Antonio Arias, de Lagartija Nick a la Luna
El rockero y coautor de ¡®Omega¡¯ (1996) con Enrique Morente recrea la aventura espacial de un tripulante del ¡®Apollo 15¡ä en ¡®Hola Tierra/Hello Earth¡¯. Este s¨¢bado toca en la escalinata de la sede del CSIC en Madrid
Asegura Antonio Arias (Granada, 56 a?os) que movi¨® papeles para alistarse en un viaje espacial. Cuando el pasado marzo ley¨® la noticia de que un millonario japon¨¦s planeaba enviar a ocho artistas de todo el mundo a la Luna en 2023, le mand¨® un correo electr¨®nico. Desisti¨® al recibir la respuesta: le ped¨ªan un reconocimiento m¨¦dico. ¡°Dije: hasta aqu¨ª pod¨ªamos llegar. Viajo mejor con la cabeza¡±, comenta.
No habr¨ªa m¨²sico espa?ol m¨¢s id¨®neo para semejante aventura. El l¨ªder de Lagartija Nick ha dedicado la totalidad de su obra en solitario (tres discos titulados Multiverso) y varias canciones de su grupo (como El mar de la tranquilidad o Supercuerda) a los mundos astrales. En abril estren¨® en plataformas digitales su cuarto disco, Hola Tierra/Hello Earth de Alfred Worden. Est¨¢ basado en los poemas que este tripulante del Apollo 15 public¨® en 1974. Worden nunca pis¨® el sat¨¦lite: era el encargado de quedarse en la nave (¡°Esperando a los colegas en el autob¨²s¡±) y, al pasar por la cara oculta de la Luna, perd¨ªa toda comunicaci¨®n con la base. Esa sensaci¨®n de estar solo y perdido en la inmensidad la plasm¨® el astronauta en un poemario que Arias califica de ¡°muy pop, de estilo sencillo y a la vez psicod¨¦lico¡±.
Tras una larga b¨²squeda, consigui¨® el libro. ¡°Cuando me lleg¨®, fue muy f¨¢cil coger la guitarra y empezar a cantar¡±, explica. Puso m¨²sica a los versos en ingl¨¦s y envi¨® las canciones a Worden. ¡°Eran las navidades de 2019. Lo escuch¨®, y s¨¦ que rebot¨® alguno de los temas a Dee O¡¯Hara, una de las enfermeras de las misiones¡±. Arias necesitaba permiso para publicar las letras. Pero Worden muri¨® el 18 de marzo de 2020 y la gesti¨®n pas¨® a sus herederos. ¡°Imagino el pasmo: recibes una demo de un espa?ol cantando en ingl¨¦s toda tu poes¨ªa¡ Aunque dijeron: ¡®?Oh, genial!¡±.
Dos compactos con las canciones en ingl¨¦s y en castellano y los poemas de Worden adaptados al espa?ol por Mart¨ªn L¨®pez-Vega componen el hermoso artefacto que ha visto la luz gracias a la colaboraci¨®n de IAA-CSIC y el Instituto Cervantes. El disco se inspira descaradamente en cl¨¢sicos como The Dark Side of The Moon, de Pink Floyd (1973), o Sgt, Pepper¡¯s, de los Beatles (1967). ¡°El poemario te ped¨ªa esas influencias. Hay gui?os evidentes a esos ¨¢lbumes¡±. Arias present¨® el ¨¢lbum en junio en el observatorio de Calar Alto, en Almer¨ªa, y este s¨¢bado (D¨ªa Mundial de la Astronom¨ªa) lo tocar¨¢ en la escalinata de la sede central del CSIC en Madrid.
