Edificios-collage
?balo/Alonso firman un inmueble-suma: la sede de la Universidad de Vigo en el centro hist¨®rico levantada a partir de la uni¨®n de tres construcciones existentes
Hace unos a?os el estudio gerundense Bosch y Capdeferro bautiz¨® la afortunada reforma de su propia vivienda como Casa-collage. Eso son cada vez m¨¢s los edificios que hacen convivir diversos momentos hist¨®ricos. Ya no se destruye, suplanta o arrasa, las ciudades europeas acumulan tantas capas de historia que la convivencia parece la ¨²nica salida l¨®gica y cabal para mucha de la arquitectura que se construir¨¢ en los centros hist¨®ricos de este continente.
Eso es lo que sucede en el centro de Vigo. Y lo que los arquitectos Elizabeth ?balo y Gonzalo Alonso han querido reflejar con su proyecto para la Sede Institucional y del I+D+i de la Universidad de Vigo en la Ribera del Berb¨¦s, en el centro hist¨®rico de la ciudad. La universidad tiene su campus a 10 kil¨®metros de ese centro urbano, pero quer¨ªa estar tambi¨¦n representada en la ciudad. Por eso les pidi¨® a los arquitectos que rehabilitaran y unieran tres construcciones hist¨®ricas para construir su sede m¨¢s cerca de los ciudadanos.
Alonso y ?balo utilizaron as¨ª los soportales de piedra existentes para apoyar un volumen de madera y solucionar de esa forma, con un juego de cajas, la construcci¨®n de la sede. El a?adido es todo de madera ¡ªla estructura y los acabados¡ª ¡°pero es una madera actual y eso se traduce en una tecnolog¨ªa que optimiza industrialmente la utilizaci¨®n del material y asegura, a su vez, su buen mantenimiento a lo largo de los a?os¡±, puntualizan los arquitectos.
Explican que recurrieron a ideas de la construcci¨®n naval tradicional, ¡°pero incorporamos los ¨²ltimos avances en i+d, como corresponde al destino del edificio que pretendemos desarrollar¡±. Al final, es la madera lo que cuaja el nuevo edificio. Tambi¨¦n lo que permite su suma. La madera act¨²a como el kintsugi, el hilo de oro que cose las cer¨¢micas que se rompen en Jap¨®n. Est¨¢ y se ve, pero aporta calidez, contemporaneidad, subraya lo existente. El resto es lo que ya estaba revisado: los soportales de piedra saneados. Y una celos¨ªa de madera laminada que completa la fachada, act¨²a de filtro solar y funciona tambi¨¦n como estructura del espacio a?adido.
Tres cubiertas a cuatro aguas de zinc coronan la suma de los inmuebles y convierten esa adici¨®n en un ¨²nico edificio. Los dos lucernarios que las perforan llevan luz del norte a la nueva-vieja sede que habla del pasado, del presente y de la necesidad de hacer convivir la historia con el futuro.
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