¡®Encanto¡¯: Disney se al¨ªa con el realismo m¨¢gico

Siguiendo la l¨ªnea multicultural abierta en los ¨²ltimos a?os tanto por Disney como por su filial Pixar, el nuevo largo de animaci¨®n de la factor¨ªa de los dibujos animados viaja esta vez a Colombia para presentar un relato articulado a partir del realismo m¨¢gico, en cierto modo consustancial a la tradici¨®n y a la literatura del pa¨ªs suramericano. Como una especie de versi¨®n infantil de la m¨ªtica familia Buend¨ªa, los Madrigal, protagonistas de Encanto, hunden sus ra¨ªces en las viejas historias de anta?o, en el regreso desde la muerte en forma de espectros, en los malos augurios, en los dones especiales, en los fen¨®menos de la naturaleza y en los elementos sobrenaturales.

Disney apuesta por el folclore y de nuevo, en algo que le sigue honrando en tiempos en los que el g¨¦nero no pasa por su mejor momento entre el p¨²blico, por el musical: de estructura cl¨¢sica, a base de canciones en las que las letras definen a los personajes que las interpretan y adem¨¢s hacen avanzar la historia. Ocho canciones del muy prol¨ªfico Lin-Manuel Miranda ¡ªen la cartelera espa?ola con doblete, pues hace dos semanas se estren¨® Tick, tick¡­ Boom!, otro musical, esta vez con su direcci¨®n¡ª, que se mueven entre los ritmos latinos, el hip hop y la evidente adoraci¨®n de su autor por el musical teatral.

Con toques de comedia f¨ªsica no siempre llamativos, Encanto, bajo la direcci¨®n de Jared Bush, Charise Castro Smith y Byron Howard, se desenvuelve mejor cuanto m¨¢s ¨ªntima y c¨¢lida es, resultando algo m¨¢s desigual en el v¨¦rtigo de la aventura y en la comedia desenfrenada. Un desequilibrio quiz¨¢ acrecentado por los explosivos colores que la acompa?an, de una exuberancia al borde de la horterada, pero evit¨¢ndola finalmente gracias a las secuencias m¨¢s cercanas al drama interior de los personajes. Aunque quiz¨¢ lo que m¨¢s destaque en la pel¨ªcula, junto con el envite musical, sea el trazado general de la familia y las muy especiales caracter¨ªsticas del rol protagonista: una adolescente de lo m¨¢s normal, en el seno de una prole extraordinaria, comandada con mano de hierro por la abuela y matriarca. La chica, normalita en lo f¨ªsico en comparaci¨®n con la rotunda belleza de su hermana, es adem¨¢s la ¨²nica de la familia que no tiene un poder especial, lo que lleva a que ande por la vida no solo un tanto esquinada sino tambi¨¦n con cierta aureola de gafe. Nada m¨¢s lejos: al igual que tantas otras veces en las casas, la m¨¢s callada, a la que nadie hace caso, resulta ser la m¨¢s formidable de todas.

Por otra parte, como suele ser habitual en las producciones animadas de Disney, Encanto va prologada en su exhibici¨®n comercial por el excelente cortometraje Far From The Tree, dirigido por Natalie Nourigat, de siete minutos de duraci¨®n y rodado con un estilo tradicional ¡ªtonos de color menos brillantes, textura de acuarela, y aspecto de dibujos realizados a mano, aunque se haya realizado en digital¡ª emulando tanto el esp¨ªritu cl¨¢sico de las primeras piezas de la casa madre de los dibujos animados, all¨¢ por los a?os treinta del pasado siglo, como la se?a de identidad de la ausencia de di¨¢logo. Todo se dice con gestos y apenas alguna onomatopeya, pero el relato es rotundo en su ense?anza alrededor de la sobreprotecci¨®n de ciertos padres con respecto a los peligros que puedan vivir sus hijos. Los protagonistas son mapaches, aunque las experiencias, entre el drama, la aventura y la comedia, trascienden a cualquier ser humano contempor¨¢neo. M¨¢s vale vislumbrar los peligros de los cr¨ªos con calma y atenci¨®n que con fiereza y miedo. Y mejor abordarlos juntos que intentar resguardar a los cr¨ªos de cualquier mal, a costa de que ni siquiera puedan tantear su propia vida.