El cosmos seduce a Arias desde ni?o. ¡°Viv¨ªa en un barrio de protecci¨®n oficial y all¨ª el cielo era muy limpio¡±, recuerda. Le fascinaban series como Espacio 1999 y su m¨²sica incidental. Hoy luce en su mu?eca un reloj blanco de la NASA. ¡°?F¨ªjate c¨®mo es internet! Este me lo compr¨® mi mujer por mi cumplea?os. Costaba unos 200 euros. Pues luego van y sacan otra versi¨®n dedicada al Apollo 15, con la superficie lunar en la esfera¡ ?Una maravilla! Pero no pod¨ªa gastarme ese dinero en otro reloj¡±.
Ahora le saca menos partido a su telescopio. ¡°Tuve la suerte de mudarme a una casa en el centro de Granada, con el local de ensayo abajo, pero la contaminaci¨®n lum¨ªnica de la ciudad apenas deja ver nada. Me duele mucho esa ausencia, porque me lo pasaba muy bien viendo las lunas de J¨²piter. Pero como tengo la oportunidad de ir a observatorios, ah¨ª me desquito. Como hay confianza, la ¨²ltima vez en el de Almer¨ªa me dejaron mover el macrotelescopio con los mandos. Es incre¨ªble¡±.
Cuando se asoma al universo siente una especie de gratificante v¨¦rtigo. ¡°Es igual que si sacas medio cuerpo por la ventana: notas c¨®mo te llama el abismo, que quieres tirarte¡ Es una llamada fuera de ti¡±. La contemplaci¨®n de las estrellas le ha dado alguna lecci¨®n sobre la vida. ¡°Me ha ense?ado que hay que volver a lo mundano¡±, se?ala. ¡°Al trabajo, a la familia, a tener la comida preparada, a llevar a mi hija al colegio cuando era m¨¢s peque?a¡ Me digo: ¡®Lo dejo a las 12, que tengo que bajar a hacer la compra¡±. Su hija ahora tiene 16 a?os. ¡°Ha tirado por la m¨²sica cl¨¢sica, que es como su punk. ?Qu¨¦ es lo que nunca ha visto en su casa? Un viol¨ªn. Es el instrumento que toca¡±.
De modo que ahora el d¨ªa a d¨ªa de Arias pivota entre la m¨²sica, el telescopio y las antirrockeras tareas dom¨¦sticas. ¡°He aprendido a que no se me adelanten en la cola. Ves a la mujer apoy¨¢ndose en el andador¡ ?No tiene tablas ni nada! Intento comprar los alimentos de temporada. Y eso que mi pareja dice que como fatal. Cocinar, lo hago bien. Especialmente las migas, los arroces, las crepes, toda la comida hind¨²¡¡±, enumera.
Implica gran audacia publicar un disco conceptual (¡°Casi un musical¡±) en unos tiempos dominados por el bombardeo fugaz de singles. Arias se mueve c¨®modo en los m¨¢rgenes, incluso del rock, cuya deriva lamenta. ¡°El rock no pinta nada hoy en d¨ªa para la juventud¡±, afirma. ¡°Antes motivaba a la gente a la revoluci¨®n. Hemos perdido toda nuestra capacidad subversiva. Ahora el rock se ha convertido en un producto para un target. Si tienes 50 y has sobrevivido, es que tienes dinero: nos hemos convertido en un target de cosas del pasado. Por eso se publican esas cajas conmemorativas con 100 canciones. Los j¨®venes son seres humanos; en alg¨²n momento se emocionar¨¢n oyendo a Vivaldi o a Pink Floyd. Aunque todo quedar¨¢ sepultado bajo una monta?a de mierda, y van a tener que aprender a bucear¡±.
Trabajador infatigable, ha publicado 14 discos con Lagartija Nick, entre ellos Omega (1996), la triunfante mezcla de flamenco y rock con Enrique Morente al que su nombre ir¨¢ siempre ligado. ¡°Nosotros [Lagartija], que sacamos discos casi todos los a?os y la gente no se entera ni del t¨ªtulo, y en cambio aquel¡ Como dec¨ªa Morente: ¡®Ese parece que les gusta¡¯. Sarna con gusto no pica¡±.
Babelia
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