Julia Ducournau: ¡°Odio la provocaci¨®n¡±

Son casi las 23:00 del s¨¢bado cuando Julia Ducournau (Par¨ªs, 37 a?os) llega a la sala de las conferencias de prensa del festival de Cannes. Acompa?ada de Agathe Rousselle, la actriz protagonista de su segundo largometraje, Titane, y de Vincent Lindon, otro int¨¦rprete, al que califica de gran amigo, la realizadora porta una caja que contiene la Palma de Oro. Es la segunda cineasta que lo obtiene en la historia del certamen, tras Jane Campion (El piano) en 1993, aunque la neozelandesa la comparti¨® con Cheng Kaige (Adi¨®s a mi concubina). ¡°Creo de verdad que mi pel¨ªcula no ha sido juzgada por mi g¨¦nero¡±, advierte. Una hora antes, en esa misma sala, el jurado, presidido por Spike Lee, hab¨ªa explicado que todas las pel¨ªculas fueron debatidas sin atender a qui¨¦n las dirig¨ªa. Solo tras decidir que iba a ser la Palma de Oro se dieron cuenta del momento hist¨®rico que iban a provocar. ¡°Mi intenci¨®n es que la gente entienda que la cuesti¨®n del g¨¦nero es irrelevante. La identidad es totalmente algo que cada uno construye¡±, subraya la creadora, que por un lado apoya el movimiento 50/50 de b¨²squeda de la paridad en el mundo del cine, y por otro repite: ¡°Espero que el premio nada tenga que ver con que sea mujer¡±.

En un Cannes hist¨®rico, el de los 5.000 escupitajos diarios para los test de ant¨ªgenos, el de 24 pel¨ªculas en la Competici¨®n (nunca hubo tantas), la edici¨®n que intent¨® superar la covid-19, la del primer presidente negro del jurado, Lee, la ceremonia de clausura, con su caos, estuvo a la altura. La pifia del cineasta estadounidense, al saltarse el orden y anunciar al principio de la gala que Titane hab¨ªa ganado la Palma de Oro, en vez de esperar al orden natural de lectura del palmar¨¦s, provoc¨® que durante media hora Ducournau viviera en un mar de nervios: ?hab¨ªa logrado de verdad la Palma? Ella poco explica de ese rato, pero s¨ª que le dio tiempo a pensar en que le ¡°emociona brutalmente¡± el cine realizado por creadores con Palmas de Oro precedentes, y en el sino de Jane Campion. ¡°He pensado en la presi¨®n que tuvo que soportar, en lo que le debieron decir. Yo solo espero que haya una tercera ganadora de la Palma, una cuarta, una quinta...¡±.

Llora cuando recuerda que hace tan solo una d¨¦cada fue premiada en la Semana de la Cr¨ªtica por su corto Junior, y entre l¨¢grimas confiesa: ¡°S¨ª, mis pel¨ªculas tienen defectos, pero me siento orgullosa de m¨ª misma¡±. Ducournau aprovecha para repetir parte de su discurso en el escenario de la sala Lumi¨¨re: ¡°La monstruosidad da miedo a algunos y atraviesa mi trabajo, porque es un arma para arremeter contra los muros normativos que nos separan¡±. Y sobre su cine, asegura: ¡°Nunca es dif¨ªcil ser libre, hay que luchar como cineasta. La libertad solo se puede obtener desde tu interior, y tienes que pelearla¡±.

