¨® una etapa de libros documentales en primera persona. La historia de Romand consagr¨® a Carr¨¨re como maestro de la no ficci¨®n y llevar¨ªa al autor, al estilo de Montaigne, uno de sus modelos, a convertirse en s¨ª mismo en objeto de sus reportajes.

La experiencia no result¨® grata ni para ¨¦l ni para los suyos. En Una novela rusa cont¨® un a?o de su vida sin escudo ni frenos a la hora de exponer sus propias miserias, los momentos m¨¢s ¨ªntimos con su pareja de entonces y un episodio de la familia de su ilustre madre que esta habr¨ªa preferido guardar en secreto. En De vidas ajenas, que pod¨ªa leerse como una secuela de Una novela rusa, contaba su reconciliaci¨®n con la vida, su redenci¨®n junto a quien ser¨ªa su pareja y esposa durante m¨¢s de una d¨¦cada, la periodista H¨¦l¨¨ne Devynck. Y supon¨ªa un cambio de foco literario: el tema ya no eran ¨¦l y sus neuras y enfermedades, sino otras personas, modestas y heroicas. Yoga, marcado por la separaci¨®n de Devynck y la reca¨ªda en la depresi¨®n, cierra el c¨ªrculo.

Entretanto, Carr¨¨re public¨® libros aclamados como Lim¨®nov, una biograf¨ªa novelada del disidente sovi¨¦tico y l¨ªder nacionalista ruso, y El Reino, donde mezclaba una narraci¨®n autobiogr¨¢fica sobre su conversi¨®n al catolicismo en los a?os noventa y su relaci¨®n con la religi¨®n con un relato de los primeros a?os del cristianismo. Y nunca abandon¨® su otro oficio, el de director de cine: del melanc¨®lico documental Regreso a Kotelnich, cuya elaboraci¨®n es una de las tramas de Una novela rusa, a El muelle de Ouistreham, basado en el reportaje de su amiga Florence Aubenas sobre las mujeres de la limpieza en la costa del canal de la Mancha. Tras aplazarse por la pandemia, El muelle de Ouistreham se estrenar¨¢ en el pr¨®ximo festival de Cannes y deber¨ªa llegar a las pantallas en 2022.

El Premio Princesa de Asturias de las Letras le llega en un momento de relativa calma tras a?os de turbulencia ps¨ªquicas y desavenencias familiares. Y confirma un v¨ªnculo profundo con los lectores en lengua espa?ola. ¡°Desgraciadamente para m¨ª, no soy hispanohablante, pero siento un verdadero gusto por el mundo y la cultura espa?ola¡±, dice. Entre los autores contempor¨¢neos que lee cita a Javier Cercas, Rosa Montero y el colombiano Juan Gabriel V¨¢squez. Y recuerda el papel determinante de su editorial en su recepci¨®n entre los lectores de habla hispana: ¡°Tuve la suerte de tratar durante tiempo con Jorge Herralde. ?No es poco! Es la encarnaci¨®n de lo que representa un gran editor. Verdaderamente comparto el premio con Herralde y la casa Anagrama¡±.