¡®Las consecuencias¡¯: nadar en aguas demasiado oscuras

Las consecuencias toca un asunto tan s¨®rdido y oscuro que salir airoso del reto roza lo imposible. Un drama familiar sobre la delgada l¨ªnea que separa a la v¨ªctima del verdugo y sobre el insoportable alcance de esas consecuencias a las que se refiere el t¨ªtulo. La pel¨ªcula de Claudia Pinto se centra en el tri¨¢ngulo afectivo entre una madre, su hija adolescente y el abuelo, tres personajes enfrentados a una emboscada personal y geogr¨¢fica que les obligar¨¢ a desenmascararse. Interpretados casi sin red por Juana Acosta, Alfredo Castro y la joven Mar¨ªa Romanillos, viajan a la isla familiar de la que la madre y el abuelo huyeron hace a?os. Una isla que abre una herida jam¨¢s cerrada. La met¨¢fora geogr¨¢fica funciona bien gracias a un paisaje volc¨¢nico de aguas negras que encaja en la oscuridad y atrapa a los personajes, pero ese paisaje-metaf¨®ra, o fatalidad tel¨²rica, ni basta ni justifica la sima de putrefacci¨®n que abre la pel¨ªcula. Pese a la lograda ambientaci¨®n visual ¡ªen gran parte realizada en la misma isla de Canarias, La Palma, que ahora est¨¢ amenazada por una erupci¨®n volc¨¢nica real¡ª, Las consecuencias encalla por un guion incapaz de sostener el peso de lo que quiere contar.

Acosta se mete en la piel de una mujer acechada por lo que parece una depresi¨®n end¨¦mica, a la que se suma un fatal suceso que abre la pel¨ªcula, una excusa para devolver a los personajes a la isla aunque queda suspendida en el vac¨ªo. El personaje de Acosta parece nadar entre las aguas de una hija adolescente que empieza a madurar y un padre con el que la nieta tiene una complicidad especial. El hombre, interpretado por el chileno Alfredo Castro, no resulta mucho m¨¢s alegre que su hija, como si ambos viviesen cercados por la misma nube. Alrededor de ellos, la pel¨ªcula presenta a una serie de familiares que viven en la isla y que son cruciales para comprender el silencio que acogota a los personajes.

El problema es que la mayor¨ªa de ellos, pese a estar bien interpretados, incurren en tantas contradicciones psicol¨®gicas y de conducta (sobre todo la adolescente y los familiares de la isla) que el fondo del asunto, m¨¢s negro a¨²n que el fondo del mar volc¨¢nico que sirve de escenario, acaba resultando irritante por caprichoso.