D¨ªas antes, el pasado jueves, Ducournau habl¨® con un grupo de periodistas de todo el mundo. Se mostr¨® contundente a la vez que amable en sus formas, desgran¨® sus respuestas de forma prolija y su ingl¨¦s, alejado del habitual acento franc¨¦s, subrayaba que estudi¨® escritura dram¨¢tica en la Universidad de Columbia (Nueva York), con el prestigioso autor teatral Isra?l Horovitz. Su Titane, protagonizada por una asesina en serie que se queda embarazada de un coche y que acabar¨¢ haci¨¦ndose pasar por un chico desaparecido para poder esconderse, ha reventado la secci¨®n Oficial de Cannes y dividido al p¨²blico. La pel¨ªcula insiste en dejar atr¨¢s los g¨¦neros cinematogr¨¢ficos, en abandonar las referencias a Crash, de Cronenberg, o al terror visual m¨¢s punk, en ir m¨¢s all¨¢ de las partes gore de la primera pel¨ªcula de la directora, Crudo (2016). ¡°Estaba muy interesada al inicio en filmar partes de coches como si fueran partes de un cuerpo de un ser humano¡±, explica, ¡°pero es algo meramente visual, ni siquiera tengo carnet de conducir¡±.

La constante sensaci¨®n de ser posible v¨ªctima

La cineasta reh¨²ye el aspecto fetichista: ¡°No va por ah¨ª. Quer¨ªa que se viera el motor, que se sintiera la posibilidad de que fuera un ¨®rgano humano. Que el espectador lo viera casi como una experiencia sensorial. El cuerpo es un elemento que une a la humanidad, nos hace ser y a la vez crea nuestra vulnerabilidad. Por eso la c¨¢mara va pegada a los actores. Intent¨¦ ser m¨¢s gr¨¢fica y empujar los l¨ªmites¡±. De ah¨ª esa imaginer¨ªa visual ¡°de c¨®mic¡±, con muchos colores saturados, piezas de metal, y variados gui?os al titanio que bautiza su trabajo. La pel¨ªcula ha sacudido Cannes, de una manera que la directora esperaba, pero con unos calificativos que ella rechaza: ¡°Odio la provocaci¨®n. Provocar por provocar no va a ning¨²n lado. Quiero remover conciencias, apostar porque no olvidemos que lo monstruoso es parte del ser humano¡±.

¡°Lo monstruoso es parte del ser humano¡±

Ducournau ahonda en la premisa que mueve Titane: ¡°La idea era desnudar los estereotipos, mostrar c¨®mo son para luego destruirlos¡±. De ah¨ª la secuencia inicial de la pel¨ªcula: Alexia se gana la vida bailando en convenciones de la industria automovil¨ªstica; un baile que se repetir¨¢, con ella haci¨¦ndose pasar por hombre, delante de un batall¨®n de bomberos en el parque en el que trabaja Vincent (Vincent Lindon). ¡°Los arquetipos sexuales son un cors¨¦, muchos pensamos que se han quedado viejos¡±. ?Es Titane un cuento de hadas para tiempos modernos? ¡°Preferir¨ªa hablar de exploraci¨®n de los mitos. Y los griegos me interesan mucho. Titane es el titanio [Alexia lleva una placa de ese metal en la cabeza tras un accidente automovil¨ªstico de ni?a] y tambi¨¦n hace referencia a los titanes, los gigantes que intentaron asaltar los cielos, como ella. En franc¨¦s, al a?adir la e al final de la palabra, se feminiza, y eso me pareci¨® muy ¨²til¡±. Aunque al final humaniza su guion: ¡°En el fondo todo lo que quer¨ªa hacer con Titane era una historia de amor, eso es lo que significa para m¨ª y en lo que pensaba durante la escritura¡±.

Y al final reclama la importancia de una feminidad poderosa: ¡°Ella es una asesina en serie, por supuesto. No hay duda. Pero cuando vemos una mujer as¨ª en pantalla, muchos se sienten alterados. Mira, cada vez que sale una mujer a la calle, siente algo de miedo. Preguntadles qu¨¦ sienten cuando vuelven a casa de noche, cuando te cruzas con un tipo de madrugada por la noche en el metro. Tenemos un problema enorme de distinta percepci¨®n del espacio p¨²blico entre hombres y mujeres. Me indigna profundamente esa marca que llevamos las mujeres en la espalda de v¨ªctima predesignada. En mayor o menor medida todas hemos sentido eso¡±.