Buenos Aires se entrega a su leyenda del rock: ¡°Charly Garc¨ªa es todo¡±

Charly Garc¨ªa cumpli¨® 70 a?os este s¨¢bado y Argentina amaneci¨® embriagada de su m¨²sica. Las canciones de esta leyenda del rock nacional sonaron en todos lados, a todas horas. Decenas de fan¨¢ticos se concentraron en la esquina de su casa, en Buenos Aires, para cantar sus temas, ofrendarle flores y mensajes y esperar durante horas con la esperanza de que saliese a saludar y felicitarlo en persona.

¡°Buenos Aires es Charly Garc¨ªa y Charly Garc¨ªa es Buenos Aires¡±, resum¨ªa Olivia Sanz el idilio de la capital argentina con el rockero. Eran casi las cuatro de la tarde y ella y sus amigas segu¨ªan por pantalla gigante el homenaje de seis horas realizado en el Centro Cultural Kirchner (CCK). No consiguieron alguna de las 7.000 entradas gratuitas repartidas d¨ªas antes y participaban, sin embargo, del festival improvisado a sus puertas.

Dentro, m¨¢s de un centenar de m¨²sicos rend¨ªa tributo a quien ha compuesto la banda sonora de cuatro generaciones de argentinos. Un sobreviviente ¡ªde la dictadura, de las drogas, de un salto a la piscina desde el noveno piso de un hotel¡ª al que pocos imaginaban que a los setenta seguir¨ªa sobre los escenarios, pero al que se mor¨ªan por ver all¨ª. ¡°?Pens¨¢s que vendr¨¢?¡±, era la pregunta m¨¢s repetida en las filas, en los pasillos y entre susurros en las butacas cada vez que una espera duraba m¨¢s de lo normal.

Apareci¨® pasadas las seis y media de la tarde. El CCK estall¨® cuando se encendieron las luces y estaba sentado al piano, vestido de blanco y con una camiseta negra con el dibujo de un escorpi¨®n. Arranc¨® con Cerca de la revoluci¨®n rodeado por algunos de sus colegas hist¨®ricos, como Hilda Lizarazu y Rosario Ortega en las voces, Zorrito Von Quintiero en el teclado, Fernando Samalea en bater¨ªa, Pablo Guyot en guitarra, Alfredo Toth en bajo y Fito P¨¢ez, que una hora despu¨¦s protagonizar¨ªa un recital en honor a quien fue su maestro en el Teatro Col¨®n.

Garc¨ªa toc¨® Promesas sobre el bidet, Raros peinados nuevos y con la intro de Demoliendo hoteles los pocos que se hab¨ªan resistido se pusieron de pie. Antes del ¨²ltimo tema, Canci¨®n para mi muerte ¡ª¡±la canci¨®n que me lanz¨® al estrellato¡±, admiti¨® el homenajeado¡ª m¨²sicos y p¨²blico le cantaron el feliz cumplea?os entre aplausos, v¨ªtores y l¨¢grimas.

¡°Fue impresionante. Se respiraba un aire de festejo, de amor y de emoci¨®n muy ¨²nico ya desde antes y cuando apareci¨®, con esa bandaza, ah¨ª sentadito, no pude parar de saltar y cantar a los gritos, como si saliera mi equipo campe¨®n¡±, dice la escritora Ayel¨¦n V¨¢zquez, gran fan de Garc¨ªa. La comparaci¨®n con el f¨²tbol, una de las grandes pasiones de Argentina, es recurrente. ¡°Charly, despu¨¦s del Diego [Maradona] es el dios del pueblo¡±, asegura otra de sus seguidoras.

¡°Charly para m¨ª es todo. Es irse de viaje y volver a casa a la vez. Es la aventura, la contenci¨®n, la familiaridad. Es un tipo que puso su genialidad al servicio de hacer las canciones m¨¢s sensibles. Le estoy eternamente agradecida¡±, agrega V¨¢zquez.

Entre los asistentes hab¨ªa coet¨¢neos de Garc¨ªa que lo siguen desde sus primeras bandas, Sui Generis y La m¨¢quina de hacer p¨¢jaros. Otros m¨¢s j¨®venes que llegaron a ¨¦l cuando su carrera se dispar¨® con Ser¨² Gir¨¢n o despu¨¦s, al iniciar una fruct¨ªfera trayectoria como solista con discos ic¨®nicos como Yendo de la cama al living (1982), Clics modernos (1983) y Piano Bar (1984). Tambi¨¦n adolescentes o veintea?eros, atra¨ªdos por la leyenda venerada por sus padres y t¨ªos.

Garc¨ªa eligi¨® el CCK para celebrar su cumplea?os junto al p¨²blico, pero la marat¨®n de festejos se prolonga a lo largo de todo el fin de semana en numerosos teatros, centros culturales, bares y salas de conciertos. ¡°Hoy toqu¨¦ con ¨¦l y estaba esplendoroso y toda la gente llorando¡±, dijo Fito P¨¢ez al arrancar un recital en el Teatro Col¨®n en su honor, pasadas las ocho de la tarde. ¡°Qu¨¦ suerte tener a Charly Garc¨ªa en el mundo, el mundo es m¨¢s hermoso cuando est¨¢ ¨¦l¡±, asegur¨® en el cierre de ¡°un d¨ªa especial¨ªsimo¡± en el que Buenos Aires expres¨® de mil formas su amor incombustible al ¨ªdolo rockero.

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