¡®Madres paralelas¡¯, de Pedro Almod¨®var: la maternidad y no s¨¦ cu¨¢ntas cosas m¨¢s
Permanezco en plan iceberg ante la progresiva tragedia de dos amorosas y solteras madres a las que se les complica dolorosamente la existencia
Reconozco la habilidad ancestral de Pedro Almod¨®var o de su equipo de marketing (en realidad no lo necesita, es un extraordinario publicista de s¨ª mismo, no necesita a ning¨²n Iv¨¢n Redondo, hasta Andy Warhol reconocer¨ªa que le pertenece leg¨ªtimamente el trono de la autopromoci¨®n) para convertir en un acontecimiento cultural y mundano cada nueva pel¨ªcula mucho antes de que se estrene. De Madres paralelas sab¨ªa que trataba de la maternidad, gracias al horroroso y censurado cartel que mostraba un pecho derramando leche. Ven¨ªa acompa?ado de la generosa y concienciada decisi¨®n de Almod¨®var de estrenar a su criatura en el complicado mes de septiembre, para ayudar con su trascendente obra a que las salas desiertas o agonizantes dejaran de sentirse solas. El odioso o estrat¨¦gico c¨¢lculo le oblig¨® a retrasar un mes su estreno, pero sus buen¨ªsimas intenciones y su incondicional amor al cine han sido ejemplares.
Y escucho o leo las reacciones emocionales de los espectadores y de los que han trabajado en Madres paralelas desde que esta ve la luz en el festival de Venecia. Al parecer los ojos de todos ellos se han sentido inundados por las l¨¢grimas ante los dramas que retrata la pel¨ªcula y la hipersensibilidad con la que est¨¢n narrados. Y me froto las manos ante el previsible llanto que me va a saltar, esa sensaci¨®n que tantas veces me ha hecho feliz en el cine, aunque lleve varios a?os con los p¨¢rpados secos en la sala oscura.
Pero no lo consigo, permanezco en plan iceberg ante la progresiva tragedia de dos amorosas y solteras madres a las que se les complica dolorosamente la existencia (no hago spoilers, esa cosita tan moderna y mareante que los autores, convencidos de que sus obras est¨¢n llenas de apasionantes misterios, tratan de evitar a los espectadores) despu¨¦s del nacimiento de sus beb¨¦s. Y admito la vocaci¨®n de Almod¨®var por ser emotivo, para lograr que los mirones nos impliquemos hasta el tu¨¦tano en lo que les est¨¢ ocurriendo a las protagonistas, en nuestra identificaci¨®n sentimental con su pena y su desgarro. Pero ese sentimiento llega o no llega. Te toca el coraz¨®n o te deja fr¨ªo. Me ocurre lo segundo. Tal vez necesite urgentemente un psiquiatra.
Y hay muchas m¨¢s cosas, adem¨¢s del sufrimiento maternal, en este guion tan oportunista y calculado. Abruma la conciencia social de Almod¨®var sobre el estado de las cosas, su an¨¢lisis y su veredicto sobre barbaries antiguas y actuales que hay que remediar. Se merece que diversos ministerios le hagan una estatua por poseer tanto sentido moral. No se le queda casi nada en el tintero en su profundo compromiso con el ayer y el hoy. Habla durante largo rato con pretendida emoci¨®n y justicia reivindicativa de la memoria hist¨®rica y de las fosas comunes. Habla del chantaje digital que una juvenil y despiadada manada le hace a una chica a la que posteriormente violan. Habla de Federico Garc¨ªa Lorca, nuestro poeta m¨¢s universal, ese al que tan bien conocen y admiran en el largo y ancho mundo, donde se estrenar¨¢ con marcha de pompas y circunstancia esta pel¨ªcula. Y al igual que en la serie de Alejandro Amen¨¢bar La Fortuna, las protagonistas practican la bisexualidad con absoluta naturalidad. Qu¨¦ bien se ha llevado siempre este director con el signo de los tiempos, que moderno es, qu¨¦ instinto el suyo para saber lo que conviene vender en cada momento.
Y todo cristo parece estar de acuerdo en que la interpretaci¨®n de Pen¨¦lope Cruz roza lo sublime. Hay otras que prefiero de esta actriz excelente. Lo que el guion le exige decir en alg¨²n momento lo encuentro discursivo, posee un tono cercano al panfleto. Y en ese g¨¦nero prescindible, el ¨²nico que encuentro admirable, que me hace pensar y dudar, es Panfleto contra el todo, de Fernando Savater. Me perturb¨® la interpretaci¨®n que hac¨ªa Milena Smit de una chica seriamente perturbada en No matar¨¢s. En Madres paralelas no guardar¨¦ memoria de su andr¨®gino personaje. En realidad, de nada en esta oportunista, epid¨¦rmica y lloriqueante pel¨ªcula. Y vale, repito, la hermosa Pen¨¦lope Cruz siempre aporta convicci¨®n.
Madres paralelas
Dirección: Pedro Almodóvar.
Intérpretes: Penélope Cruz, Milena Smit, Aitana Sánchez-Gijón, Israel Elejalde, Rossy de Palma, Julieta Serrano.
Género: drama. España, 2021.
Duración: 120 minutos.
Babelia
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