¡®Free Guy¡¯, la rebeli¨®n del algoritmo

Un sonriente Ryan Reynolds es el h¨¦roe de esta comedia de acci¨®n y rom¨¢ntica que se mete en las tripas de un violento y fren¨¦tico videojuego. Reynolds interpreta a Guy, un personaje secundario en el universo conocido como Free City, solo un simp¨¢tico transe¨²nte que cada d¨ªa repite su rutina sin derecho a nada m¨¢s. Cada ma?ana se levanta con la misma hoja de ruta mientras los que est¨¢n en primera l¨ªnea se divierten friendo a tiros a sus rivales. Free Guy busca su lugar entre la visionaria reflexi¨®n sobre la telerrealidad que supuso a finales de los a?os noventa El show de Truman, la pel¨ªcula de Peter Weir interpretada por Jim Carrey; el mundo virtual de la m¨¢s floja y ochentera Tron, con Jeff Bridges perdido entre lenguajes encriptados; y la eleg¨ªa al poder del juguete com¨²n de La Lego pel¨ªcula, donde otro simple don nadie tambi¨¦n era el elegido.

Veloz y entretenida, Free Guy parece dirigida a un p¨²blico adolescente m¨¢s interesado en la computadora que en la sala de cine, aunque funciona igual para el espectador al¨¦rgico al mundo de los gamers o jugadores de videojuegos. El filme circula en paralelo entre el mundo virtual ¡ªdonde esa inteligencia artificial bondadosa y fraternal, un ser alegre y pac¨ªfico, toma conciencia de s¨ª mismo¡ª, y el real, donde dos j¨®venes programadores interpretados por la explosiva y vers¨¢til Jodie Comer (Killing Eve) y un ¨ªdolo adolescente, Joe Keery (Stranger Things), vivir¨¢n su propia aventura tecnol¨®gica contra un malvado gur¨² del videojuego interpretado por el histri¨®n Taika Waititi.

Dirigida por el actor y productor Shawn Levy, que tambi¨¦n firma la trilog¨ªa Noche en el museo y de algunos episodios de Stranger Things, Free Guy est¨¢ dise?ada a mayor gloria de su protagonista, que sabe sacarle brillo a su lado m¨¢s insulso y tierno. Repleta de gags dirigidos a los amantes de los videojuegos y los superh¨¦roes, con cameos de jugadores profesionales famosos, la pel¨ªcula aspira a ser un puente generacional y por tanto una ambiciosa apuesta para atraer a la taquilla a un p¨²blico reacio a moverse del sof¨¢, aunque su mensaje sobre una inteligencia artificial rebelde y antisistema no acabe por romper la superficie.