Nanni Moretti: ¡°Ir a una sala de cine es parte de mi vida. No quiero o¨ªr ofertas de plataformas¡±
El cineasta italiano estrena en Cannes ¡®Tres pisos¡¯, un drama seco que le abre las puertas a una segunda Palma de Oro. ¡°Mi filmograf¨ªa siempre me ha parecido distintos cap¨ªtulos de una misma novela. Esta pel¨ªcula est¨¢ fuera de ese libro¡±, dice
Cuarta planta del Palais des Festivals de Cannes. En la terraza, un ampl¨ªsimo espacio cubierto aunque con una peque?a extensi¨®n exterior y con vistas al mar, se esconde tras un biombo Nanni Moretti (Brunico, 67 a?os) mientras espera a los periodistas. Y hoy, como ha demostrado en la rueda de prensa matinal, est¨¢ de buen humor. Eso es noticia. Bien sea por el triunfo anoche de la selecci¨®n italiana de f¨²tbol en la Eurocopa, bien porque haya le¨ªdo las cr¨ªticas sobre su pel¨ªcula, Tres pisos, proyectada justo antes de la final deportiva. Pero Moretti nunca ha sido muy futbolero, y confiesa que ya no atiende a lo que dicen de su trabajo. ¡°Antes lo le¨ªa todo; ahora me compro en el kiosco dos diarios, y ya est¨¢. Muchos a?os de trabajo pueden ser destrozados en unas pocas l¨ªneas; demasiado desequilibrado, ?no?¡±, reflexiona. Sin embargo, Tres pisos ¡ªsu primera pel¨ªcula basada en una novela y no en un guion original¡ª ha sido muy bien acogida por casi toda la cr¨ªtica mundial (excepto parte de la francesa) y Moretti lo sabe. Podr¨ªa lograr su segunda Palma de Oro tras La habitaci¨®n del hijo, y adem¨¢s est¨¢ en Cannes, el Sangri-La para un amante de las salas de cine. ¡°No puedo vivir sin ir a una sala. Y no lo digo como productor, guionista, actor o director, sino como espectador. Siento la misma pulsi¨®n que hace cuatro d¨¦cadas¡±, dice apasionado. No en vano, hasta posee una en su Roma adoptiva: el Nuovo Sacher.
Por eso, ante cuatro periodistas europeos, empieza con su habitual tono mesi¨¢nico: ¡°Les ped¨ª a mis productores que no me dijeran las cifras que ofrecieran Amazon, Disney, Netflix o cualquier otra plataforma por mi trabajo. Quise esperar hasta que se abrieran las salas. Y lo digo, repito, desde mi punto de vista como espectador. En Italia, no s¨¦ en otros pa¨ªses, se corre un claro peligro de que un productor venda tu trabajo a una plataforma. Les llenan los bolsillos de dinero, y esto nos lleva a una encrucijada: o hacemos esas pel¨ªculas fotocopiadas de las plataformas que estrenan a la vez con un control paranoico por todo el mundo o luchamos contra su dictadura, apostando por volver a un cine personal nacido de la colaboraci¨®n entre guionistas y directores y pensado para las salas¡±. Empieza fuerte Moretti, que sube el tono. ¡°No tengo miedo por el futuro de las salas, porque soy de los muchos que disfrutan caminando a un cine, y lo s¨¦ porque poseo uno. Fue lo peor del confinamiento. Ir a una sala de cine es parte de mi vida¡±.
Me encanta haber hecho una pel¨ªcula tan poco morettiana
Tres pisos es la primera adaptaci¨®n en la carrera de Moretti. Asegura que le encant¨® la novela del israel¨ª Eshkol Nevo, aunque ha cambiado la estructura y el final de un libro que se desarrolla en Tel Aviv, y cuya acci¨®n ahora transcurre en Roma. ¡°En la novela, dividida tambi¨¦n en tres partes, las familias no se cruzan como en la pel¨ªcula, en la que la divisi¨®n se realiza por los saltos temporales de cinco a?os en cada cap¨ªtulo¡±, describe. ¡°S¨ª hemos mantenido los personajes¡±. Lo que ha cambiado en Tres pisos es la ausencia de la iron¨ªa habitual en su cine: no hay m¨¢s que recordar La misa ha terminado (1985), Palombella rossa (1989), Caro Diario (1993) o Habemus Papam (2011).
