Pandemia taurina (y 5): la agria e intransigente pol¨¦mica sobre las subvenciones produce m¨¢s miedo que el toro

Si hablar de dinero es de mal gusto, hacerlo sobre las subvenciones oficiales que recibe la tauromaquia es un asunto tab¨² para los taurinos. Muchos se sienten inc¨®modos y les asalta un sentimiento de culpa por el hecho de recibir una cantidad econ¨®mica a cambio de organizar un festejo taurino en una localidad.

Un empresario reconocido que gestiona la plaza de una importante localidad madrile?a manifestaba a este peri¨®dico sus reticencias al respecto.

Pregunta. ?Recibe usted alguna ayuda municipal para la organizaci¨®n de la feria?

Respuesta. ¡°S¨ª, pero no s¨¦ si...

Si hablar de dinero es de mal gusto, hacerlo sobre las subvenciones oficiales que recibe la tauromaquia es un asunto tab¨² para los taurinos. Muchos se sienten inc¨®modos y les asalta un sentimiento de culpa por el hecho de recibir una cantidad econ¨®mica a cambio de organizar un festejo taurino en una localidad.

Un empresario reconocido que gestiona la plaza de una importante localidad madrile?a manifestaba a este peri¨®dico sus reticencias al respecto.

Pregunta. ?Recibe usted alguna ayuda municipal para la organizaci¨®n de la feria?

Respuesta. ¡°S¨ª, pero no s¨¦ si es adecuado decirlo o no, tal como est¨¢n los antitaurinos con este asunto¡±.

Uno de los pocos que afrontan la situaci¨®n con naturalidad no exenta de valiente energ¨ªa es Victorino Mart¨ªn, presidente de la Fundaci¨®n Toro de Lidia. Rechaza frontalmente hablar de subvenciones y considera que son ¡°asignaciones a cambio de la prestaci¨®n de un servicio a la comunidad¡±. ¡°Las fiestas en los pueblos se organizan sobre la m¨²sica, los fuegos artificiales y los toros¡±, a?ade, ¡°en muchos de ellos no habr¨¢ ferias este a?o, y los festejos taurinos ser¨¢n la ¨²nica celebraci¨®n festiva¡±.

Tampoco los ayuntamientos y sus alcaldes son un ejemplo de transparencia sobre las partidas presupuestarias dedicadas a los toros.

Victorino Mart¨ªn prefiere hablar de ¡°asignaciones econ¨®micas a cambio de la prestaci¨®n de un servicio¡±

Una de las excepciones es el socialista Miguel Zamora, primer edil de la localidad albacete?a de Tarazona de la Mancha, quien no tiene reparo en reconocer que su municipio dedica 15.000 euros a la organizaci¨®n de una corrida y una novillada en su feria anual que se celebra a mediados de agosto. ¡°A pesar de las restricciones, este ha sido el a?o que m¨¢s espectadores han acudido a la plaza en la ¨²ltima d¨¦cada¡±, explica, ¡°quiz¨¢ porque se ha reducido la oferta de ocio¡±. ¡°Y como todos hemos ajustado los gastos, ha sido un buen negocio para el empresario¡±, concluye.

Tarazona no es el ¨²nico municipio que colabora con los festejos taurinos. Otro ejemplo es Casas Ib¨¢nez, tambi¨¦n en la provincia de Albacete, que el pasado 28 de agosto celebr¨® una corrida con la presencia de El Juli, Miguel ?ngel Perera y Paco Ure?a, y cont¨® con una ayuda de 15.000 euros del Ayuntamiento y otra cantidad de la misma cuant¨ªa aportada por la pe?a taurina local.

Juan Medina, profesor de Teor¨ªa Econ¨®mica de la Universidad de Extremadura, y el m¨¢s reconocido estudioso de las variables econ¨®micas de la fiesta taurina, elabor¨® en 2013 un informe para ANOET en el que se?ala que 2.767 de los 8.700 ayuntamientos espa?oles organizaron ese a?o festejos en sus distintas modalidades y aportaron 20.116.278 euros, el 1,4 % de sus presupuestos culturales. Se da la circunstancia de que el 83,4 % de las ayudas municipales se dedicaron a festejos populares, y solo el 16,6 % restante a festejos reglados. Y un detalle m¨¢s: los municipios recuperaron tres millones de euros a trav¨¦s de los c¨¢nones de arrendamiento o gesti¨®n directa de las plazas de propiedad p¨²blica.

