Michel Franco: ¡°Asumo que el p¨²blico es m¨¢s inteligente que yo¡±
El mexicano vuelve a la competici¨®n de la Mostra con ¡®Sundown¡¯, la historia de un hombre indiferente ante la vida
Hace un par de meses, Michel Franco volvi¨® a ver su primer corto. Le entregaban un premio, en el festival de Huesca, y proyectaron Entre dos. El aplaudido director de 42 a?os se enfrent¨® as¨ª a su debut que realiz¨® con 23. No pas¨®, sin embargo, verg¨¹enza alguna. Al rev¨¦s, cuenta que sali¨® bastante airoso: ¡°Me di cuenta de que me parezco mucho, que no he cambiado mi voz¡±. Todo un orgullo para un cineasta que lleva dos d¨¦cadas huyendo de lo obvio.
Franco es distinto, tal vez extra?o, a menudo pol¨¦mico. El a?o pasado, cuando present¨® su filme Nuevo orden, que imaginaba una salvaje revoluci¨®n de los ind¨ªgenas en M¨¦xico, en Venecia hubo opiniones enfrentadas. ¡°Me preocupar¨ªa mucho provocar solo amor. Ser¨ªa el momento de retirarse. El cine que gusta a todos gana el Oscar y luego se olvida¡±, sonr¨ªe ¨¦l, de vuelta este a?o en el certamen italiano con Sundown. El nuevo filme, en competici¨®n oficial, sigue a un hombre que se arrastra por la vida, indiferente a todo.
Su apat¨ªa no ha contagiado a la cr¨ªtica, que oscila entre la adoraci¨®n de The Guardian y las serias dudas de The Hollywood Reporter. Lo cierto es que la dejadez del personaje, interpretado por Tim Roth, intriga al p¨²blico que busca una explicaci¨®n. ?Por qu¨¦ el tipo inventar¨ªa una burda excusa para quedarse solo en Acapulco cuando su familia viaja de vuelta a Londres? Sin embargo, la pel¨ªcula tambi¨¦n sufre por la inacci¨®n de su protagonista. Y por el elevado list¨®n de ambici¨®n y valent¨ªa que ha encumbrado otros trabajos del director.
¡°Escrib¨ª este filme antes que Nuevo orden, en medio de una crisis personal, resultado de malas decisiones¡±, relata el mexicano. En ese guion, que en 10 d¨ªas estuvo listo, volc¨® algunos ingredientes habituales. Ante todo, la obsesi¨®n por la muerte: dice Franco que la sufre ¡°desde los 11 a?os¡±, a ra¨ªz de un duelo familiar, y que se nota en toda su filmograf¨ªa, de Despu¨¦s de Luc¨ªa a Chronic. Tambi¨¦n la violencia en M¨¦xico, ¡°la cotidianeidad de los asesinatos¡±. Y, adem¨¢s, la propia Acapulco. Despu¨¦s de ir visitarla cada a?o en su juventud, el cineasta llevaba una d¨¦cada sin pisar la ciudad. El regreso, incluido un desagradable enfrentamiento con la polic¨ªa, no result¨® id¨ªlico. De ah¨ª que, una vez m¨¢s, meta el dedo en las llagas de su pa¨ªs.
¡°Mis 42 a?os los he pasado aqu¨ª. Es mi lugar y donde m¨¢s puedo hacer mi estudio cinematogr¨¢fico. Cuando quieres de verdad a alguien, tambi¨¦n lo criticas¡±, agrega Franco. Aunque el creador experiment¨® con un nuevo m¨¦todo de trabajo: muchos actores no profesionales, poca preparaci¨®n y una filmaci¨®n tan ¡°espont¨¢nea como dif¨ªcil¡±. Agrega: ¡°Rod¨¦ con mucha libertad. No obtuve respuestas a mis preguntas, pero s¨ª encontr¨¦ algo de paz¡±.
Su cine no busca treguas, sino agitaci¨®n de conciencias. ¡°Asumo que el p¨²blico es m¨¢s inteligente que yo. Hago pel¨ªculas con contradicciones, lanzo preguntas. Dar lecciones en un filme es insoportable, ese cine envejece muy r¨¢pido¡±, sostiene. Por eso, siempre escribe y produce sus propias obras y dice que no puede ¡°entender¡± a los directores que no lo hagan. ¡°El reto principal es conservar la idea inicial de cada proyecto y que la obra terminada refleje lo que naci¨® dos o seis a?os antes. Prefiero asumir yo toda la responsabilidad¡±, defiende. Y asegura que la f¨®rmula le ha dado premios en varios festivales, pero tambi¨¦n cierto ¨¦xito de taquilla. Independencia y venta de entradas, para ¨¦l, no est¨¢n re?idos: ¡°Ciertos autores escogen cargar con esa etiqueta, pero se la ponen ellos solitos¡±. Tal vez, aparte de su cine, alguien se moleste con sus palabras. Pero, en eso, el director se parece a su ¨²ltimo personaje: no puede importarle menos.
En la carrera por el Le¨®n
Ana Lily Amirpour tambi¨¦n se ha demostrado como una cineasta dispuesta a ir por su propio camino. Y con un gran talento para crear mundos: primero, un ¡°espagueti w¨¦stern iran¨ª sobre vampiros¡±, como defini¨® su debut, Una chica vuelve sola a casa de noche, de 2014. Luego, una distop¨ªa entre can¨ªbales y gur¨²es en The Bad Batch, que obtuvo el premio especial del jurado de Venecia en 2016.
Su filmograf¨ªa se vuelve ahora a¨²n m¨¢s inclasificable gracias a Mona Lisa and the Blood Moon, en competici¨®n oficial. A priori, es el retrato de una joven con poderes sobrenaturales que logra huir de un psiqui¨¢trico. Pero, adem¨¢s, en la pantalla se muestra una org¨ªa de colores, m¨²sica y personajes extra?os. ¡°?Por qu¨¦?¡±, pregunta la protagonista cada vez que algo no le cuadra. El filme parece referirse a los muchos delirios de la sociedad. ¡°Es una ni?a, y una bestia y un monstruo. Esta es la libertad¡±, dijo la directora anglo-iran¨ª. Fascinante, como siempre. Aunque, esta vez, algo menos sorprendente.
Directamente can¨®nico resulta Las ilusiones perdidas, de Xavier Giannoli, el otro filme en la carrera por el Le¨®n de Oro, que se ver¨¢ en Espa?a en marzo de 2022. Para adaptar el cl¨¢sico hom¨®nimo de Honor¨¦ de Balzac, el director elige una v¨ªa igual de tradicional: todo est¨¢ en su sitio, filmado y narrado como siempre se ha hecho. Con una voz en off y en orden cronol¨®gico, cuenta el periplo de un joven poeta que deja el campo para llegar a Par¨ªs, dispuesto a comerse la capital. Acabar¨¢ devorado por el mundillo editorial, el lujo y las tentaciones. La pel¨ªcula habla tambi¨¦n, para Giannoli, del momento en que ¡°la influencia de la prensa se convierte en poder¡±. Aunque, al contrario que su protagonista, el filme evita cualquier riesgo. As¨ª, est¨¢ claro que no hay manera de fallar. Pero tampoco de ganar.
Babelia
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