Una diosa egipcia en Salamanca
Los arque¨®logos excavan la casa de un gran se?or de la Edad del Hierro y encuentran objetos elaborados a m¨¢s de 5.000 kil¨®metros de distancia
Hace unos 2.500 a?os, en el cerro de San Vicente, en el centro de la ciudad vieja de Salamanca, se levantaba una peculiar aldea amurallada, ocupada a inicios de la Edad del Hierro (900-400 a.C.). La presid¨ªa una gran vivienda circular de adobe en la que resid¨ªa el se?or del poblado y que estaba rodeada, a su vez, por las casas de sus hijos y nueras. Ahora, el equipo multidisciplinar dirigido por Antonio Blanco (Universidad de Salamanca), Cristina Alario y Carlos Macarro (Ayuntamiento de Salamanca) ha excavado esta casa y ha hallado, entre otros materiales, un sorprendente amuleto que representa a la diosa egipcia Hathor, la deidad del amor, la fecundidad, y sobre todo, de Occidente. ?C¨®mo y por qu¨¦ lleg¨® all¨ª?
El cerro de San Vicente, ba?ado por el r¨ªo Tormes, lleva siendo excavado desde 1990. En 2006 se realizaron trabajos que dejaron a la vista el caser¨ªo principal, que actualmente es visitable. Pero las investigaciones se han retomado este verano en ese sector y se han centrado en la vivienda, con unos resultados que los expertos califican de ¡°excepcionales¡±.
El poblado estaba compuesto por edificaciones de adobe: casas (tanto circulares como rectangulares) presididas por un hogar central y un banco corrido en su interior, que med¨ªan, aproximadamente, 30 metros cuadrados. Su reducido tama?o hace pensar a los expertos que se tratar¨ªa de viviendas conyugales (ocupadas por una pareja y su descendencia). Su disposici¨®n en corrillo, con puertas que abren hacia un espacio central com¨²n, y la presencia de peque?as estructuras compartidas (almacenes, silos, graneros) ¡°cuadran bien con el patr¨®n espacial que los estudios antropol¨®gicos asocian con un grupo dom¨¦stico virilocal; es decir, de varones unidos por una filiaci¨®n patrilineal (el progenitor y sus hijos o los hermanos conviviendo juntos), mientras que las mujeres abandonaban su aldea natal al casarse¡±, afirman los arque¨®logos a este diario.
La campa?a de 2021 se ha centrado en la ¡°extraordinaria casa¡± del patriarca. En las anteriores tres d¨¦cadas se hab¨ªa excavado una veintena de edificaciones, pero ninguna como la investigada ahora: en lugar de un banco corrido tiene dos, fue ocupada ¡°durante siglos¡±, contaba con un ¡°enorme hogar central con forma trapezoidal, que recuerda a una piel de toro extendida de connotaciones tart¨¦sicas (algo que no se conoc¨ªa al norte del r¨ªo Tajo)¡±, y fue quemada de forma intencionada como parte de un ritual en el siglo VI a. C. ¡°Tras el fuego, su interior se rellen¨® con los adobes de las paredes, colocados cuidadosamente a soga en hiladas conc¨¦ntricas¡±, recuerdan los expertos.
Dentro de la edificaci¨®n se ha encontrado tambi¨¦n ¡°una inusual abundancia de molinos para molturar cereales¡±, lo que podr¨ªa indicar comidas comunitarias, dos candiles enteros y abundante vajilla fina de mesa pintada, posiblemente para agasajar a invitados. Los cacharros portan vivos pigmentos en rojo, blanco, amarillo y azul, con decoraciones que hacen referencia al Mediterr¨¢neo oriental (palmetas, flores de loto y estrellas) y que se elaboraron en la misma vivienda. Adem¨¢s, se han exhumado materiales importados, habituales en sitios fenicios y tart¨¦sicos: cer¨¢micas fenicias torneadas, incensarios, cuencos tr¨ªpodes (para moler especias) y objetos lit¨²rgicos de terracota.
Intensa actividad social
Pero entre todo ello, destacan los hallazgos de ¡°cuentas de collar y de un amuleto que representa a la diosa Hathor, adem¨¢s de un trozo de cuenco, seguramente egipcio, todos de una pasta sint¨¦tica opaca de color azul con n¨²cleo blanco denominada fayenza¡±. Estas fayenzas fueron elaboradas en Egipto o en la costa siriopalestina, seg¨²n Linda Chapon (Universidad de Montpellier), y recorrieron m¨¢s de 5.000 kil¨®metros hasta que llegaron a Salamanca ¡°mediante intercambios con los fenicios¡±.
¡°Todos estos hallazgos¡±, se?alan los arque¨®logos, ¡°sugieren que la casa del patriarca alberg¨® una intensa actividad social, donde se celebraban banquetes para los hu¨¦spedes y donde llegaban objetos ex¨®ticos¡±. ¡°Una hip¨®tesis que barajamos¡±, afirma Juan Jes¨²s Padilla, de la Universidad de Salamanca, ¡°es que el cerro estuviera mucho mejor conectado de lo que hab¨ªamos pensado con las rutas de larga distancia de hierro y esta?o, metales entonces muy demandados y que a trav¨¦s de ellas llegaran conocimientos, objetos y costumbres del Mediterr¨¢neo oriental¡±. Luego, el patriarca los usaba o los recib¨ªa como regalo o intercambio en sus fiestas. Incluida la diosa del amor, de la m¨²sica y de Occidente.
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