El 14 de junio de 2020, este blog apuntaba que ocho comunidades aut¨®nomas (Madrid, Andaluc¨ªa, Extremadura, Castilla y Le¨®n, Castilla-La Mancha, La Rioja, Murcia y Navarra) aportaron 7.568.180 euros; y las diputaciones de Badajoz, Castell¨®n, Palencia, Albacete, M¨¢laga, Guadalajara, Salamanca, Zaragoza y Valencia dedican 3.296.498 euros. De estas cantidades hay que restar lo que estas administraciones percibieron por el alquiler de sus respectivas plazas, que ascendi¨® a 3.433.306,9 euros. Lo aportado por las CC AA era el 4 % de los m¨¢s de 80 millones dedicados al ¨¢rea cultural, y el 1 % de las diputaciones.

Asimismo, y con motivo de la pandemia, las comunidades de Andaluc¨ªa, Madrid, Arag¨®n, Castilla y Le¨®n, Extremadura, Navarra, La Rioja, Valencia y Arag¨®n han aprobado partidas presupuestarias para ayudar a los ganaderos de reses bravas especialmente afectados por el coronavirus.

Claro que la fiesta de los toros cuenta con subvenciones oficiales como sector cultural reconocido por ley; sucede, sin embargo, que, a pesar de la fuerte ofensiva de los sectores contrarios a la tauromaquia, la realidad es que las ayudas son rid¨ªculas, ofensivas, injustas y desproporcionadas respecto a la actividad econ¨®mica que los festejos generan y a los ingresos impositivos que aportan a Hacienda.

El ejemplo m¨¢s escandaloso es la partida taurina que recogen los Presupuestos Generales del Estado: 65.000 euros (30.000 para el Premio Nacional de Tauromaquia, y 35.000 para la Fundaci¨®n Toro de Lidia).

La Real Maestranza de Sevilla dedica el 84 por ciento de que lo que percibe por los toros a una ingente obra ben¨¦fica, social y cultural

A cambio, y seg¨²n el estudio del profesor Juan Medina referido a la temporada 2013, el Estado ingres¨® 45 millones de euros en concepto de IVA, una cantidad sensiblemente superior a lo ingresado por otras industrias culturales, y m¨¢s de 12 millones en cotizaciones sociales.

Medina conclu¨ªa que ¡°la actividad taurina no es solo la menos subvencionada, sino la que m¨¢s riqueza genera a Hacienda¡±.

Otro ejemplo es la plaza de Las Ventas, que es de propiedad p¨²blica. Su due?a, la Comunidad de Madrid, ha recibido en los ¨²ltimos 15 a?os en concepto de alquiler la cantidad de 52 millones de euros. Si bien el gobierno regional destina partidas a la promoci¨®n taurina y al cuidado del coso, su inversi¨®n real est¨¢ muy lejos de lo que percibe.

Un caso paradigm¨¢tico es el de la Real Maestranza de Caballer¨ªa de Sevilla, propietaria de la plaza de toros de la capital. Esta instituci¨®n privada recibe en torno al 22 por ciento de la facturaci¨®n de cada festejo, y dedica el 84 por ciento de esos ingresos anuales -entre un mill¨®n y medio y dos millones seg¨²n la media de los ¨²ltimos seis a?os- a una ingente obra ben¨¦fica, social y cultural, que van desde un comedor social a las ayudas a ¨®rdenes religiosas y ONG, la restauraci¨®n de bienes art¨ªsticos y premios universitarios.

Y otro caso: la Diputaci¨®n de M¨¢laga, due?a de la plaza de toros de la capital, cedi¨® este a?o la organizaci¨®n de la feria taurina al empresario Jos¨¦ Mar¨ªa Garz¨®n, y acord¨® que el alquiler consistiera en el pago de un euro por cada entrada vendida que se destinar¨ªa a la Fundaci¨®n El Pimpi y a las Hermanitas de los Pobres.

En fin, que esta agria e intransigente pol¨¦mica de las subvenciones, aireada constantemente por los sectores contrarios a la fiesta, est¨¢ plagada de medias verdades, muchas mentiras y excesivas manipulaciones.

Las subvenciones existen; claro que s¨ª, pero la verdad es que no se corresponden en modo alguno con la importancia econ¨®mica y cultural del sector.

Guste o no guste, as¨ª es la fiesta¡­

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