¡°Siempre he visto mi filmograf¨ªa como distintos cap¨ªtulos de una misma novela. De repente, Tres pisos, con su sequedad dram¨¢tica, me pareci¨® fuera de ese libro. Y no s¨¦ si se va a quedar ah¨ª o si ser¨¢ el cap¨ªtulo de un libro con un nuevo Moretti. Ni idea, lo que s¨ª s¨¦ es que la siguiente ser¨¢ una comedia¡±. Porque en este filme habla ¡°de cosas universales, de las elecciones que hacemos como padres, de acciones que provocan repercusiones, de lo que significa asumir responsabilidades¡±. Y se echa a re¨ªr: ¡°Me encanta haber hecho una pel¨ªcula tan poco morettiana. Hasta ahora para m¨ª los rodajes eran agotadores. F¨ªsica y ps¨ªquicamente. Por la cantidad de equipo que depend¨ªa de m¨ª. Por eso el montaje me liberaba, solo trabajaba con otra persona. Este en cambio ha sido maravilloso¡±.
De pura sequedad, a veces parece que la trama se retuerce en su carga doliente, que pasan demasiadas cosas extra?as en las familias vecinas que residen en ese edificio de tres plantas. ¡°Creo que es una pel¨ªcula pegada a la vida. Los hombres del filme son obstinados, cabezotas, creen que tienen la raz¨®n, encerrados en el rol que representan en cada familia; las mujeres luchan por mejorar las relaciones humanas, son las que se abren al futuro¡±, asegura. ?Y es igual en la vida real? ¡°Cierto. No quiero teorizar sobre ello, ni generalizar, pero s¨ª¡±.
¡°Somos parte de una comunidad¡±
Tres pisos se film¨® y acab¨® antes de que naciera la covid-19. El final de la pel¨ªcula, en el que los vecinos que quedan salen a la calle a disfrutar de una milonga bailada por decenas de parejas, la apuesta por el exterior, es, ahora, prof¨¦tico. ¡°De repente, recupera actualidad. Yo quer¨ªa enviar un mensaje claro: no podemos vivir sin entender que somos parte de una comunidad, y sin encarar el futuro. Necesitamos tambi¨¦n alegr¨ªa y redenci¨®n¡±. Y espera que el p¨²blico entienda que le repele comunicarse ¡°con ellos a trav¨¦s del sadismo¡±. ?Haneke? ¡°No lo he dicho yo, no lo he dicho yo¡±, exclama sonriendo con las manos en alto. ?Y qui¨¦n decidi¨® que ¨¦l mismo interpretar¨ªa al juez, seco, inflexible, defensor de la justicia? Disfruta de la iron¨ªa: ¡°Los otros guionistas, porque el magistrado habita en el ¨²ltimo piso. As¨ª yo ser¨ªa el superego, el hombre encargado de todo¡±.
El cineasta muestra su felicidad por el triunfo de Italia en f¨²tbol, ¡°porque lo hizo un equipo sin divas, como el que ha hecho esta pel¨ªcula¡±. Pero ese no es su deporte favorito. ¡°De adolescente compet¨ª en waterpolo, y llegu¨¦ a estar en la selecci¨®n nacional juvenil¡±. Y enumera: ¡°Ahora hago tenis, bicicleta, que es muy aburrida, alg¨²n abdominal cuando llego a casa, pilates por la espalda y he empezado a probar el p¨¢del, aunque no renunciar¨¦ al tenis¡±. Moretti, recuerda, vivi¨® el confinamiento en un peque?o palacete de, tambi¨¦n, tres pisos. ¡°De verdad, fue una coincidencia. Es peque?o, cada piso tiene un apartamento. Me gusta mi vecindario porque es tranquilo, no mira al pasado sino al futuro. Pero nunca podr¨¦ mudarme al campo, soy un urbanita¡±.
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