Cristina Peri Rossi: amor, literatura
La flamante ganadora del Premio Cervantes encontr¨® en la experiencia amorosa el ¨²nico ant¨ªdoto capaz de combatir el extra?amiento que cruza su obra
¡°Pienso que se escribe porque se muere, porque todo transcurre r¨¢pidamente y experimentamos el deseo de retenerlo; la literatura es testimonio, precisamente porque todo est¨¢ condenado a desaparecer, y eso nos conmueve y a veces nos pide a gritos resistencia. Escribo, por lo tanto, porque estoy moment¨¢neamente viva, en tr¨¢nsito, y no quiero olvidar¡±. Es un fragmento de un art¨ªculo publicado por una joven Cristina Peri Rossi en el semanario montevideano Marcha, el 27 de diciembre de 1968. Ten¨ªa 27 a?os. Pero, aun teniendo en cuenta su juventud, era ya una autora conocida en Montevideo, gracias a un volumen de relatos, Viviendo, editado en 1963 por Alfa, en aquellos momentos la mejor editorial uruguaya, propiedad de un exiliado espa?ol, alicantino, Benito Milla. No hay duda de que la escritora, cuando sosten¨ªa escribir porque la muerte est¨¢ presente en el horizonte, expresaba con gran aplomo una atractiva madurez vital al plantear la fugacidad de la experiencia como motor de su propia creaci¨®n. Es precisamente el deseo de contenerla, de preservarla de alg¨²n modo, la dinamo de la mejor literatura.
Peri Rossi ha escrito a lo largo de los a?os en muchos g¨¦neros: poes¨ªa, ensayo, novelas, relatos, autobiograf¨ªa... Y lo ha hecho con una notable maleabilidad estil¨ªstica: frente a otros escritores contempor¨¢neos de su generaci¨®n, podr¨ªa decirse que Peri Rossi experimenta con muchos registros ¨D¡±hablo con muchas voces¡± ha dicho en m¨¢s de una ocasi¨®n, parafraseando a Alejandra Pizarnik¨D. A veces es una escritora maravillosamente rom¨¢ntica (el cuento Lovelys o su novela Solitario de amor, de rendida adoraci¨®n por A¨ªda y que fue un bombazo editorial); otras veces lo es muy poco (su cuento La gratitud es insaciable). A veces escribe con una voz l¨ªrica e ir¨®nica, casi cortazariana (Instrucciones para bajar de la cama) o bien emplea recursos del dirty realism en su poemario Playstation. Y es que en su poes¨ªa la escritora uruguaya es mucho m¨¢s directa que en su prosa. Pero tambi¨¦n el arraigo social y el compromiso pol¨ªtico caben en su literatura: ¡°No he escrito una sola l¨ªnea en mi vida, ni un art¨ªculo period¨ªstico, ni he dado una conferencia, ni he intervenido en ninguna tertulia, ni he publicado un solo poema que no tuviera siempre en cuenta que la literatura es un hecho social¡±, le o¨ª decir hace unos a?os en una intervenci¨®n p¨²blica. Pero yo siempre lo he interpretado, en su caso, en un sentido bajtiniano: el escritor como ¡°sujeto social¡± cuyos textos son un espacio de cruce, de intersecci¨®n entre los diferentes sistemas ideol¨®gicos, el sistema ling¨¹¨ªstico y la respuesta del Otro. Tal vez por ello, un tema central de su imaginario literario ha sido la experiencia del desarraigo, del extra?amiento. Lo encontramos en muchos de sus libros, pero muy especialmente en su novela La nave de los locos (Seix Barral, 1984).
Peri Rossi se exili¨® en 1972 y lleg¨® a Barcelona, con diez d¨®lares en el bolsillo y el sentimiento de p¨¦rdida, ¡°de incendio¡±, que conlleva toda partida cuando es forzada. En Montevideo qued¨® su madre. ¡°Partir es partirse en dos¡±, escribe en un poema de Estado de exilio (2003). Este libro parte de una idea fundamental: el exilio es un estado de vida que se prolonga en el tiempo hasta constituir una capa m¨¢s de la propia identidad. Mario Benedetti hablar¨ªa, al regresar a su Montevideo natal en 1993, del desexilio como de una operaci¨®n del alma muy costosa porque, de alg¨²n modo, est¨¢ forzada a desandar un camino que ya recorri¨® para volver atr¨¢s y recuperar espacios que se daban por perdidos. Mi idea es que Peri Rossi, quien ya no desanduvo el camino tomado, encontr¨® en la experiencia amorosa, en la vivencia del amor, el ¨²nico ant¨ªdoto capaz de combatir el extra?amiento que cruza su obra. Amor y exilio. Love and Exile: as¨ª titul¨® Isaac Bashevis Singer su autobiograf¨ªa en 1984. Ahora bien, en la flamante merecedora del premio Cervantes el amor, su tema por excelencia, es la expresi¨®n de una proyecci¨®n personal m¨¢s que de una correspondencia: en muchos de sus cuentos y relatos el deseo amoroso es un¨ªvoco, mantiene una sola direcci¨®n, sin que sepamos, ni sepa el propio narrador (a menudo masculino), la respuesta que merece la inmensidad de la pasi¨®n sentida. Dir¨ªa que la escritora ha dado en su obra muchas vueltas a una pregunta insondable, tan viva como la propia vida: ?qu¨¦ puede hacer una mujer enamorada? En el ¨²ltimo de sus libros, La insumisa, encontramos algunas respuestas.
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