El Museo del Prado vende en una subasta un piso heredado de m¨¢s de 300 metros por 3,2 millones de euros
La vivienda perteneci¨® al conservador de arte Juan Jos¨¦ Luna, que ha legado todo su patrimonio a la pinacoteca
Juan Jos¨¦ Luna, conservador del Museo del Prado, leg¨® a la pinacoteca antes de morir en marzo de 2020 m¨¢s de 170.000 euros entre cuentas corrientes, fondos de inversi¨®n y acciones; una colecci¨®n de 700 dibujos y estampas, muebles y 50 ¨®leos. Pero tal vez la parte m¨¢s codiciada del testamento que dej¨® firmado en 1995, con permiso de su patrimonio puramente art¨ªstico, es un piso de m¨¢s de 300 metros cuadrados con vistas al parque del Retiro de Madrid que se ha subastado este mi¨¦rcoles en el propio museo con un precio de salida de 1,8 millones de euros. En menos de media hora, tras una ardua pelea final, un matrimonio del mismo edificio ha adquirido el inmueble por 3.230.000 euros. ¡°Ten¨ªamos un l¨ªmite de tres millones¡±, dice la pareja despu¨¦s de recibir las felicitaciones de sus contrincantes. ¡°Al final nos hemos pasado, el mexicano nos lo ha puesto dif¨ªcil¡±, rematan sobre la nacionalidad de su oponente, al que ya hab¨ªan identificado momentos antes del inicio de la subasta como un duro competidor.
La puja comenz¨® pasadas las doce del mediod¨ªa. La primera oferta en papel cambi¨® el precio de salida a los pocos segundos: de 1,8 millones a 2.100.000. A partir de ese momento, algunos de los 23 acreditados en el auditorio del museo empezaron a levantar sus paletas. A la subasta, la primera presencial que se hace de este tipo en el Prado, pod¨ªan acudir todas aquellas personas ¡ªa excepci¨®n de los trabajadores de la pinacoteca¡ª que, tras acreditarse, depositaran una fianza de m¨¢s de 90.000 euros (dinero que han recuperado tras finalizar la venta). Todos, en cualquier caso, han podido ver previamente la vivienda seg¨²n los pliegos de condiciones publicados por SEGIPSA, la empresa p¨²blica encargada de su comercializaci¨®n. ¡°Nosotros vivimos en el piso de abajo y no es igual, este es especial por las vistas, es todo exterior y es m¨¢s grande¡±, explica la pareja ganadora, que adelanta que por ahora lo van a ¡°adecentar¡± y ya despu¨¦s decidir¨¢n qu¨¦ hacen con la vivienda.
La subasta se ha liquidado en menos de media hora. A los 15 minutos y a una velocidad vertiginosa de paletas, Iyi Mart¨ªn, maestro de ceremonias que trabaja en Speakerman, una empresa de presentadores, anunciaba que se hab¨ªa llegado a una cifra redonda, los 3 millones de euros. A partir de esta cantidad, la subasta se ha ido ralentizando hasta que solo han quedado dos p¨²giles. Tal vez el momento de mayor emoci¨®n ha sido al alcanzar la oferta de 3.210.000. Mart¨ªn ha rozado el mazo, ha dicho ¡°a la de una¡± y ha sido suficiente para que continuara la ceremonia. ¡°Forma parte del espect¨¢culo. Yo hago ese amago, bebo agua y a los interesados les da tiempo a reflexionar¡±, explica. Los cuchicheos entre las dos parejas antes de cada puja que ascend¨ªa de 10.000 en 10.000 euros ha sido constante. Sus comentarios se han quedado en la intimidad de las mascarillas, las nuevas gafas de sol del p¨®ker.
De esta manera, el museo ha cumplido con el ¨²ltimo deseo de Juan Jos¨¦, como se le conoc¨ªa en la instituci¨®n: que, por una parte, su legado se depositara en el Prado, y que con los beneficios obtenidos de las ventas se compraran obras. En este caso, seg¨²n explican fuentes del museo, y tras ser aprobado por el Patronato, se adquirir¨¢n piezas de la escuela francesa, departamento que lider¨® desde 1989.
Un coleccionista compulsivo
Luna, vinculado al Prado desde 1969, primero como colaborador, posteriormente (tras ganar su puesto por oposici¨®n) jefe de pintura francesa, inglesa y alemana y a partir de 2003 responsable de la pintura del Siglo XVIII, fue ¡°un coleccionista compulsivo¡±, en palabras de Jos¨¦ Manuel Matilla, jefe de Conservaci¨®n de Dibujos y Estampas del museo y responsable de calificar el patrimonio que ha entregado al Prado. ¡°Compraba en subastas y en anticuarios, a veces lotes con numerosas obras, como ocurre en muchas ocasiones en este mundo del papel¡±, escribe el experto sobre su colecci¨®n de centenares de piezas de dibujo y grabado que ten¨ªa desperdigadas por su casa de Madrid. ¡°Las adquir¨ªa, las guardaba en cajas, en carpetas o en algunas ocasiones, en los mismos marcos en que llegaron. Repartidas por armarios y en diferentes habitaciones, estas hojas de papel permanecieron sin orden aparente, sin apenas posibilidad de ser mostradas y disfrutadas¡±, detalla Matilla.
Su pasi¨®n por el arte del XVIII y en concreto el franc¨¦s era conocida en los c¨ªrculos art¨ªsticos, ya que dedic¨® buena parte de su carrera a investigar este periodo. Pero al entrar en la vivienda que va a ser subastada y empezar a descubrir y clasificar su colecci¨®n ¡ªtrabajo a¨²n no terminado¡ª, los expertos del Prado han descubierto su particular inter¨¦s por el grabado y el dibujo antiguo. ¡°Su colecci¨®n no pas¨® del ¨¢mbito estrictamente privado; fue una colecci¨®n invisible, oculta a ojos ajenos¡±, opina Matilla en su informe.
En una primera clasificaci¨®n de su obra, destacan ¡°los retratos en estampas de personajes ilustres como Retrato de Charles Le Brun, grabado por Edelinck seg¨²n la pintura de Largilli¨¨re, y la de Claude Mellan Adan y Eva a los pies de la Cruz (G6111), ejemplo del virtuosismo t¨¦cnico alcanzado por este grabador¡±, apunta el historiador del arte que ha encontrado en este conjunto ¡°el n¨²cleo m¨¢s importante y coherente¡± del legado art¨ªstico de Luna. Hay tambi¨¦n estampas italianas de los siglos XVII al XIX, aunque no tantas espa?olas. Todas estas piezas, como ha pasado con otros legados como el de la maestra Carmen S¨¢nchez, pasar¨¢n a formar parte de la memoria del Prado y, por tanto, del patrimonio art¨ªstico de un pa¨ªs.
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