Alfredo Castro, un explorador del lado oscuro

No hay actor latinoamericano como Alfredo Castro (Santiago de Chile, 65 a?os). De su peso, de su presencia y de su lista de espera. ¡°Digo muy pocas veces que no¡±, reconoce sentado a un lateral del malague?o Teatro Cervantes, con su hablar pausado y preciso, ¡°pero tambi¨¦n es cierto que me llegan buenos guiones, los directores saben qu¨¦ doy y se encadenan los temas¡±. Castro es el maestro actual de los personajes torturados, de tipos de trasfondo turbio aunque poli¨¦dricos. ¡°No quiero hacer cosas ligeras, quiero pel¨ªculas complejas. Me interesan, m¨¢s que los personajes, guiones con un poso pol¨ªtico, que planteen cuestiones sociales. Todo ser humano posee un lado oscuro, perverso, que ahora se ha mostrado a¨²n m¨¢s en este horror que estamos viviendo¡±.

As¨ª se ha hecho famoso. Director teatral, actor en cualquier formato, fundador de la compa?¨ªa La Memoria, determinante para el teatro contempor¨¢neo de su Chile natal, Castro estudi¨® durante los a?os noventa en Francia y el Reino Unido interpretaci¨®n y dramaturgia, y en Chile compagin¨® los escenarios y la televisi¨®n. Pero la fama le lleg¨® con sus largometrajes con Pablo Larra¨ªn, con el que encontr¨® un nexo de uni¨®n, una exploraci¨®n conjunta de la oscuridad de Chile: ah¨ª est¨¢n Tony Manero (2008), Post Mortem (2010), No (2012), El club (2015) y Neruda (2016). ¡°Me alegr¨® ese encadenamiento. Porque mi labor es hacer un cine cr¨ªtico, contundente, importante, que remueva conciencias y contenga cierta cuota de peligro¡±, aduce. Esos filmes, junto a su protagonista en la venezolana Desde all¨¢ (2015), Le¨®n de Oro de Venecia, confirmaron su excelencia.

¡°Mi labor es hacer un cine cr¨ªtico, contundente, importante, que remueva conciencias y contenga cierta cuota de peligro¡±

En el festival de M¨¢laga concursa con la argentina Karnawal, en la que encarna a un estafador que visita a su hijo adolescente durante unos d¨ªas de permiso de su condena en prisi¨®n, y con la espa?ola Las consecuencias, con un personaje, el de un padre lastrado por un terrible secreto familiar que impide una mejor relaci¨®n con su hija (Juana Acosta), con inmediatas resonancias a trabajos previos de Castro. Entre medias de las dos proyecciones, separadas por siete d¨ªas, el chileno viajar¨¢ a Toulouse, en cuyo festival va a recibir un homenaje.

Tanto en Karnawal como en Las consecuencias, sus personajes, padres con complejas relaciones, son frutos de su entorno, ¡°de otros padres horrorosos¡±. En Las consecuencias, el espectador encontrar¨¢ el eco de Algunas bestias, de familias que se pudren capa a capa. ¡°Todo Chile, y en general toda Latinoam¨¦rica, est¨¢ llena de esas familias. Sospecho que Espa?a, por su pasado de represi¨®n cat¨®lica, tambi¨¦n. Curiosamente, la Iglesia chilena durante la dictadura de Pinochet batall¨® a favor de los derechos humanos, y despu¨¦s descubrimos el horror de la pedofilia que escond¨ªa, como mostraba El club¡±, explica el actor. ¡°Estas familias son iguales. Se derrumban oliendo a podredumbre. Y en la vida real en Chile la pandemia ha multiplicado, por el encierro, los feminicidios y los abusos infantiles... Ha sido muy duro¡±.

Sobre su carrera, advierte: ¡°A menudo me llaman directores y me dicen: ¡®Mi pel¨ªcula recuerda en algo a esta otra tuya¡¯. Y no me importa, si investigamos conjuntamente c¨®mo lo vamos a hacer. En parte es culpa m¨ªa, porque busco ese cine especial, pol¨ªtico. Para m¨ª, pol¨ªtica es lo que concierne al ser humano¡±. Y pone como ejemplo el personaje de El Corto, su presidiario de Karnawal. ¡°Es un buen hombre, yo no puedo juzgarlo, la sociedad le dio una vida, le toc¨® ese recorrido criminal y no tuvo otra posibilidad¡±. El drama se desarrolla en la frontera argentina con Bolivia, excelente caldo de cultivo para bailarines de malambo, danza tradicional argentina, y de cr¨ªmenes. ¡°Las fronteras en Latinoam¨¦rica son apasionantes, esconden unos mundos que a m¨ª me fascinan¡±. Y eso lleva a otra pulsi¨®n de Castro: descubrir mundos, ¡°ecosistemas sociales que la tecnolog¨ªa y la modernidad est¨¢n fagocitando, universos rurales despreciados desde la mirada urbana¡±.

¡°Como actor, creo que todos mis personajes deben guardar un secreto¡±

En cambio, en Las consecuencias, el personaje de Castro se ha rebelado contra su pasado familiar. ¡°Es que en el fondo, la pel¨ªcula me lleva a la tragedia griega. ?Qui¨¦n paga las culpas? ?Qui¨¦n es el recept¨¢culo de los horrores de este secreto familiar, que ha devenido en violencia? Pues ¨¦l, que carga sobre sus hombros ese pasado¡±, define el actor, que puntualiza: ¡°Por otro lado, durante parte del metraje el espectador no sabe. Es un viaje para nada evidente. Como actor, creo que todos mis personajes deben guardar un secreto¡±.

En el futuro pr¨®ximo, Castro quiere dirigir. ¡°Estoy pensando adaptar Los trabajadores de la muerte, de la escritora chilena Diamela Eltit. Veo que me acerco un punto en que charlo con los cineastas sobre si hacemos esto o lo otro, y me pueden responder: ¡®Haz t¨² tu pel¨ªcula, que esta es la m¨ªa¡¯. Y antes de que pase eso, me tendr¨¦ que lanzar¡±.